“Estar en la laguna El Saco es ser parte de la naturaleza, es una de las joyas naturales que atesora el Paraná”. Con esa frase, Francisco Carranza, padre de Cecilia, la rosarina campeona olímpica en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, pintó de cuerpo entero una de las tres sedes que tendrán los IV Juegos Suramericanos de Playa.
“Pancho”, como lo conocen todos en el Yacht Club, no es sólo un papá orgulloso. Es también el presidente de la histórica entidad ubicada en la zona norte de la ciudad y titular de la Asociación Santafesina de Vela, con una vida entera al servicio del deporte. “Este tipo de eventos sirve para arrimar a la sociedad una cultura deportiva”, contó Carranza en relación al evento que llegará a Rosario en marzo de 2019.
“Hay mucha gente que se arrimó al río en los últimos años, pero para nosotros siempre fue nuestra vida. El primer punto del estatuto del club es promover la actividad náutica y por eso estamos dispuestos a poner a disposición toda la infraestructura”, expresó.
Además, remarcó que el yachting a nivel nacional está en pleno crecimiento y destacó que “Argentina es uno de los países que más clubes y embarcaciones tiene”. Al tiempo que analizó: “La posibilidad de hacer deporte está al alcance. Hay otros países con mucha tradición náutica que no tienen clubes”, puntualizó.
A la hora de describir las características de El Saco, lugar donde se desarrollará la competencia de vela, Carranza puso de relieve que “es una zona emblemática, en la cual se llega en 20 minutos desde nuestra costa para ser parte de la naturaleza y ver en medio del silencio como se mueve toda la ciudad”.
“La cancha es ideal porque no tiene corriente, no tiene barranca y los vientos son limpios. Tiene un diámetro de 3.600 metros”, agregó sobre el escenario deportivo.
Pero para Carranza, el hecho que lo marcó para siempre tiene que ver con la medalla de oro conseguida por su hija en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Un sentimiento que nunca olvidará: “Estoy agradecido a la vida de haber tenido la oportunidad de ver a un hijo llegar a ese éxito, algo que no tiene comparación”.
