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Caren Tepp: “Hay que devolverle el poder a la gente para gobernar en la ciudad”

La candidata a concejala Caren Tepp encabeza la lista de Ciudad Futura y busca renovar su banca en el Palacio Vasallo en las elecciones del 10 de septiembre, en las que acompaña a Juan Monteverde, quien disputará la intendencia desde Rosario Sin Miedo


Foto: Franco Trovato Fuoco.

La candidata a concejala Caren Tepp encabeza la lista de Ciudad Futura y busca renovar su banca en el Palacio Vasallo en las elecciones del 10 de septiembre en las que acompaña a Juan Monteverde quien disputará la intendencia desde Rosario Sin Miedo, el frente armado junto al Movimiento Evita.

En diálogo con El Ciudadano, Tepp destacó la importancia de acercar las decisiones políticas a la ciudadanía y, en ese sentido, habló de la necesidad de que el Concejo municipal pueda trabajar desde los territorios para estar en contacto con las problemáticas cotidianas de vecinas y vecinos de todos los barrios de la ciudad. 

Tras el resultado de las Paso nacionales consideró que existe un fuerte descontento de la sociedad con la actual forma de hacer política que debe ser canalizado con propuestas concretas y horizontes de futuro.

—¿Qué expectativas tienen para las elecciones generales tras el resultado de las Paso provinciales? 

—Cuando iniciamos este año Juan lanzó una carta que era la convocatoria a la construcción de una Rosario Sin Miedo porque entendíamos que la crisis que vivía la ciudad requería que los distintos espacios políticos y la sociedad en su conjunto puedan bajar los niveles de diferencia para encontrar los puntos en común para volver a pensar en grande en nuestra ciudad. En las Paso provinciales la gente premió y abrazó esta nueva generación política que tiene que ver con una nueva lógica y forma de construcción que abraza la diversidad, que desborda las fronteras de los partidos políticos y que se anima a ir al encuentro de la sociedad civil, de las organizaciones sociales, sindicales, religiosas, incluso del sector privado, y de la cultura. Todos los actores que vivimos y construimos Rosario tenemos que ser capaces de afrontar este momento de la ciudad y para eso se necesita de nuevos liderazgos, como el encabezado por Juan Monteverde. Un liderazgo que se anime a construir con otros y con otras, y que entienda que es necesario gobernar con los territorios y con los sujetos organizados. Parte de la tarea es escuchar más, pero también descentralizar las decisiones y devolverle el poder a la gente para gobernar en la ciudad. 

—Hablabas de romper las fronteras entre los espacios políticos; ¿cómo resultó la articulación con el peronismo y cómo continúa de cara a las elecciones del 10 de septiembre? 

—Estamos en un momento de apertura. Logramos construir un escenario para las Paso que fueron transparentes y democráticas, donde los candidatos presentaron sus modelos de proyecto de ciudad sin agresiones y sin acusaciones. El día después de las elecciones se pusieron a trabajar en conjunto para seguir abriendo la participación. Hoy en Rosario Sin Miedo no solamente estamos quienes venimos de Ciudad Futura o quienes vienen del peronismo, sino que también se han ido sumando sectores del progresismo, hasta del propio socialismo, que buscaban un nuevo comienzo de participación y lo encontraron en esta propuesta. Para nosotros fue un camino de audacia política que requirió de generosidad, pero estamos muy contentos y contentas porque pudimos encontrarnos con militantes e incluso con cuadros políticos, técnicos y territoriales que vienen de distintas identidades políticas partidarias. Estamos poniendo en el centro lo que nos une, que es lo que la sociedad estaba demandando y encontró en nuestra propuesta política. 

También hay un recambio generacional en muchos de estos espacios. Tengo una expectativa muy grande de lo que va a ser el próximo Concejo y de poder trabajar juntos como un gran bloque oficialista que va a acompañar las transformaciones que Juan Monteverde lleve desde el Ejecutivo Municipal. 

La propuesta que estamos llevando adelante como Rosario Sin miedo está volviendo a enamorar y a reconectar a la gente con la política, algo que lamentablemente no estaría sucediendo a nivel nacional. En Rosario pudimos canalizar el descontento y desánimo de la gente hacia la política no con fascismo, ni odio, sino con una propuesta que profundiza la democracia y la política. Buscamos conectar los problemas de la vida cotidiana de las personas con las decisiones políticas, con los programas de gobierno y, sobre todo, mostrando las formas en que ya hicimos o que ya resolvimos muchos de esos problemas. Hay experiencia, hay trabajo, hay todo un desarrollo incluso dentro de la institución, pero también fuera, que dan cuenta de que se pueden resolver los problemas con más política y con más democracia.

—¿Qué los diferencia de otras propuestas políticas? 

