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La Sexta

Caso Ratari: imputaron por homicidio agravado al tirador

Lucas F. recibió prisión preventiva por 30 días y su novia se mantiene prófuga, acusada de encubrimiento.


Doce días después del crimen de Matías Ratari, el sindicado autor de los disparos fatales en el barrio República de la Sexta fue formalmente imputado ayer por homicidio. El sospechoso, de 23 años, admitió que disparó un arma que tenía de manera ilegal y justificó su accionar. Sostuvo que vio cómo su madre y amigos eran abordados por ladrones y disparó con fines persuasivos. Si bien el defensor solicitó que el hecho se encuadre en un caso de legítima defensa a terceros, el juez Luis María Caterina admitió la imputación fiscal de homicidio agravado por el uso de arma y portación de arma de guerra. En cuanto a la prisión preventiva, dispuso que se extienda hasta el 30 de mayo.

Por otra parte, la familia de la víctima se constituyó como querellante y el amigo de Ratari, quien lo acompañaba la fatídica madrugada de su muerte, fue acusado de robo simple. A su vez, se conoció que existe un pedido de captura para la novia del ahora imputado por homicidio y el fiscal investigará la posible comisión del delito de falso testimonio por parte de algunos testigos presenciales del crimen.

La mañana en Tribunales se inició movida. La audiencia imputativa contra Lucas F., pautada para las 8.30, se demoró casi dos horas porque el detenido no era trasladado desde su lugar de arresto. Mientras se producía la espera en el hall, familiares de victima e imputado se cruzaron, lo que generó un pequeño disturbio con algunos gritos que fue rápidamente sofocado por el personal del destacamento policial apostado en el primer piso. En su mayoría las salas son pequeñas, lo que sumado a la concentración de audiencias que convocan público que circula por el lugar y el escaso personal policial asignado para contener la seguridad del nuevo sistema penal suma al fogoneo de este tipo de situaciones.

Finalmente y luego de la audiencia de constitución de querellante de Luis Ratari, padre de Matías, donde fue admitido, las partes acordaron que la querella, a cargo de José Nanni y Gustavo Feldman, no presenciaría la imputativa, aunque lo haría al momento de discutir la prisión preventiva. Mientras, la familia y amigos de Ratari permanecieron con bombos en la puerta de calle Moreno.

Las versiones

Carina C. es novia de Lucas F. y ambos vivían en un departamento ubicado en el piso 3 de Cochabamba 329. El 15 de abril festejaron el cumpleaños del ahora imputado y cerca de las 4.30 la chica bajó a acompañar a su suegra, su tía política y dos amigos hasta la puerta donde iban a esperar un remís. Cuando dejó al grupo e ingresó al edificio, apareció una moto con dos ocupantes: uno de ellos era Matías Ratari. Acá las versiones se bifurcan. El fiscal Rafael Coria sostuvo que la víctima y su amigo llegaron al lugar y sustrajeron pertenencias al grupo sin la utilización de armas de fuego y que Lucas F., desde el balcón del tercer piso, con un arma calibre 9 milímetros disparó en tres oportunidades. Uno de esos proyectiles ingresó por la región supraclavicular izquierda de Ratari y recorrió el tórax, causando lesiones en órganos vitales que lo llevaron a la muerte.

Por su parte, el imputado dijo que escuchó gritar: “Dame todo, dame todo” y se asomó por el balcón. “Yo vi que tenían a mi mamá del cuello apuntándole con un arma y disparé para persuadir”. Luego dejó el arma y se fue al ascensor. “Estaba totalmente asustado; hace dos meses mi mamá tuvo un ACV”, sostuvo Lucas F. y agregó: “No tuve otra opción: eran ellos o mi mamá, mi tía, mis amigos; yo me desesperé, hice lo que cualquiera hubiera hecho”. Respecto del arma que fue secuestrada en el departamento, y cuya portación le fue imputada, dijo que la compró por protección hace un mes y medio.

Sostuvo que la consiguió a través de un muchacho de barrio Tablada, que pensó que lo había estafado porque no tenía cargador, aunque a los 3 días se lo alcanzó. Aclaró que no sabía que estaba limada la numeración.

