Tras 20 allanamientos que llevó a cabo este jueves por la madrugada la Tropa de Operaciones Especiales (TOE), siete personas quedaron detenidas, entre ellas cuatro ex jefes de Policía de la provincia y el abogado de Esteban Alvarado, Claudio Tavella, informaron fuentes judiciales. Las capturas se hicieron en el marco de la investigación de la causa por asociación ilícita y homicidio que se sigue contra Alvarado: este hombre está acusado como instigador del asesinato del prestamista Lucio Maldonado, ocurrido hace un año, de liderar una banda mixta de civiles y uniformados, en el fuero provincial, e iba a ser indagado también este jueves por primera vez por la Justicia federal en un caso de narcotráfico, aunque el trámite se suspendió.
Entre los aprehendidos en el operativo de ayer están el ex jefe de Drogas Peligrosas Gustavo Spoleti, el comisario Luis Quevertoque, quien estuvo a cargo de la Brigada Operativa de la División Judiciales y tuvo un rol preponderante en la investigación provincial contra la banda de Los Monos, enemiga íntima de Alvarado; el ex subjefe de Antinarcóticos de Policía de Investigaciones Javier Makhat, y el ex Drogas Peligrosas Cristian “Chamuyo” Di Franco, quien se entregó a la Justicia luego de que su casa fuese allanada. A los jefes policiales se suman los civiles Jorge Antonio Benegas, ya imputado como testaferro de Esteban Alvarado, y Luciano Privitera, además del abogado Tavella.
Los allanamientos de este jueves fueron ordenados por los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra. Se los comunicaron la noche anterior a la TOE, que los inició alrededor de las cinco de la mañana con el comando del jefe de esa repartición, Maximiliano Bertolotti. Los operativos tuvieron varios objetivos: domicilios de Rosario, Roldán, Capitán Bermúdez, Funes y Coronel Bogado.
Declaraciones del jefe de la TOE
Bertolotti indicó que la información que dio pie a las órdenes fiscales surgió del análisis de los elementos secuestrados a Alvarado a principios de febrero último, cuando lo detuvieron en la localidad cordobesa de Embalse Río Tercero.
Los datos clave, dijo el oficial, son los obtenidos de su celular, que Alvarado arrojó al lago pero fue recuperado y su contenido recobrado. También hubo otros elementos que condujeron a las personas detenidas y los domicilios allanados: testigos, fotografías y escuchas telefónicas.
Alvarado, en paralelo, iba a ser indagado ayer por la Justicia federal, por primera vez, en relación con los delitos de narcotráfico que se le atribuyen desde hace una década: iba a ser acusado como organizador del tráfico de 500 kilos de marihuana de Rosario a General Roca, en Río Negro, que fueron interceptados por la policía de esa provincia en noviembre de 2017, caso que tiene a cuatro rosarinos en-causados.
Esa medida se suspendió “atento que el ministro Maximiliano Pullaro informó que por cuestiones de seguridad no era posible trasladar al mismo al Juzgado Federal Nº 4 en el día de la fecha”, comunicaron desde los Tribunales federales. También se dijo que se había postergado ante la detención del abogado de Alvarado, Tavella.
El Ministerio Público de la Acusación, en tanto, investiga los hechos de sangre del empresario y de su banda. Los fiscales Edery y Schiappa Pietra dieron una conferencia de prensa ayer al mediodía para detallar algunos elementos de la pesquisa y dijeron que la audiencia imputativa contra los siete detenidos se llevará adelante hoy a las 13.
“Prestaron colaboración o realizaron algún aporte” a la asociación ilícita liderada por el ex convicto por robo de autos Alvarado, hoy de 42 años, dijeron los fiscales sobre los ahora detenidos, y añadieron que los policías, todos de rangos relevantes, al igual que los hermanos Marcelo y Martín Rey (ya detenidos en la misma causa), cumplieron la función de “proveer impunidad a las acciones que llevaba a cabo la asociación” ilícita. El caso también tiene imputados a otros dos uniformados, Pablo Báncora y Jorgelina Chaves.
Alvarado está detenido desde febrero con prisión preventiva tras ser imputado por la Justicia de Rosario como líder de una asociación ilícita destinada a cometer diferentes delitos. Lo que permitió su arresto fue su presunta autoría intelectual del crimen de un prestamista llamado Lucio Maldonado, que fue secuestrado, torturado y asesinado en noviembre de 2018.
El rastreo del GPS de un vehículo utilizado en el homicidio permitió a los investigadores llegar hasta una propiedad ubicada en las afueras de Rosario, donde se presume que estuvo secuestrado Maldonado, que es propiedad de Alvarado.
También fue imputado en febrero como instigador de dos ataques a balazos a edificios judiciales de Rosario, que in-tentó hacer pasar como bala-ceras ordenadas por los cabe-cillas presos de la organización criminal Los Monos, con la que está enfrentada.
“Cuando detuvimos a Esteban Alvarado y logramos rescatar el celular en el río y luego abrirlo, sabíamos que se podía llegar hasta el hueso”, dijo ayer a través de su cuenta oficial de Twitter el ministro de Seguridad de Santa Fe, Maximiliano Pullaro.
Se refirió así a la recuperación de un iPhone que estaba en poder de Alvarado y fue enviado a Estados Unidos para desencriptarlo, lo que permitió ampliar la investigación a los fiscales Edery y Schiappa Pietra.
El funcionario consideró que con la caída del presunto narco “se abría la Caja de Pandora” y valoró la tarea del Organismo de Investigaciones (OI, la Policía Judicial) que conduce Marcelo Saín, pieza clave para desmantelar la organización criminal.
Si bien el nombre de Alvarado forma parte de la crónica policial desde hace años como presunto jefe de una banda narco de gran envergadura, recién ayer iba a ser indagado por primera vez por ese delito. En las escuchas de varias causas provinciales y federales apareció mencionado y su hermana y su cuñado fueron condenados en marzo pasado por narcotráfico.
Cuando fue detenido le restaban algunas pocas semanas para terminar de cumplir, en libertad condicional, una condena de seis años y seis meses de prisión por robo automotor al frente de la llamada banda de los Rosarinos, que sustraía vehículos en el norte del Gran Buenos Aires y los desguazaba o convertía en mellizos en Rosario.
Los cuatro policías detenidos ya habían sido relacionados con Esteban Alvarado
Acusan formalmente por primera vez a Esteban Alvarado por tráfico de drogas
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