Tras las declaraciones del imputado Miguel Angel “Pimienta” Silva, que revelaron que los asaltantes contaban con “protección policial”, el fiscal dijo que de comprobarse esa circunstancia se abrirá una “investigación paralela”.
Según indicaron voceros policiales, Silva, quien confesó su rol de “marcador” para concretar la salidera bancaria, indicó que otro de los detenidos, identificado como Carlos Jordán Juárez, se comunicaba constantemente por handy con la Policía para organizar el atraco.
El fiscal señaló que a partir de la declaración de Silva pedirá el registro de llamadas de los celulares de los siete imputados para ver si tuvieron como destino algún efectivo policial. “Le preguntamos sobre relaciones con políticos o sindicalistas y dijo que lo desconoce, y hace referencia exclusivamente a personal policial, aunque no conoce sus jerarquías”, expresó el fiscal sobre la declaración de Silva.
Además, en sus declaraciones Silva desvinculó totalmente al cajero del hecho y señaló a Jordán Juárez como el que le ofreció hacer el trabajo de “marcador”. “Me pidió que entre al banco y mire si alguien tenía plata. Yo tenía que marcar a cualquiera que sacara plata. Me dijo que no iba a tener problemas y que por mirar y avisarle me llevaba mil pesos”, precisó Silva, de 42 años.
La mujer, que es empleada del Ministerio de Justicia y Seguridad bonaerense, fue baleada por asaltantes que le sustrajeron los 10 mil dólares y 13 mil pesos que había extraído de una sucursal del Banco Santander Río. Por el ataque, Píparo resultó gravemente herida y en una operación de urgencia le extrajeron a su bebé Isidro, que sólo pudo sobrevivir siete días.
Finalmente, “Pimienta” aseguró que al enterarse de lo que había ocurrido con Píparo no aceptó los mil pesos prometidos porque “por nada del mundo” hubiera aceptado dinero por un hecho con un final tan lamentable.
En tanto, la familia de Píparo recibió una buena noticia en las últimas horas, ya que le retiraron el respirador mecánico al que había sido conectada. Aunque los médicos indicaron que “sigue siendo una paciente con pronóstico reservado” y no se puede prever si va a necesitar volver a ser conectada al respirador.
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