Familiares de Facundo Aguirre y Emiliano Cáceres, los dos jóvenes que murieron el 22 de febrero de 2014 en un siniestro vial en avenida Pellegrini y Perú, anunciaron ayer un “nuevo avance” en el pedido de justicia que encabezan hace más de 5 años. A través de una investigación administrativa de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad provincial, la agente policial Sonia Gómez fue declarada culpable de una falta grave por ocultar pruebas para encubrir a su hijo, el conductor del auto en el que fallecieron los dos chicos al chocar con un camión. Según Valeria Stortoz, mamá de Facundo Aguirre, tanto el ministerio como la policía de Santa Fe resolvieron la suspensión del empleo, una medida que impide a la agente reclamar por sus haberes durante el tiempo que pasó en disponibilidad.
Para Stortoz la resolución es más que satisfactoria. “Demuestra que los delitos fueron cometidos y que decíamos la verdad desde el primer momento. Hoy el Ministerio de Seguridad y la policía nos dieron la razón, consideraron que todas las pruebas que presentamos demuestran que ella cometió una falta grave”, explicó.
“Los primeros años Gómez siguió desempeñando su cargo de manera libre hasta que pasó a disponibilidad. Poniendo en la balanza, si bien esta medida se demoró mucho, hoy consideramos que ella no quedó impune. Además, deja al descubierto el mal accionar del poder judicial”, agregó.
Largo camino
El sábado 22 de febrero de 2014 Federico Gómez, Emiliano Cáceres, Facundo Aguirre y dos amigos más volvían de una fiesta que habían organizado en Funes. Gómez, dueño del Fiat Uno, manejaba. Unos minutos después de las seis de la mañana, y al bajar el viaducto Che Guevara, el auto chocó contra un camión que estaba estacionado por avenida Pellegrini hacia el este, apenas pasada la intersección con Provincias Unidas. Emiliano y Facundo murieron en el lugar.
Un año después Federico Gómez llegó a juicio oral y público. La Fiscalía y la querella sostuvieron que conducía alcoholizado y a alta velocidad, factores determinantes del siniestro.
La defensa adjudicó el choque a un badén, un camión que transitaba “a paso de hombre” por el carril izquierdo y un camión mal estacionado contra el que chocó el Fiat. El 22 de abril de 2015 el joven fue condenado a tres años de prisión en suspenso. Los familiares y amigos esperaban una pena más alta de cumplimiento efectivo.
Irregularidades
Las irregularidades y encubrimiento de Sonia Gómez (madre de Federico) fueron investigados por las madres y los amigos de los chicos, que aportaron distintas pruebas para avanzar en la causa.
El 7 de septiembre de 2018 los jueces de Primera Instancia Patricia Billota, Gustavo Pérez de Urrechu e Ismael Manfrin condenaron a la mujer a 1 año y 4 meses de prisión condicional por sacar evidencia de la escena del siniestro donde murieron Facu y Emi.
Había llegado a juicio junto con el titular de la comisaría 14a, Fabián Fantín, por abuso de autoridad y omisión de actos de oficios, aunque sólo pudieron probarle a ella la violación de medios de prueba. Sonia Gómez había sido acusada por el fiscal Aníbal Vescovo de ingresar a la escena del siniestro y llevarse dos botellas de cerveza y la mochila de una de las víctimas.
Finalmente, en marzo de este año los jueces de Segunda Instancia José Luis Mascali, Gustavo Salvador y Carina Lurati consideraron que no eran suficientes las pruebas para condenarla y la absolvieron por el beneficio de la duda.
Los familiares de las víctimas decidieron no apelar el fallo porque la resolución quedaba en manos de la misma Cámara. Por eso, tomaron la estrategia de seguir por la vía administrativa, que este martes les dio la razón.
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