Economía

Desplome

Cayeron fuerte las ventas en shoppings y supermercados

El dato corresponde a septiembre y fue difundido por el Indec. Ya son tres meses consecutivos a la baja. Los más golpeados fueron los grandes centros comerciales con un descenso del 15,1%. El deterioro del poder adquisitivo del salario se ve reflejado en las góndolas


Las ventas en shoppings cayeron 15,1% en septiembre a precios constantes, sin tener en cuenta la inflación, mientras en los supermercados bajaron 7,9%, informó este lunes el Indec.

Ambos indicadores, clave para medir la marcha del consumo, cumplieron así tres meses consecutivos de descenso en ventas, en un escenario de recesión consolidada en el país.

En los shoppings, las ventas alcanzaron en el noveno mes del año los 5.749 millones de pesos, mientras en supermercados llegaron a 24.307 millones de pesos.

Si se toman los primeros nueve meses del año, las ventas en shoppings llegaron a 36.449,5 millones de pesos, lo que todavía representa una suba acumulada del 3,1%, a pesar de la caída en los últimos tres meses.

En los supermercados, ascendieron a 239.156 millones de pesos, con una baja interanual del 0,2% con relación al mismo período del 2017.

Por su parte, si bien las ventas en supermercados por el canal on line subieron 58,7% en septiembre, por ahora sólo representan el 1,5% del total.

En el mismo mes las ventas a precios corrientes –incluyendo la inflación– en los autoservicios mayoristas sumaron un total de 6.209,1 millones de pesos, lo que representa un aumento de 22% respecto del mismo mes del 2017.

En los centros de compras las ventas a precios corrientes en septiembre de 2018 alcanzaron los 5.749,9 millones de pesos, lo que significa un aumento de 17,2% respecto del mismo mes del 2017.

Durante septiembre, los rubros con mayor incremento de ventas en los shoppings fueron perfumería y farmacia, 40,1%; otros, 36,8%; juguetería, 32%; librería y papelería, 31,4% y ropa y accesorios deportivos, 29,3%.

El severo deterioro del poder adquisitivo de los salarios restó margen a las familias para comprar volumen de mercadería, y sólo se limitaron a demandar lo estrictamente necesario. El deterioro del salario se ve reflejado en las góndolas.

Las ventas al público en canales mayoristas cayeron al doble que en el segmento minorista.

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