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Desaparecida hace 36 años

Caso Orlandi: abrirán dos tumbas en el Vaticano para ver si contienen sus restos

La joven italiana desapareció hace 36 años sin dejar rastros en Roma. Era hija de un funcionario del Vaticano que trabajaba directamente con el papa Juan Pablo II y siempre se pensó que su secuestro podía haberse utilizado para presionar a la Santa Sede por los secretos que guardaba el padre


El Vaticano abrirá este jueves dos tumbas del cementerio alemán que se encuentra junto a la Basílica de San Pedro como “primer paso” para verificar si contienen los restos de la joven italiana Emanuela Orlandi, desaparecida hace 36 años sin dejar rastros en Roma.

Por disposición del fiscal vaticano Gian Piero Milano, la justicia vaticana abrirá este jueves dos tumbas para iniciar el camino que pueda determinar si Orlandi está enterrada en el lugar, como pidió investigar la familia.

Según anunció la Santa Sede, serán abiertas la llamada “Tumba del Angel”, en la que está enterrada la princesa Sofía von Hohenlohe, fallecida en el 1836 y la adyacente, en la que está enterrada la princesa Carlotta Federica de Mecklenburgo, fallecida en el 1840.

El caso de Orlandi, una joven de 15 años, hija de un empleado del Vaticano, desaparecida el 22 de junio de 1983, se ha convertido desde entonces en uno de los misterios más extraños de las últimas décadas en Italia, con gran repercusión a nivel internacional.

Durante las excavaciones estarán presentes la familia de Orlandi y la de las personas enterradas en las dos tumbas de manera oficial.

Tras la apertura, Giovanni Arcudi, uno de los mayores expertos en antropología forense y profesor de medicina legal en la Universidad de Tor Vergata, se encargará del análisis de los restos y del relevamiento de muestras para el posterior examen de ADN, en presencia del perito y abogado de la familia Orlandi.

“En esta fase estamos hablando de una investigación de antropología forense, que precisamente tiene como objetivo llegar al diagnóstico a través del examen morfológico de los huesos”, adelantó Arcudi a la prensa vaticana.

“Los tiempos de implementación estándar pueden ser de tres, cuatro, cinco horas, tratándose de dos tumbas”, planteó el experto.

La decisión de la justicia vaticana llegó tras “una fase de investigaciones” en la que se buscó “reconstruir las etapas de este largo, doloroso y complejo caso”.

La propia familia hizo el pedido de investigar una tumba del cementerio alemán luego de que su abogada, Laura Sgrò, recibiera una carta anónima con indicaciones de “investigar al ángel”, en referencia a una de las lápidas del lugar.

Tras la apertura, Arcudi encabezará el estudio de ADN para determinar la identidad, un proceso que podría demorar hasta 60 días, explicó.

“Aparte del examen morfológico de los huesos, el examen de ADN se realizará en todo caso para llegar a certezas y excluir de forma definitiva y categórica que en las dos tumbas haya algún resto atribuible a la pobre Emanuela”, detalló.

El año pasado, la aparición de huesos humanos en la nunciatura del Vaticano en Italia había alimentado sospechas sobre una posible relación con el caso Orlandi, pero fueron luego desestimadas por los peritos.

El caso Orlandi es una pieza clave en el entramado de crímenes sin resolver en Italia. Lo tiene todo e implicó en su momento a la mayoría de grandes poderes del país.

La adolescente desapareció el 22 de junio de 1983 sobre las siete de la tarde, cuando salía de su clase de flauta, en un edificio pegado a la basílica de San Apolinar, junto a la romana plaza Navona. Era hija de un funcionario del Vaticano que trabajaba directamente con el papa Juan Pablo II y siempre se pensó que su secuestro podía haberse utilizado para presionar a la Santa Sede por los secretos que amasaba el padre.

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