Los testigos

Por su parte, los testigos presenciales declararon en varias oportunidades. En sede policial hablaron de robo aunque ninguno de ellos dijo haber visto armas y en Fiscalía tres de ellos cambiaron su versión. Dijeron que el atraco fue con armas y los ladrones los apuntaron al pecho y la cabeza; incluso, algunos afirmaron que los ladrones efectuaron dos disparos. Mientras que el cuarto testigo ratificó sus dichos: sostuvo que llegaron dos pibes en moto, uno se quedó sobre el rodado mientras que el otro, al que el fiscal sindica como Ratari, se bajó haciendo ademanes de que tenía un arma pero nunca la sacó y le manoteó el reloj –que luego fue hallado en el hospital entre los efectos de Ratari–; después de un rato se bajó el otro, le arrancó la cartera a una de las chicas y escucharon tres tiros, refirió. Coria sostuvo que la victima del robo no observó armas y contrastó que sí dijo haberlo hecho el imputado desde un tercer piso, a lo que agregó que no se hallaron vainas en la vía pública, por lo que abrirá una investigación por falso testimonio al entender que los testigos mienten.

A ello, el fiscal sumó otros testimonios: el de un policía que llegó al lugar cuando Ratari aún estaba con vida y pudo hablar algunas palabras. “Yo le pregunté qué te paso y me dijo: «No sé quién me pegó, cuando me quise subir a la moto me dieron de atrás»”. El declarante dijo que al preguntarle si su compañero lo dejó tirado, la victima dijo: “Yo le grité que se fuera, no fue él”, en relación con la persona que le había disparado.

La novia de Lucas

Carina C. también entró en contradicciones. Del acta de procedimiento surge que la mujer dice que se balearon entre ellos; incluso una vecina, que salió al escuchar detonaciones, se la cruzó y le dio la misma versión. Luego sostuvo que estaba en el departamento cuando escuchó varios disparos y sonó intensamente el timbre. Bajó y sus allegados le contaron que les quisieron robar y vio a una persona tirada en el piso. Sin embargo, luego afirmó que estaba subiendo a su departamento cuando escuchó detonaciones y gritos. Cuando salió del ascensor estaba en la puerta del departamento su novio con el arma en la mano. A estas versiones dispares, el fiscal sumó una serie de mensajes telefónicos entre la chica y su pareja –muchos de ellos fueron borrados aunque pudieron recuperarse–, donde hablan sobre una huida a Mar del Plata y la intención de hacer desaparecer el arma. En uno de ellos, Lucas F. le dice: “Cuidado que está cargada; hay que hacerla desaparecer”. Según trascendió, la joven cuenta con pedido de captura desde el 20 de abril pasado y los abogados querellantes solicitaron que la mujer sea imputada por encubrimiento y tenencia de arma.

El amigo de Matías

Otro de las versiones fue la de Franco F., quien se presentó anteayer en Fiscalía, fue imputado de robo simple y quedó en libertad. El amigo de Ratari negó que haya cometido un robo. Aclaró que no tenían armas y dijo que todo se inició cuando comenzaron a gritarle a una pareja gay que había en la puerta del edificio, a la que insultaron, y se generó una pelea. Y fue allí cuando escuchó la primera detonación; en la segunda, intentó guarecerse bajo un balcón. El tercer disparo le dio a su amigo, y entonces corrió.

Con toda esta evidencia el fiscal imputó a Lucas F. por homicidio agravado por el uso de arma de fuego y portación, a la vez que solicitó la prisión preventiva sin plazo; esto último fue apoyado por la querella. Mientras que la defensa a cargo de Marcos Cella sostuvo la existencia de un robo calificado, de una legítima defensa de terceros y concluyó que hubo racionalidad en el medio empleado. Por su parte, el juez Luis María Caterina entendió que a pesar de los argumentos de la defensa hay elementos para sostener la imputación fiscal. Concluyó que hubo intención de entorpecer la investigación y dictó la medida por 30 días. En cuanto al riego físico del imputado, a pedido de la defensa ordenó que se arbitren los medios necesarios para resguardar su integridad.

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