Alvaro Arellano
El Frente de Izquierda Unidad es la síntesis que lograron el Partido Obrero (PO), el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) y la Izquierda Socialista (IS) de cara a las Paso de septiembre. A nivel provincial, Carla Deiana competirá como precandidata a diputada nacional en la lista que encabeza Irene Gamboa para llegar al Senado. Desde el frente van por el voto disperso ante “el hastío de la población trabajadora con los partidos tradicionales”.
A poco de las elecciones primarias, la socióloga y aspirante a una banca en la cámara alta, Carla Deiana, analizó la realidad santafesina y mencionó los temas que consideró vitales para llevar al debate en el Congreso. “Las consecuencias letales de la pandemia se han descargado sobre las espaldas de los trabajadores nuevamente, no salimos mejores, salimos más golpeados”, aseguró en exclusiva con El Ciudadano.
-¿Cómo ves en este momento a Santa Fe ?
La vemos con un polo agroexportador que factura el 85% de las exportaciones del país y dos grandes conglomerados urbanos como el Gran Rosario y el Gran Santa Fe que están entre las primeras diez ciudades del país con mayor desocupación. Estamos viendo el hastío de la población trabajadora con los partidos tradicionales, con el sistema político que no ha podido traducir en una actividad ejecutiva toda esa riqueza que se produce en una mejora de calidad de vida, entonces vemos falta de trabajo, salarios y jubilaciones que no alcanzan y un enorme problema de falta de vivienda popular, así que vemos una Santa Fe muy desigual.
-¿Cómo crees que la pandemia afectó a la provincia?
En lugar de procesar esta situación extraordinaria para tomar medidas extraordinarias contra los beneficiados de siempre, vemos que se ha procesado la pandemia para avanzar, por ejemplo, contra los derechos laborales. Ahora con el tema de la vacuna se está planteando la posibilidad de penalizar con no recibir su salario a personas que no tienen el derecho garantizado de ser vacunadas.
Lo mismo con el sistema de salud, era la posibilidad de avanzar con la centralización del sistema, tener un único servicio público con las obras sociales, el sistema privado y el estatal en una única atención, pero en lugar de esto, se ha reforzado el negocio de los sanatorios y clínicas privadas.
En materia salarial y de jubilaciones lo mismo, podríamos haber aprovechado la pandemia para tratar impuestos progresivos a las grandes fortunas, mejorar la situación de vida de las mayorías trabajadoras, pero tenemos una realidad que anuncia la Revista Forbes, con una minoría mundial cada vez más rica y una mayoría mundial cada vez más pobre.
Las consecuencias letales de la pandemia se han descargado sobre las espaldas de los trabajadores nuevamente, no salimos mejores, salimos más golpeados.
-¿Cuáles son los problemas que tienen hoy los santafesinos?
Son los problemas del país, falta de trabajo y cierre de fábricas que está asolando a la provincia. Un ejemplo es el de la fábrica Dow que va a cerrar el año que viene si no se interviene, nosotros planteamos que se estatice y se garanticen esos puestos de trabajo.
El segundo problema son los salarios y las jubilaciones que no alcanzan para nada. Hoy los jubilados son indigentes después de haber aportado una vida de trabajo.
El tema de la vivienda también es un gran problema popular, creo que por eso se han multiplicado los asentamientos precarios. El hacinamiento en medio de la pandemia empujó a las familias más jóvenes a tener que buscar un espacio donde vivir en el contexto de encierro.
La cuestión ambiental también nos afecta a todas las clases por igual, estamos siendo víctimas de una depredación ambiental muy fuerte.
-¿Cuáles son las propuestas que te gustaría plantear en el Congreso para que se debatan?
En primer lugar hay que plantear la nacionalización de los puertos, terminar con las privatizaciones menemistas que han sostenido las gestiones del Frente Progresista y actualmente la gestión del Frente de Todos. Es necesario recuperar los puertos para combatir el delito organizado y para recuperar lo que entra y sale del país para el consumo popular.
El segundo punto que planteamos para la preservación del ambiente es el poder de veto para las comunidades de cercanía de los procesos contaminantes. Así como debiera haber poder de veto de los obreros en las fábricas para frenar un proceso que puede poner en peligro la vida del trabajador, que las comunidades de las escuelas y las asambleas populares puedan decir lo que no quieren. En las islas del Delta tiene que haber un parque nacional, no actividad ganadera.
En tercer lugar, salarios y jubilaciones. Es un eje nacional, 82% móvil y salario equivalente a la canasta familiar, hoy en 110 mil pesos.
Como participantes del movimiento de la mujer, nosotras desde el plenario de trabajadoras planteamos la creación de un Consejo Autónomo de las Mujeres, electo y revocable por las mujeres, porque entendemos que el Ministerio de las Mujeres no nos está dando respuestas.
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