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En peligro

Caso Jesica: un hostigamiento que no cesa

Jesica B., la joven que realizó 36 denuncias contra su ex pareja, volvió a sufrir un episodio de violencia cuando la forzaron a subir a un auto, el martes por la noche, donde cuatro hombres la golpearon y luego la arrojaron a una zanja.


Una semana después de que Jesica B., la víctima en el primer juicio oral por violencia de género del nuevo sistema penal, recibiera una amenaza en la puerta de su domicilio con la leyenda “Te tengo” (la misma que había encontrado hace un año), la joven de 30 años fue víctima de otro episodio de violencia machista. La leyenda se convirtió en un hecho cuando en la noche del martes un hombre la apresó, en inmediaciones de su vivienda, y la subió de manera forzada a un vehículo. Junto a otros tres acompañantes la golpearon y mantuvieron secuestrada por aproximadamente 20 minutos, hasta que un móvil policial la encontró, minutos después de que Jesica accionara su botón de pánico.

Si bien la joven no identificó la presencia de su ex pareja al interior del vehículo, no se descarta una posible vinculación con el agresor. En tanto, la fiscal de la Unidad de Violencia de Género, Raquel Almada, señaló que reforzarán la custodia en el domicilio de la víctima y que ya está en curso la investigación del hecho.

Un calvario que continúa

La historia de Jesica trascendió públicamente por convertirse en la primera víctima de violencia de género que llegó a juicio oral en el nuevo sistema penal. La joven de 30 años y madre de 4 niños había realizado 36 denuncias contra su ex pareja, y padre de sus hijos, Néstor Anchaval, quien en mayo de este año fue juzgado por cuatro hechos y condenado por dos, por los delitos de amenazas, desobediencia y violación domiciliaria con daños. La pena que impartió el juez Leiva fue de tres años de prisión efectiva pero Anchaval salió en libertad en julio, porque la condena no está firme, ya que fue apelada y se espera la resolución de la Cámara.

Los hostigamientos continuaron. Apenas, a 20 días de recuperada la libertad por parte de Anchaval, volvió a ser intimidada con un escrito en la puerta del domicilio que comparte con sus hijos bajo la leyenda “Te tengo”, la misma que había escrito el acusado un año atrás y por la que fue juzgado.

En la noche del martes, la amenaza se concretó. Eran cerca de las 20.30 cuando Jesica salía de su domicilio para hacer unas compras, previo aviso a la custodia permanente que tiene en la puerta del edificio. Alcanzó a caminar apenas unos metros, cuando un hombre se acercó, la tomó del cuello y la forzó a subir a un vehículo particular. Según la denuncia de la joven, en el interior del auto había otros tres hombres más. La sentaron en la parte trasera, en el medio, la golpearon y la forzaron a bajar la cabeza para que no pudiera identificar a los agresores. Jesica activó el botón de pánico y advirtió a los captores que un móvil policial iba al encuentro. Según fuentes judiciales, éstos se asustaron, intentaron quitarle el botón y finalmente la arrojaron del auto desde donde posteriormente fue encontrada en una zanja por un móvil del comando radioeléctrico. Allí fue asistida por vecinos del lugar y trasladada al Heca, donde se constataron las lesiones.

La fiscal de la Unidad de Violencia de Género, Raquel Almada, adelantó que la Fiscalía tiene detalles del auto y de la descripción física de uno de los hombres, pero que se mantendrán en reserva para no entorpecer la causa.

“Ella no vio a su ex pareja en este grupo pero eso no descarta que pueda llegar a tener alguna vinculación. Tenemos varias líneas de investigación en marcha, con investigadores ya abocados para tratar los detalles que brindó Jesica en su primera declaración y poder ahondar en esos puntos. En este momento ella no se encuentra bien, la declaración que prestó anoche (por el martes) nos alcanza para iniciar y profundizar la investigación. La vamos a entrevistar lo menos posible para no revictimizarla. Ya hay una psicóloga de la comisaría de la mujer en su domicilio para brindarle contención y apoyo psicológico”, señaló Almada.

La fiscal sostuvo que tras los últimos hechos solicitaron que se refuerce la custodia. “Cuando Anchaval recuperó la libertad, antes de la feria judicial, la Fiscalía solicitó al Ministerio de Seguridad una custodia permanente las 24 horas, con reserva de su domicilio. A raíz de los hechos se volvió a pedir nuevamente custodia. Actualmente, y luego de esta nueva denuncia, se articuló una custodia femenina dentro del domicilio y otra en la puerta. Los detalles de la metodología escapan a la organización de la Fiscalía”, expresó Almada.

Por su parte, desde la ONG Ampliando Derechos, Nora Giacometto señaló que la semana pasada habían advertido la presencia de un auto con movimientos sospechosos en el barrio. “El jueves hablé con la fiscal, consideramos que el móvil fijo no nos servía, porque hay varias entradas al edificio de Jesica. A ella la secuestran a la altura de Viamonte al 7100 y el botón empieza a reportar a la altura de Viamonte al 5800. Se la estaban llevando”, denunció la referente del colectivo que acompañó a la joven durante todo el proceso.

Según describió, Jesica fue dada de alta pero permanecía en reposo debido a los traumatismos de hombro y tobillo que le causaron los golpes. “Jesica está mal, tiene golpes producto de la caída, marcas en el cuello de cuando le querían arrancar el botón”, detalló Giacometto, al tiempo que cuestionó el accionar de la Justicia.

“La justicia sigue dejando mucho que desear. En tanto los jueces no estén capacitados para impartir justicia con perspectiva de género, con conocimiento de la ley 26.485, que es la violencia de género, vamos a seguir sufriendo muertes de compañeras. Porque esta vez se salvó pero no se qué va a pasar después. La intención era secuestrarla y cuando desaparece un cuerpo no hay evidencia”, sentenció.

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