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Caso Conti: nueva carátula

El juez de instrucción Juan Andrés Donnola tuvo en cuenta los pedidos del fiscal y la querella, y resolvió imputar a uno de los dueños del boliche Galileo por homicidio simple y a su socio por lesiones graves.

La causa por el homicidio del joven Pablo Conti, cometido a principios de marzo último en la puerta de un boliche bailable de la ciudad de Pérez fue recaratulada luego de que uno de los implicados en el hecho señalara a otro de los presuntos autores del crimen, el dueño del boliche Galileo, Daniel Lungo, como quien apuñaló a la víctima, por lo que será indagado por homicidio simple. El cambio de carátula se realizó luego de la declaración indagatoria de Pablo Testa, socio de Lungo, quien quedó imputado de lesiones graves.

La semana pasada el fiscal del caso, Enrique Paz, había solicitado al juez Juan Andrés Donnola el cambio de carátula y que la causa pasara de homicidio en riña a homicidio simple para Daniel Lungo y lesiones graves para Pablo Testa. Mientras que la abogada querellante pidió que Lungo sea indagado por homicidio doblemente agravado por ensañamiento y alevosía y a Testa por tentativa de homicidio.

Fuentes cercanas a la causa indicaron que el juez Donnola hizo lugar al pedido del fiscal y por lo tanto el dueño del boliche Galileo, Daniel Lungo, deberá declarar nuevamente, esta vez bajo la carátula de homicidio simple; mientras que su socio, Pablo Testa, fue imputado de lesiones graves, aunque la misma está supeditada al dictamen forense, que deberá decir cuáles hubieran sido las incidencias de las lesiones provocadas en caso de que Conti no hubiera fallecido.

Entre otras cosas, el magistrado habría tenido en cuenta la declaración indagatoria que se hizo a pedido de Testa, quien declaró haber visto cuando su socio, Daniel Lungo, le pegó un puntazo a Conti, remarcaron voceros del caso, quienes además mencionaron que los dos acusados, que están tras las rejas desde el sábado 6 de marzo pasado, se declararon inocentes.

El homicidio de Pablo Conti ocurrió en la madrugada del sábado 6 de marzo, durante una pelea que se produjo en la puerta del boliche Galileo, ubicado en 9 de Julio y avenida Belgrano, en Pérez.

Desde el mismo momento del hecho se escucharon varias versiones. Luego de tomar más de una docena de declaraciones, se concluyó que todo comenzó en el interior del boliche bailable, cuando un amigo de Pablo Conti discutió con Daniel Lungo. A raíz de esta pelea, los patovicas del lugar los echaron a Conti y sus amigos. Enojados por la situación, intentaron ingresar nuevamente al boliche, pero los encargados de la seguridad se lo impidieron.

La pelea entonces siguió en la calle y luego en la plaza ubicada frente al boliche, donde los propietarios de Galileo agredieron a Conti con un arma blanca, provocándole una “herida punzocortante en el tórax izquierdo que le perforó un ventrículo del corazón y que le provocó la muerte horas más tarde en el hospital Provincial”, especificó en su momento una fuente. En tanto, un amigo de Conti, José L., recibió un puntazo, por lo que debió ser hospitalizado.

A esta versión –reconstruida en base a varios testimonios– se le sumó la palabra de varias personas que vieron salir “como loco” del boliche a Daniel Lungo e ir directamente a atacar a Conti, quien pedía a gritos que pararan porque lo habían herido. Algunos incluso señalaron que el joven, mientras mostraba su pecho sangrando, para algunos decía «ya está, viejo» y para otros «paren, paren que me cortaron», pero sus atacantes no oyeron nada. Si bien en un primer momento se mencionó que dos patovicas lo levantaron, lo hicieron cruzar la calle y le golpearon varias veces la cabeza contra una columna de cemento, otras mencionaron que quien lo golpeó fue el propio Testa, remarcaron las fuentes.

En la mañana del sábado 6, cuando todavía no se conocía la noticia de la muerte de Conti, los amigos de la víctima prendieron fuego un auto Renault 12, que pertenecía a uno de los dueños y estaba estacionado frente al local. Luego, rompieron los vidrios de una clínica médica ubicada a una cuadra, propiedad del padre de Lungo y por la tarde incendiaron un Mazda color gris, propiedad del otro dueño de Galileo.

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