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Más tensión

Cataluña se plantó y Torra rompió con Felipe VI

El cambio de gobierno en Madrid, que los catalanes facilitaron con su apoyo a la moción de censura presentada por Sánchez contra Mariano Rajoy, quien había quedado acorralado por la corrupción, distendió la situación en las últimas semanas, dejando el conflicto catalán en un segundo plano.


 

El presidente regional de Cataluña, el independentista Quim Torra, anunció este viernes que rompió relaciones con la casa real española, horas antes de coincidir con el rey Felipe VI en la inauguración de los Juegos Mediterráneos, en la ciudad catalana de Tarragona.

El anuncio del líder catalán se produjo después de que el monarca no respondiera a una misiva que le envió Torra, en la que pedía un encuentro para “dialogar” sobre Cataluña, aprovechando la visita de ayer a la norteña región, cuyo gobierno mantiene el desafió independentista.

Se trata del primer choque entre Barcelona y Madrid desde que el socialista Pedro Sánchez llegó al poder y declaró su intención de “normalizar” las relaciones entre el Ejecutivo central y regional, que se rompieron definitivamente con la declaración de independencia de Cataluña del 27 de octubre del año pasado.

El cambio de gobierno en Madrid, que los catalanes facilitaron con su apoyo a la moción de censura presentada por Sánchez contra Mariano Rajoy, quien había quedado acorralado por la corrupción, distendió la situación en las últimas semanas, dejando el conflicto catalán en un segundo plano.

Pero Torra está consustanciado con las bases del movimiento independentista, que le reclaman pasos para hacer efectiva la República desde que fue elegido presidente el 14 de mayo último. De ahí que, tras la mano tendida por Sánchez, Torra decidió pasar a la ofensiva, declarándole la guerra al rey Felipe VI.

“En Cataluña mandan los catalanes y, porque es nuestra casa, no nos ahuyentarán”, dijo ayer el presidente catalán.

No obstante, el político independentista dejó claro que su presencia en la inauguración de los juegos tiene como objetivo “denunciar los abusos” y la “violencia” cometidos durante el referendum del 1° de octubre del año pasado. “No iré a hacerme ninguna foto con el rey de España. No nos interesan fotografías con quienes avalan la represión”, dijo antes de anunciar que su gobierno rompió relaciones protocolares con la Corona.

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