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Un caso de trata

Caso Natalia Acosta: defensa pública federal será querellante

El organismo nacional acompañará a la familia de la víctima, cuyo último rastro se perdió en 2009 en el prostíbulo santafesino Místico.


El Ministerio Público de la Defensa de Nación resolvió el acompañamiento institucional al papá y la mamá de Natalia Acosta, la joven de 21 años que despareció en mayo de 2009 tras estar en un cabaret en plena peatonal de la capital santafesina. María Cristina Balán y Ariel Acosta tendrán este asesoramiento desde la defensa pública federal como querellantes en el marco de la causa que investiga su desaparición bajo sospecha de explotación sexual. El 1° de noviembre pasado, la investigación pasó a tramitarse ante el Juzgado Federal N° 2 de la ciudad de Santa Fe, luego de haber estado trunca su pesquisa durante años en la el Poder Judicial provincial.

“El caso participa de las características explicitadas en la cláusula sexta de las Reglas de Admisión de Querellas, diseñadas especialmente para compatibilizar las misiones y objetivos que constitucional y convencionalmente se imponen a este organismo, motivo por el que se concederá patrocinio institucional, en miras de continuar con el interés querellante oportunamente tutelado por el Ministerio Público de la Defensa (provincial), a cargo del Gabriel Ganón”, describió Martínez en el fallo.

Es por ello que los padres de Natalia contarán con el asesoramiento legal del titular de la Defensoría Pública Oficial ante los Juzgados Federales de Primera Instancia de San Nicolás, Héctor Silvio Galarza Azzoni; de la secretaria a cargo del Programa de asesoramiento y patrocinio para las víctimas del delito de trata de personas, Marcela Virginia Rodríguez, y del Oficial Mayor de la Defensoría Pública Oficial ante los Juzgados Federales de Primera Instancia de Santa Fe, Mariano Rosatti.

A principios de noviembre, luego de un dictamen favorable de la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, la Corte Suprema de Justicia de la Nación aceptó que el caso que investiga la desaparición de Natalia Acosta pase al fuero federal para que el delito sea investigado bajo su competencia, dejando de lado así la intervención de la Justicia de la provincia de Santa Fe, la que había caratulado el caso como averiguación de paradero, según explicó el defensor Ganón en la conferencia de prensa que brindaron junto a los padres de la joven el viernes 4 pasado en Santa Fe.

Además, en la presentación se hizo pública la solicitada al Estado argentino del Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias de las Naciones Unidas, instando a que se extremen las medidas investigativas para poder determinar el paradero de Natalia Acosta. El organismo de las Naciones Unidas solicitó también que se investigue y se sancione a los eventuales responsables de su desaparición forzada. Esta resolución surgió tras el tratamiento del caso presentado por Ganón en el 110ª período de sesiones desarrollado en Ginebra, Suiza, desde el 19 al 23 de septiembre de este año.

Un caso de trata

Hace siete años que la familia de Natalia insiste en que la joven fue víctima de una red de trata y durante todo este tiempo fueron ellos los que hicieron alguna investigación y fueron presentando sin suerte las pruebas sistemáticamente al Juzgado de Instrucción 5ª, a cargo del magistrado Darío Sánchez.

Natalia se prostituía en la esquina de 25 de Mayo y Suipacha y la noche en que desapareció estuvo en el cabaret Místico, ubicado muy cerca, en pleno microcentro de la ciudad de Santa Fe.

La pareja de la joven de 21 años era Eduardo Daniel Ruiz, joven que era su pareja y sindicado como su proxeneta. Ese 29 de mayo, Ruiz le había pedido que a las 3 de mañana volviera a la casa que compartían en Santo Tomé. Sin embargo, la muchacha nunca volvió a ser vista por ninguno de sus allegados.

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