Policiales

Caso Sanabria: acusaron a un sospechoso y le achacaron un homicidio

Un joven de 23 años y su novia quedaron detenidos luego de una audiencia imputativa realizada este lunes. Les sindicaron la balacera contra el suboficial de policía y el asesinato de Ángel Ocampo, ambos ataques perpetrados en mayo


El detenido en el aguantadero de barrio La Cerámica.

 

Sebastián Antonio C., de 23 años, fue imputado este lunes como partícipe de la bacera que hace dos meses dejó herido al policía Gabriel Sanabria en zona sur. Además, el joven fue acusado junto a su novia de cometer el crimen de Ángel Ocampo, asesinado en Dorrego y Tucumán en mayo pasado. Según la Fiscalía, la pareja le tendió una trampa mortal a la víctima y cuando huían en auto chocaron. El celular de la mujer quedó adentro del vehiculo y fue la punta del ovillo para quedar incriminados. Los dos quedaron con prisión preventiva por el plazo de ley.

La noche del 27 de mayo pasado, el suboficial Sanabria y su compañera persiguieron un vehículo sospechoso. Según la fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos Gisela Paolicelli, en el vehículo iban personas con pedido de captura por un hecho de robo ocurrido el 24 de abril en Centenario y Los Andres. El auto también tenía la patente cambiada y llevaban armas en su interior, por lo que estima que el móvil del hecho podría estar vinculado a esta circunstancia y el intento de huir del lugar.

Según la fiscal, cerca de las 2.30 de ese 27 de mayo, cinco personas, uno de ellos menor de edad, iban en un auto marca Peugeot color gris por calle Moreno. A la altura de Battle y Ordoñez se cruzaron con dos motos de la Brigada Motorizada que patrullaban la zona. El Peugeot dobló al ver a los uniformados por Oroño y al llegar a Madre Cabrini tomó la arteria en contramano y luego Arijón. Al llegar a la altura del 4000 Sanabria se acercó al coche con su moto del lado izquierdo del vehículo.

La Fiscalía dijo que en ese momento uno de los ocupantes del auto sacó los brazos por la ventanilla y disparó contra el uniformado en reiteradas oportunidades. Luego escaparon. El auto apareció abandonado en Hungría al 100 y todos los ocupantes huyeron en distintas direcciones.

Para la fiscal, en el auto iban Sebastián C., un menor y otras tres personas que aún no fueron identificadas, quienes en forma conjunta y bajo un mismo plan de acción atacaron al uniformado que aún permanece internado en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) recuperándose de las heridas diez recibidas.

Tras una serie de allanamientos, a fin de mayo fueron detenidos dos menores de edad que quedaron a disposición de la Justicia de Menores. En la indagatoria, ambos negaron su participación en el hecho. No obstante quedaron detenidos en el ex Irar, la cárcel de menores de zona sudoeste. Los dos adultos detenidos en esa oportunidad, identificados como Mariana M., de 41 años, y Brian Nahuel B., de 30 años, fueron imputados por el delito de encubrimiento agravado.

La Fiscalía les achacó a los mayores haber ayudado al adolescente H. G., ocultarlo en su casa cuando se fugaba por los techos linderos durante un procedimiento que se generó tras el ataque a Sanabria. Además haber recibido y ocultado una mochila con una pistola ametralladora PMA3, calibre 9×19 sin numeración visible, un dispositivo de disparo de fabricación casera calibre 9 mm, una pistola calibre 9 por 19 de doble y simple acción marca Taurus, una pistola 9 por 19 marca Taurus la cual se encontraba en el patio interior de la vivienda. Ambos quedaron en prisión preventiva.

En el Peugeot quedaron huellas dactilares de uno de los menores detenidos por lo que entienden probado que uno de ellos estuvo arriba del auto. Una fuente del caso vinculó a los adolescentes con la banda de los Picudos.

Detenido

Sebastián Antonio C., de 23 años, fue detenido el miércoles pasado durante un allanamiento en Gallo al 1600 de barrio La Cerámica. Según la Fiscalía es el hijo de la mujer detenida Mariana M. En el domicilio secuestraron dos pistolas, 80 municiones y 200 mil pesos. Esta fue la segunda vez que lo detuvieron en la causa, el 9 de junio fue arrestado en Cafulcurá al 1400 pero no había elementos para imputarlo.

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La fiscal Paolicelli imputó a Sebastián C. el delito de tentativa de homicidio calificado de Sanabria, encubrimiento doblemente calificado en relación a dos autos robados, uno de ellos utilizado en el hecho, además del delito de tenencia. Para la Fiscalía tuvo bajo su esfera de custodia y en condiciones de usar y disponer una pistola ametralladora PMA3, calibre 9×19 sin numeración visible; un dispositivo de disparo de fabricación casera calibre 9 milímetros; una pistola calibre 9×19 de doble y simple acción; una pistola calibre 9×19, todo ello secuestrado el 28 de mayo en una casa de Ayacucho y Hungría. También una pistola semiautomática calibre 9 milímetros de marca Bersa, modelo Mini Thunder y una pistola semiautomática calibre .380 que se secuestró el 13 de julio en la casa donde fue detenido en barrio La Cerámica y de una moto con pedido de captura que estaba en la vivienda.

El crimen de Ocampo

Ángel Ocampo tenía 23 años y fue asesinado el 27 de mayo a las 18.40. Esta investigación brindó evidencias para vincular a Sebastián C. al ataque al suboficial.

Nadia M. es pareja de Sebastián C. y junto a un tercer joven aún no identificado crearon un plan previo y conjunto para provocar la muerte de Ocampo, contó la fiscal. Según contó la funcionaria Nadin M. se contactó con su pareja por whatsapp para llevar a cabo el crimen que habían acordado previamente.

Nadin M. se contactó con la víctima mediante mensajes de whatsapp y tras un intercambio acordaron encontrarse en Tucumán y Dorrego. Tras concertar la cita Sebastián C. y otro hombre pasaron a buscar a Nadin M. en un auto Nissan. Al llegar al lugar del encuentro desde el asiento trasero del acompañante del auto le dispararon a la víctima quién murió algunas horas después, contó la Fiscalía.

Tras el crimen el Nissan utilizado en el hecho protagonizó un siniestro vial con un taxi en Moreno y Catamarca y los ocupantes escaparon a pie. El auto había sido robado pertenecía a Nadin M. y allí encontraron evidencia de este crimen y de una conversación de la joven con su pareja donde le hizo referencia su participación al ataque a Sanabria. Además encontraron una huella en su interior de Sebastián C. y vainas servidas, contó la fiscal.

Ambos fueron imputados por los delitos de tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y calificado por el concurso premeditado de dos o más personas y encubrimiento doblemente agravado en calidad de coautores y en grado consumado, todo en concurso real.

La fiscal dijo al finalizar la audiencia que en el homicidio de Ocampo había un conocimiento previo de la mujer con la víctima, es decir, una entrega donde ella participó en el hecho.

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En cuanto al móvil dijo que puede tener algo que ver con la venta de estupefacientes, los imputados estarían vinculados con esta actividad ilegal y habría elementos que los vinculaban con algún conflicto con este tipo de relaciones, explicó. Y recordó que aún están pendientes los resultados del cotejo del material balístico secuestrado en ambos hechos.

Tras escuchar las imputaciones la jueza María Isabel Más Varela tuvo por formalizada la imputativa y dictó la prisión preventiva de ambos sospechosos por el plazo de ley.

 

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