La ex jefa de la División Contable del Hospital Centenario fue procesada por el delito de peculado en calidad de autora por el Juzgado de Instrucción de la 3ª Nominación de Rosario. Dos meses atrás Alicia R. fue exonerada de su cargo por el gobierno provincial luego de que un informe emitido por la Sindicatura General determinara la existencia de una serie de irregularidades con la emisión y posterior cobro de ocho cheques por cifras cercanas a los 3.000 pesos que fueron endosados a su nombre. El juez Luis María Caterina consideró que la evidencia era suficiente y dictó el procesamiento de la ex funcionaria, que ya fue apelado por la defensa.
Los directivos del Hospital Centenario presentaron a mediados del año pasado ante el Juzgado de Instrucción en turno una denuncia en contra de la responsable del sector contaduría del hospital. Las autoridades del efector público comprobaron la existencia de una serie de irregularidades que comprometían a la mujer, quien era la encargada de la confección de los cheques que emitía el nosocomio.
Había ocho valores emitidos a nombre de distintas personas que no pertenecían al plantel de empleados del Centenario por sumas cercanas a 3.000 pesos cada uno y que fueron cobrados por ventanilla en banco. Todos tenían una característica común: al lado del beneficiario tenían agregado el nombre de la acusada, situación que se repetía en los endosos. Cuatro de los cheques fueron emitidos el 23 de marzo de 2009 y el resto el 11 de mayo de 2009 y totalizaban una suma de 22.889 pesos. El destino de ese dinero es un misterio.
Durante la investigación judicial se comprobó que Alicia R. era empleada del Hospital con funciones de jefa responsable del área contable y tenía a su cargo la tarea de controlar documentación y confeccionar los cheques que emitía el hospital.
Todos los valores tenían fuera de la línea de escritura agregado el nombre de la imputada y los cheques instrumentaban pagos a ocho personas distintas, que además no eran parte del plantel de empleados del Hospital. Solo tres habían cumplido en algún momento tareas en el nosocomio, pero ya no realizaban labores allí. Los cheques eran librados a orden indistinta pero siempre con un segundo beneficiario invariable: precisamente la acusada.
El peritaje caligráfico determinó sin lugar a duda que “las grafías pertenecientes al llenado en letra y número de los cartulares”, y las firmas y grafías insertas al dorso de los cheques (en referencia a los endosos) “responden al haber escritural de la imputada”.
Ante ello, el juez Caterina consideró probado que Alicia R. “aprovechó las oportunidades de su cargo y, contando con la confianza que de manera lógica, natural y necesaria se genera entre personas que trabajan en conjunto, confeccionó los cheques que la tenían como beneficiaria, para luego cobrarlos”.
Para el magistrado, esa conclusión según “surge de los endosos existentes al dorso de dichos valores”.
Con todos estos elementos Caterina dictó el procesamiento de Alicia Cristina R. como autora del delito de “peculado”. Este ilícito, que se encuentra tipificado en el artículo 261 primer párrafo del Código Penal establece una pena de prisión de dos a diez años y la inhabilitación “absoluta y perpetua” para aquel funcionario público que sustraiga caudales o efectos cuya administración, percepción o custodia le haya sido confiada por razón de su cargo.
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