Fue imposible descifrar ayer en Bahía Blanca la idea de juego del equipo de Miguel Ángel Russo. Rosario Central jugó muy mal y perdió ante Olimpo sin atenuantes. El Canalla nunca tuvo juego asociado, abusó de pelotazos y careció de la capacidad necesaria para remontar un encuentro que le fue desfavorable desde el arranque.
Casi desde el vestuario, el local se puso en ventaja en el marcador. Los de Bahía aprovecharon a la perfección uno de los más grandes defectos del Canalla, la espalada de Yacuzzi, y a través de un pelotazo cruzado buscaron la aparición de Vega. El mediocampista tuvo todo el tiempo del mundo para pensar, tras la incapacidad del ex Arsenal a la hora de la marca y no falló. El balón ingresó en el ángulo derecho de Caranta para decretar el primer tanto del partido.
A partir de allí, los de Russo comenzaron a acomodarse en el partido y si bien tuvieron la pelota nunca la manejaron con criterio. Ya que las únicas ideas que tuvo para acercarse al arco de Champagne fueron a través de pelotazos, los cuales fueron controlados sin inconvenientes por la última línea de Olimpo.
La primera ocasión de riesgo llegó recién a los 38 minutos, tras un remate de media distancia de Yacuzzi, que se fue cerca de uno de los postes.
En el segundo tiempo la cosa lejos estuvo de cambiar. Central jugó peor que en el primero y a los 16 el local volvió a golpear, tras aprovechar un mal retroceso del Canalla y la lentitud de Yacuzzi que lo corrió siempre desde atrás a Vega, que cuando llegó al fondo habilitó a Gutiérrez para que convirtiera el segundo gol.
Los minutos fueron pasando y la incapacidad del equipo de Russo se hizo cada vez más notoria. Ya con Encina y Bracamonte en la cancha, el centrodelantero se erró un gol increíble que tal vez le hubiera dado algo de aire al equipo para ir en busca de la igualdad. En los últimos minutos se vio un equipo perdido en la cancha y que redondeó una actuación decepcionante.
Comentarios