Política

Represor alineado con Milei

Carta del Tigre Acosta: Pietragalla, Madres y Cels recuerdan cercanía de Villarruel con genocidas

El secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti, señaló el vínculo con la dictadura de la candidata a vicepresidenta de La Libertad Avanza, Victoria Villarruel, y recordó que "organizaba charlas con genocidas"


Victoria Villarruel es candidata a vicepresidenta de La Libertad Avanza.

Silvina Caputo/Télam

El secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti, recordó que la candidata a vicepresidenta de La Libertad Avanza (LLA), Victoria Villarruel, “organizaba charlas con genocidas” como Jorge Rafael Videla, después de que el ex capitán de fragata Jorge “Tigre” Acosta difundiera una carta alineada con la candidatura de Javier Milei para el balotaje.

“Es necesario recordar que Villarruel organizaba charlas con Videla. Es un personaje muy peligroso”, dijo Pietragalla Corti en diálogo con Télam, al tiempo que pidió no olvidar que la candidata a vicepresidenta “es hija de un militar”,  Eduardo Marcelo Villarruel, que “tuvo claras responsabilidades en plena dictadura”.

Además, consideró imprescindible refrescar la actuación del “Tigre” Acosta durante el terrorismo de Estado: “Entre abril de 1976 y principios de 1979, ejerció la máxima autoridad dentro de la Unidad de Tareas 3.3.2 en la Esma, fue jefe de Inteligencia y continuó vinculado a las tareas represivas desplegadas por el Grupo de Tareas (GT) hasta el fin de la dictadura”, dijo.

Además, el funcionario especificó que las tareas del genocida “se centraron principalmente en las actividades de inteligencia e interrogatorio mediante la aplicación de tormentos”.

También afirmó que “en el año 1980 Acosta estuvo entre los oficiales del GT enviados al extranjero para continuar con sus acciones de inteligencia. Más precisamente, a él le tocó ir a España”, añadió.

Acosta se encuentra condenado por delitos que van desde secuestros, torturas, abusos sexuales, robos de bebés y desapariciones, y en la carta que hizo circular el martes pasado afirma que “no” tiene intención de “interferir” en el balotaje del 19 de noviembre aunque agrega que “se aproxima la hora del conocimiento de la verdad, pero no la que se dice que es la verdad que surgió de juicios manejados por la «patria socialista»”, y recomienda la lectura de un escrito de otro genocida con quien comparte cárcel.

Se trata del ex oficial de inteligencia del Estado, Jorge Héctor di Pasquale, quien también habría recibido visitas en la prisión de la candidata a vicepresidenta de Milei, según publicó esta semana El Destape.

El ex marino hizo circular su opinión desde la Unidad 34 de Campo de Mayo, donde está detenido, mediante en el sitio web “Prisionero en Argentina”, que funciona como un órgano de difusión contrario al juzgamiento de los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura.

Allí agrega que no tiene “intención de interferir en el proceso electoral”, pero insiste en los postulados de Milei en el sentido de que “existió una Guerra Civil Revolucionaria Terrorista Trotskista en los años ’70”, y se define como veterano de guerra.

Además, vuelve a cuestionar la cifra de los 30 mil desaparecidos al tiempo que sugiere la lectura de uno de los libros de Di Pasquale que habla en ese sentido y también está acusado de delitos de lesa humanidad tanto en la ciudad de La Plata como en Neuquén.

Frente a la nueva provocación del ex marino, Taty Almeida de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, recordó en diálogo con Télam que la compañera de fórmula de Milei visitaba represores en la cárcel porque “como dice el dicho, Dios los cría y ellos se juntan”.

Y agregó que “ahí está la prueba evidente de cómo se han envalentonado estos genocidas ante sus referentes, sus repudiables referentes, Milei y Villarruel”, calificó.

“Pero se darán cuenta ahora, el «Tigre» Acosta y sus amigos, que han caído en desgracia”, puntualizó Almeida tras el resultado de las elecciones del domingo pasado que ubicaron al libertario en un segundo lugar, detrás del ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa.

Les dijo además “al «Tigre Acosta» y a los que, como él, están pagando con cárcel perpetua por el genocidio que cometieron, que no se ilusionen porque siempre la verdad va a triunfar”, al tiempo que lamentó que “estos personajes ensucien la memoria de Alejandro (su hijo) y la de todos nuestros hijos”.

Del mismo modo, desde el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), la coordinadora del equipo de Memoria, Verdad y Justicia, Sol Hourcade, recordó a Télam que el «Tigre» Acosta “es uno de los represores más conocidos de la Esma y hasta de la Argentina por la aberración de los delitos que cometió”.

“Formalmente, desde diciembre de 1975 estaba a cargo de la jefatura de Vigilancia y Seguridad de la Esma, y con el pase al accionar represivo de la escuela fue designado jefe de Inteligencia de la Unidad de Tareas 3.3.2 y en la práctica era la máxima autoridad allí”, puntualizó.

La coordinadora añadió que “se comprobó judicialmente su desempeño como jefe de Inteligencia y del accionar represivo de la Esma desde abril del ’76 hasta septiembre del 79”, y que “varios sobrevivientes lo han reconocido como uno de los que lideraba la represión, uno de los que decía tener el poder para definir sobre la vida y la muerte de los secuestrados”.

Incluso “recibió muchas felicitaciones y halagos de sus jefes por su accionar represivo”, añadió Hourcade.

También lamentó que “recién fue cuestionado por la Armada en democracia cuando salió en fotos con personajes de la farándula”, pero señaló que “por su accionar represivo en ese entonces había sido muy halagado”.

“Su responsabilidad penal se comprobó en numerosos juicios, varios de ellos sobre hechos cometidos dentro de la Esma, en esa causa y los diferentes tramos que llegaron a juicio oral, y también en el juicio de plan sistemático de apropiación de niños y niñas”, enumeró.

Hourcade reseñó que Acosta “fue condenado a perpetua en dos causas por privaciones ilegales de la libertad, sometimiento a tormentos, homicidios y violaciones sexuales”.

Además, “en uno de los juicios que se realizó en la causa Esma se comprobó que el «Tigre» Acosta era quien sometía sexualmente a algunas víctimas y habilitaba que otros oficiales y en general todo el personal que operaba represivamente allí, pudiera cometer abusos sexuales contra las personas que estaban en ese lugar secuestradas”.

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