El balance de Central Córdoba en líneas generales es positivo porque tanto en la primera como en la segunda parte del año el conjunto azul fue de menor a mayor. Ariel Cuffaro Russo volvió al club para salvarlo del descenso y pelear arriba nuevamente, algo que está consiguiendo.
El 2017 no arrancó de la mejor manera para el equipo, que por entonces conducía Daniel Moscetta, porque en la pretemporada sufrió un golpe durísimo: derrota en el clásico veraniego ante Argentino en Santa Clara del Mar por penales y las dudas tanto sobre el funcionamiento del equipo como contra el técnico sumado a alguna molestia por comentarios hacia su labor por parte de la dirigencia, llevaban a que apenas dos partidos después del reinicio del torneo y tras un agónico empate como local frente Cambaceres (perdía 0-2 y lo terminó igualando 2-2), el director técnico dejara su cargo previo al duelo pero anunciándolo después del mismo mediante un comunicado, algo poco serio para este fútbol profesional de hoy en día.
Tras esto y el triunfo como visitante ante Midland en cancha de Colegiales bajo la conducción interina de Daniel Teglia, Ariel Cuffaro Russo volvía a hacerse cargo del equipo para sacarlo del fondo de la tabla y lo consiguió con un buen cierre de torneo que le permitió salvarse del descenso tres fechas antes del final y con goleada en cancha de Laferrere por 3-0.
Antes del receso llegó la Copa Santa Fe, donde quedó eliminado ante Argentino de Las Parejas por penales, pero que tuvo un momento histórico porque el Charrúa perdía el partido de vuelta 0-2 (en la ida habían igualado 2-2) con tres jugadores menos lo pudo empatar en el final, pero terminó cayendo desde los doce pasos.
En el inicio de la actual temporada y con los refuerzos que el entrenador pidió, las cosas no comenzaron bien pero todos coincidían en que “este equipo va a arrancar a partir de la séptima fecha” y vaya que tenían razón. Tras la caída ante Sportivo Italiano en el Gabino por la fecha 7, ganó siete partidos sobre los últimos once que disputó y solamente perdió en la jornada 11 ante Cañuelas también como local por 2-1, en lo que representó uno de los mejores cierre de campaña en la historia del Matador.
Con ese gran cierre, todo barrio Tablada se ilusiona con que el 2018 sea el gran año, el de la vuelta a la B Metropolitana y que lo tenga en los primeros planos del fútbol argentino como en los viejos, pero no tan lejanos tiempos.
Los números y el nivel exhibido por el equipo son los fundamentos que tiene el Charrúa para ilusionarse con lo que viene, sabiendo que tiene jugadores y un cuerpo técnico que conoce la categoría como para darle pelea a cualquier equipo que se le ponga enfrente en esta segunda ronda, donde buscará primero asegurar su participación en la Copa Argentina 2018 y luego ir por ese ascenso tan importante para todo el sur de la ciudad.
Datos
• 25 unidades consiguió Central Córdoba en la segunda parte del torneo durante el 2017, donde con la vuelta de Ariel Cuffaro Russo, el equipo aseguró su permanencia en la categoría. Ganó 7 cotejos, empató 4 y perdió 8. Anotó 23 goles y le convirtieron 22.
• 30 puntos tiene el Charrúa en esta temporada 2017/18 de la C. Es uno de los equipos más goleadores de la categoría con 25 tantos en dieciocho cotejos disputados en esta primera parte. Está a un triunfo de lograr la clasificación a la próxima Copa Argentina 2018.
• 8 tantos convirtió Lucas Lazo en este 2017 y fue el goleador del elenco de barrio Tablada. Anotó dos tantos (Merlo y El Porvenir) en la primera parte y seis en el actual campeonato (Barracas, Italiano, Berazategui, Excursionistas, Merlo y JJ Urquiza).
