Un muchacho de 29 años, quien tenía un pedido de captura desde octubre de 2009, cuando salió de la cárcel de Coronda en una salida transitoria y no regresó, fue atrapado anteayer a la tarde, sospechado de asaltar una carnicería en Villa Gobernador Gálvez. El detenido, apodado Piojillo, purgaba una condena a 12 años de prisión por un homicidio ocurrido el 25 de septiembre de 2001, cuando tras una pelea asesinó a machetazos al concubino de su ex mujer.
Según fuentes policiales, anteayer alrededor de las 16 dos hombres armados ingresaron en una carnicería de Santiago del Estero 397 de Villa Gobernador Gálvez y, tras amenazar al dueño del local, se llevaron 200 pesos y un celular.
Los asaltantes salieron corriendo del lugar. El propietario los persiguió unas cuadras hasta que los perdió de vista y se volvió para avisar del robo a la Policía.
Luego de la advertencia, personal del Comando Radioeléctrico de Villa Gobernador Gálvez comenzó a patrullar la zona y, en inmediaciones de Dorrego y Pasaje Musto, vieron a un hombre que concordaba con la descripción aportada por la víctima. Al acercarse para identificarlo, el muchacho comenzó a correr pero fue atrapado por los uniformados a los pocos metros, indicaron los voceros del caso.
El detenido fue identificado como José Antonio Ojeda, alias Piojillo, de 29 años, y la víctima del robo lo señaló como uno de los asaltantes.
De acuerdo con las fuentes, los uniformados determinaron que el sospechoso tenía un pedido de captura de la cárcel de Coronda desde el 29 de octubre de 2009, cuando salió haciendo uso de un beneficio y no regresó. Ojeda estaba purgando una condena a 12 años por un homicidio del año 2001.
El hombre quedará alojado en la seccional 25ª hasta hoy, cuando será indagado por el juez de Instrucción en turno.
El crimen que le costó 12 años
El hecho por el que José Antonio Ojeda, alias Piojillo, fue condenado a más de una década en la cárcel de Coronda, ocurrió la madrugada del 25 de septiembre de 2001 en Villa Gobernador Gálvez, cuando asesinó a machetazos a Aníbal Ceferino Gómez, de 62 años, concubino de su ex pareja de entonces 28 años.
Ése día, Piojillo había estado festejando su cumpleaños número 21 junto a su hermano de 15 años y un amigo en la casa de un hombre apodado Correntino. Ya entrada la madrugada, Ojeda y sus compañeros se retiraron de la vivienda, la cual quedaba muy cerca de Crespo y Granaderos a Caballo, el rancho donde estaba su ex mujer Eva –quien tenía una hija de 13 años y un bebé de un mes, hijo de Ojeda– junto con su actual concubino.
Piojillo continuaba visitando a Eva, lo que generaba fuertes discusiones con Gómez. De hecho, el día anterior al crimen, ambos se habían ido a las manos, y Piojillo todavía tenía en su rostro las marcas de la pelea.
Los voceros sostuvieron en aquella oportunidad que la discusión del día anterior fue la que detonó que la madrugada del 25 de septiembre los tres jóvenes pasaran cerca de las 3 de la madrugada frente a la vivienda de Gómez y le pegaran una patada a la puerta.
La víctima se levantó y salió tirando machetazos para ahuyentar a los alborotadores. En uno de sus planazos, el hombre hirió a Piojillo, quien quedó tendido en el piso. Sin embargo, cuando Gómez se disponía a volver a pegarle, el hermano menor de Piojillo le pegó con un palo en la cabeza. El hombre cayó y Piojillo le sacó el machete y se lo clavó en el estómago. La víctima trató de huir por las vías del ferrocarril, pero fue alcanzado por los tres jóvenes a los pocos metros, con Piojillo a la cabeza, quien descargó toda su furia contra el concubino de Eva.
En el momento en que se desarrolló la pelea, la chica de 28 años se asustó y llevó a sus hijos a la casa del Correntino, donde esperó el amanecer. Cuando eran las siete decidió ir a ver las consecuencias de la pelea y observó el cadáver de Gómez en la puerta del rancho, por lo que media hora más tarde el Correntino dio cuenta del asesinato en la comisaría 26ª.
De acuerdo con la investigación, cuando los uniformados encontraron el cuerpo de Gómez, éste tenía cortes dos profundos cortes en su garganta y otros en el pecho, espalda, brazos y cabeza.
Hacia el mediodía del 25 de septiembre de 2001, el padre de los jóvenes denunciados llevó al personal de la Brigada de Homicidios hacia la casa de una tía en Orán al 1800 donde estaba escondido Piojillo y luego a la vivienda de una hermana, en Mendoza al 1200 de Pueblo Nuevo, donde encontraron al hermano menor. En Pueyrredón y las vías –donde vive otro de los hermanos Ojeda– secuestraron la ropa ensangrentada que ambos habían usado la noche anterior.
Según las fuentes policiales, en el momento de la detención, los hermanos reconocieron la autoría del crimen.
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