El Ciudadano
La Fiscalía Federal 2 de Santa Fe pidió este lunes la declaración indagatoria del comisario Mariano Valdés y de quien era su segundo en la delegación de la Policía Federal en la capital provincial, Higinio Bellaggio, por al menos seis delitos cometidos luego de la balacera del 9 de septiembre pasado en la autopista Buenos Aires-Rosario, a la altura de Villa Constitución, en la que resultó herido Valdés. Además, el fiscal Walter Rodríguez solicitó la inhibición de la Fiscalía de Rosario en la causa y que ambos uniformados continúen detenidos, ya que en dos días se vencerá la prisión preventiva.
Los policías deberán responder por los delitos de confabulación relativa al transporte de estupefacientes, abuso de autoridad e incumplimiento de deberes de funcionario público, sustracción de elementos de prueba, empleo de servicios de la administración pública y falso testimonio, según el pedido fiscal.
La noche del 9 de septiembre, Valdés y la suboficial Roxana González viajaban en un Ford Focus desde Buenos Aires hacia Santa Fe. Poco antes de las 21, por motivos que se investigan, hubo un intercambio de disparos entre ambos policías y los ocupantes de una camioneta de doble cabina en la banquina de la autopista. Valdés resultó herido en una pierna y quienes le dispararon continúan sin ser identificados, aunque no se descarta que también sean miembros de la Fuerza federal.
El comisario declaró que se trató de un intento de robo “al voleo” cuando detuvo la marcha para cambiarle la yerba al mate, testimonio que primero avaló la oficial que lo acompañaba y luego desmintió. La joven, con pocos meses de antigüedad en la Fuerza y actualmente en un programa de protección al testigo, dijo que el comisario se bajó a hablar con personas que conocía, discutieron y luego se desató la balacera.
Las pericias ordenadas por fiscales del Ministerio Público de la Acusación provincial corroboraron esos dichos. Las cosas empeoraron aún más para Valdéz y Bellaggio con la desaparición de un bolso que esa noche llevaba en el auto, y que días después fue secuestrado prácticamente vacío con restos de drogas sintéticas.
Terminaron de complicarse con el análisis de llamadas de WhatsApp que recibió la oficial González por parte de sus superiores las horas siguientes a la balacera, y que el fiscal Rodríguez transcribe en un extenso informe de 40 páginas donde detalla cada uno de los delitos en los que incurrieron los jefes policiales y argumenta por qué deben continuar detenidos para no entorpecer la investigación. A su entender, ambos jefes ejercieron coerción sobre la subordinada para que mienta y adulteraron la escena del crimen.
Al respecto Rodríguez aclaró que “las verdaderas circunstancias que inspiraron el intercambio de disparos ocurrido alrededor de las 20.45, en el kilómetro 245 de la autopista Buenos Aires- Rosario, a 170 metros de la bajada del puente de Villa Constitución en dirección a la ciudad de Rosario, entre Valdés y la oficial Roxana González con personas no identificadas” no se conocen. Según el fiscal ello se debe a que Valdés “redobló esfuerzos para que los fiscales no descubrieran la verdad”.
En ese sentido resaltó que Valdés y Bellaggio resultaron “autores mediatos del delito de falso testimonio de Roxana Mariel González” y aclaró que “los imputados, valiéndose de su condición de funcionario públicos y superiores jerárquicos de la nombrada, la emplearon bajo coacción con el objeto de que afirme hechos falsos y calle otros verdaderos en su declaración testimonial prestada ante la fiscal Natalia Benvenuto”.
El Fiscal transcribió una serie de conversaciones por WhasApp que mantuvieron Valdés, Bellaggio y Víctor Domenech (otro jefe de la Federal) con la oficial González el 10 de septiembre, día posterior a la balacera, de las que dedujo que “se puede sospechar que viciaron la voluntad” de la joven “con el objeto de lograr una versión de los hechos falsa a fin de desviar el curso de la investigación y de esa manera resguardar el verdadero sentido de los acontecimientos”.
Mensajes entre Roxana González (R) y Víctor Domenech (D) del día 10/9/2019 entre las 19.14 y 19.48
D: Escuchame, en qué hostel estás? Mariano necesita hablar con vos. Si. Me podés atender ahora?
R: Q pasó. Q necesitaaa
D: No sé, quiere hablar con vos en privado
R: Ahí lo atiendo estoy sin batería ahora lo llamo
D: Escuchame, decime dónde estás que te pasamos a buscar. No sé lo que quiere hablar con vos, pero quiere hacerlo en persona. En personaaa
R: Q yo vaya a la clínica
D: Al sanatorio. Exacto. Te pasamos a buscar
R: Noo yo voy. Pasame la dirección. Ahí voy
D: Sabés la dirección de dónde estás?
R: Noo ni idea tmp. Estoy cansadaaa. Jefe por favor estuve declarando más de 3 horas. Por favor
D: Ya lo sé. Esto es horrible. Igual yo con todo esto. Me podés dar una hora más de tu vida y no te molesto más? Así damos por terminado el tema
R: Jajaja. Me querés fulminar
D: Perdón, te juro que no es mi intensión
R: Y bueno entonces no me quiero morir. Yo quédate tranquilo que en mi declaración lo dejé bien parado. Él no deja de ser mi jefe y si está preocupado con eso que se quede tranquilo
D: Es que no sé qué quiere hablar, sino te digo
R: Bueno lo voy a ver a la clínica voy yo.
D: Por eso, te pido que me dejes irte a buscar y lo hablás con él. Me insiste en que te pase a buscar….
El fiscal recordó además que Valdés borró datos de su celular de interés para la causa, entre ellos un mensaje de WhatsApp enviado el 11 de septiembre a Roxana donde le advertía: “Importante: no hables con nadie sobre el tema por teléfono. Haceme caso. Ya te explicaré”.
En ese sentido destacó que “los comportamientos de Valdés, Bellagio y otros superiores jerárquicos de la Policía Federal dirigidos a amedrentar a González fueron analizados minuciosamente y denotan el poder coactivo que pudo ejercer la estructura jerárquica policial sobre una agente que, al momento de los hechos, registraba pocos meses de antigüedad en la Fuerza policial.
Al respecto agregó la declaración de la abogada de Roxana quien también recibió mensajes intimidatorios de Valdés, entre ellos uno que le pedía que le diga a su clienta que por favor borre todo su registro de WhatsApp.
El bolso
En relación a cómo afectaron la prueba, el fiscal Rodríguez mencionó numerosos episodios dirigidos a desviar la investigación, “principalmente en la preservación de la escena del hecho sensiblemente afectada por la sustracción de un bolso marca Adidas color azul oscuro con vivos rojos perteneciente a Valdés”, quien le solicitó a Roxana que lo saque del Ford Fucos y se lo entregue a Bellaggio.
El bolso fue secuestrado el 20 de septiembre de una camioneta Mitsubishi estacionada cerca de la delegación de la Policía Federal en Santa Fe que pertenecía a Valdés. En su interior secuestraron algunas prendas de vestir y objetos personales del comisario, y al peritarlo hallaron partículas de drogas sintéticas. En ese sentido Rodríguez argumentó que “no puede descartarse que el contenido retirado del bolso haya sido objeto de una operación mercantil”.
Al valorar lo planteado, el fiscal pidió que se les prorrogue la prisión preventiva a ambos policías ya que de recuperar la libertad podrían volver a incurrir en las graves conductas descriptas para entorpecer la investigación.
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