Carina Ortiz
Absueltos por el beneficio de la duda y libres. Así se fueron los nueve acusados en el caso Paula Perassi de la sala de audiencias y se reedita la misma pregunta: ¿Dónde está Paula? El tribunal que presidió el debate, Griselda Strologo, Mariel Minetti, Álvaro Campos, decidió hacer algunas aclaraciones previo a la lectura de la parte resolutiva de la sentencia. Con las primeras oraciones quedó claro en la sala que la decisión era la absolución y cierto alivio flotó entre los imputados y sus abogados.
Strologo leyó durante unos 10 minutos, dijo que la teoría fiscal no fue probada en juicio y como tribunal tienen la obligación de evaluar lo que se ve y se escucha en las audiencias y, con una fuerte crítica a la parte acusadora, resolvieron absolver a todos por el beneficio de la duda y disponer su inmediata libertad.
“No existen dudas que nos encontramos ante un caso con enorme trascendencia social, que nos conmueve y moviliza a todos. Es totalmente legítimo el dolor de la ausencia y el pedido de respuestas a quien debe darlas pero la teoría no se probó en juicio”, aseguró Strologo.
“La labor del tribunal es verificar si se reunieron pruebas para condenar a los acusados y la carga de demostrar con pruebas lo que se dice al tribunal es de los fiscales y la querella”, dijo y agregó que “en este caso particular se tomaron más de 7 años para investigar pero que no lograron el cometido”.
Para los magistrados el Estado no logró a través de sus fiscales como tampoco de la actividad de los representantes de la querella probar con la certeza necesaria en esta etapa que las personas acusadas son culpables de los delitos que se le achacaron. Y señaló que “la versión de la acusación, —es decir que a Paula la privaron de su libertad, la obligaron a practicarse un aborto que la llevó a la muerte y contaron con cobertura policial para encubrir el hecho e hicieron desaparecer su cuerpo —no surgió de investigaciones estatales, sino de una serie de datos y comentarios recolectados desde el dolor por su ausencia, armados por el imaginario popular que se fue alimentado con el tiempo y clamor social”.
¿A quién corresponde?
Si bien algunas defensas pusieron el foco en el protagonismo social del padre de Paula — un hombre de 70 años, mecánico, con sexto grado de la primaria terminado — en la presión social y el rol de los medios de comunicación. Lo cierto es que esta investigación llevó más de 7 años y medio, dónde se arrancó con una búsqueda de paradero, se cuestionó la moralidad de la víctima, no se trabajó con perspectiva de género, donde hubo marchas y contramarchas de los funcionarios que llevaron adelante el caso y hubo reiteradas decisiones judiciales incluso contradictorias y un cuerpo de una mujer embarazada de 6 semanas que nunca apareció.
Antes de dar a conocer las absoluciones por unanimidad Strólogo dijo: “Hoy termina el juicio contra los acusados, lo que no puede ni debe terminar –de parte de quien corresponda–, es la búsqueda de Paula Perassi y lo que paso con ella”. Entonces la pregunta es: ¿A quién le corresponde?
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