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Ascenso y escuela

Central Córdoba: Pereyra, fútbol y “Los Amigos”

Central Córdoba buscará quedar en la segunda posición del campeonato de la C y para eso necesita sumar al menos un punto esta tarde en su visita a Dock Sud desde las 15.30.


 

Central Córdoba buscará quedar en la segunda posición del campeonato de la C y para eso necesita sumar al menos un punto esta tarde en su visita a Dock Sud desde las 15.30. Y en la previa del duelo, Juan Pablo Pereyra analizó junto a El Hincha esta recta final, el reducido que se viene y su proyecto personal vinculado al fútbol: la escuelita “Los Amigos” para chicos de 6 a 12, que quieren divertirse jugando a la pelota.

—¿Cómo se encara el cotejo sabiendo que con el empate les alcanza para ser segundos?

—Sabemos que tenemos que sumar para conseguir ese lugar de privilegio, que te da la ventaja deportiva que es muy importante para el reducido. Después para los futbolistas que no venimos jugando esta bueno para agarrar ritmo de cara a lo que se viene.

—¿Vas de “9” o más suelto?

—Voy a jugar más atrás, como lo hice cada vez que me tocó. También está el “Toto” (Federico Ferrari) que entre los dos tenemos que ocupar ese espacio en el área, ya que ninguno de los dos es centrodelantero.

—¿Tienen algún rival que prefieran en la primera ronda?

—No, hay que esperar, además ya enfrentamos a todos los rivales y la mayoría son muy difíciles. Hemos tenido partidos muy duros contra Midland, Luján, J.J. Urquiza y hasta el mismo Argentino de Quilmes. Eso a lo mejor son más importantes en cuanto a nombres, pero el resto son complicados también. Debemos ser segundos para mantener el tema de la ventaja que es tan necesario.

—¿Sentís que han llegado los mejores equipos al reducido?

—Sí, me parece que están todos los que se lo merecen. Generalmente cuando son certámenes largos, los puestos de la tabla son justos, aunque el caso nuestro con Defensores Unidos es especial porque los dos peleamos desde el primer momento en la segunda ronda, donde nos metimos en los primeros puestos, pero después el resto si se lo ganaron por el gran año que hicieron.

—Llegan en gran nivel, pero con bronca de no haber alcanzado el ascenso directo.

—Esa era la idea, nos encontramos con la posibilidad de poder salir campeones que es lo más lindo, pero no se pudo dar. Cabe destacar que el camino se alargó, no se cortó porque hay equipos que ya están de vacaciones, entonces nosotros estamos en una posición inmejorable por eso tenemos que terminar segundo, por lo parejo que está todo, cualquier equipo te complica.

—¿Fueron de menor a mayor en el rendimiento del equipo?

—Yo creo que sí, la confianza es todo. Cuando arrancamos éramos muchos jugadores nuevos, nos estábamos conociendo y buscando entender bien lo que el entrenador quería. Por ahí lo pagamos caro las primeras siete fechas y después a lo largo del torneo nos acomodamos y eso tiene mucho mérito para este grupo, ya que regalamos una parte de la primera ronda y luego supimos revertir en la segunda etapa.

 

Escuelita “Los Amigos” en Villa La Ribera

—El fútbol no es todo, pero lo usas para ayudar a que los chicos de la zona de Andino den los primeros pasos.

—Lo que nosotros hacemos es tratar de sacar a los chicos de la calle por eso siempre decimos que “cada vez que tenemos uno nuevo, es uno menos dando vueltas por ahí”. Después el nombre de la escuelita es “Los amigos” y lo que buscamos ahí es tener a todos los chicos que no tienen lugar en otros clubes por la competencia, que parece algo de locos pero en niños de 6 a 12 años, hay gente que implementa y los deja fuera de un equipo por condiciones o por lo que sea. Nosotros tratamos de que eso cambie, aportando un granito pequeño de arena, que venga el que quiera, que tenga ganas de hacer deportes sin importar que sea bueno o malo.

—¿Es difícil que lo entiendan los padres o al ambiente?

—Sí, mucho, porque los papas somos muy especiales con los hijos y por ahí decimos una cosa y a la hora de actuar cuando un hijo se porta mal o le pasa algo, todos tenemos posturas diferentes y la mayoría de las veces siempre nos cuesta reconocer los errores de nuestros niños. Pero creo que en el fútbol es más la frustración que viene de parte del padre muchas veces en la exigencia. Vemos chicos que van dos semanas y te das cuenta que están ahí porque los mandan los padres, entonces le digo a los mayores que lo manden a dibujo, a guitarra o a cualquier otra cosa, aunque cuesta pero lo terminan entendiendo.

—¿Les pasa que los padres quieren que su hijo sea el nuevo Messi y los chicos no lo entienden, saben quién es pero no lo que representa?

—Seguro, por eso hay que dejarlos tranquilos para que se vayan conociendo y se encuentren como jugador. Algunos quieren atajar y terminan jugando de delantero o al revés, pero ellos tienen que decidirlo. Tenemos otra consigna: “Los resultados es aparte”, fíjate que perdemos por muchos goles, ellos salen contentos igual y el miércoles están entrenando otra vez, algo que los padres entienden y esa era la idea fundamental de este proyecto. Si los papas quieren que los hijos ganen y sean futbolistas, los tienen que llevar a otro lugar, no a la escuelita “Los Amigos”.

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