—Lo que nos trajo hasta acá fue la capacidad de materializar nuestras ideas. Cuando decimos que para resolver la violencia y la desigualdad que existe, sobre todos los barrios populares, es necesario crear instituciones educativas, lo demostramos con nuestras escuelas que les permite a los jóvenes tener proyectos de vida alternativos a los que hoy les ofrece el sistema vinculados a las economías delictivas. No sólo son espacios de contención, sino de transformación que permiten ampliar horizontes, construir proyectos de vidas diferentes a todas esas juventudes. También en el caso de la producción, de la cultura, de la comercialización y de la posibilidad de vincular a los productores con los consumidores pudimos materializar un montón de políticas que la gente puede palpar y ver los resultados. 

Esa capacidad la hemos sostenido también dentro de las instituciones, ya que aún habiendo sido oposición en el Concejo Municipal siempre trabajamos para ofrecer una alternativa y lograr acuerdos. Hay tres políticas concretas de gobierno que involucran a toda la ciudad: la Empresa de Desarrollo Urbano, que lamentablemente este intendente no puso en marcha y que va a ser una prioridad en nuestro gobierno, la agencia contra el lavado de activos y la posibilidad de un sistema de reciclado con inclusión social. Las hemos propuesto desde la oposición y pudimos juntar las mayorías necesarias para que sean ordenanzas. Falta la voluntad política de llevarlas adelante y, por eso, la pelea para que Juan sea el próximo intendente. 

En este proyecto la gente encuentra cercanía, una política de escucha activa, pero también de poder acercar la toma de las decisiones a los lugares donde se viven las consecuencias de esas decisiones para profundizar esta democracia, devolverle el poder a la gente, y que sean protagonistas de lo que pasa en la ciudad. 

Foto: Franco Trovato Fuoco.

 

—En relación con tu candidatura para el Concejo, ¿qué tipo de proyectos necesita la ciudad para modificar la situación actual? 

—En el Concejo tenemos que poder volver al territorio. Abrir el Concejo a la ciudadanía, pero además acercarlo a los barrios de nuestra ciudad. Necesitamos un Concejo que pueda estar acompañando las propuestas del Ejecutivo de la mano de Juan, recuperar los distritos municipales desde una descentralización política. El Concejo tiene que volver a gestionar en los distritos de la ciudad, las comisiones de trabajo del Concejo tienen que poder trabajar desde las instituciones de la sociedad civil y de las instituciones comunitarias en cercanía con los vecinos y las vecinas de la ciudad. La descentralización política de las decisiones es central porque es una ciudad que, a consecuencia de un modelo de gestión de los últimos años, es cada vez más desigual, está cada vez más fragmentada y es necesario poder retejer el tejido social desde el plano institucional acercándonos a la diversidad compleja que tiene el territorio. Hay que instituir desde el Concejo mecanismos como la consulta popular para seguir democratizando la toma de decisiones. 

Acompañando la construcción de este nuevo plan de desarrollo, que vamos a llevar adelante con Juan en la Intendencia y como acuerdo plural con todas las instituciones de la ciudad, buscamos materializar esas ideas y esos proyectos desde el ámbito del Concejo Municipal. 

—¿Cómo analizás el resultado de las Paso nacionales? 

—La gente está buscando una salida, un cambio a lo que existe porque la política tradicional está en crisis. Las formas de hacer política que nos trajeron hasta acá ya no van más porque no están dando respuestas a los problemas de la vida cotidiana, pero tampoco nos están ofreciendo horizontes de futuro. La gran brecha que existe entre la política nacional y lo que le pasa a la gente se ha agudizado. Si no hay salidas democráticas, con más políticas y mayor perspectiva de ofrecer horizontes de futuro, las salidas terminan siendo fascistas, conservadoras o canalizadas a través del odio. Lo peor que puede hacer la política es enojarse porque no es culpa de la gente que fenómenos como éste aparezcan, sino de la incapacidad de determinadas estructuras o lógicas de hacer política que no le están ofreciendo una opción de cambio real y diferente a la ciudadanía. 

En Rosario es todo lo contrario. Vamos por primera vez a una especie de balotaje donde se van a enfrentar dos opciones muy concretas: quienes están de acuerdo y conformes con este modelo de ciudad van a tener en el intendente actual a su mejor candidato; todos aquellos y aquellas que estamos disconformes, que queremos ir por más, que necesitamos que lo básico vuelva a funcionar para volver a pensar y proyectar en esta ciudad tenemos la opción de Juan Monteverde para ese cambio. Un cambio que tiene que ver con volver a vivir tranquilos, pero además con pensar en la ciudad de los próximos 20 años. 

—¿Creés que las propuestas políticas actuales pueden reacomodarse antes de las generales de octubre y modificar el resultado de las Paso? 

—Es absolutamente necesario decir qué es lo que se quiere hacer. Si se plantean campañas que solamente tienen que ver con generar miedo o temor se va a seguir fracasando y cayendo en los mismos errores. Hay mucha gente que votó la opción de Milei no solamente para expresar una bronca al sistema político, sino que está realmente esperanzada en que ese “patear el tablero” que ofrece puede ser una salida porque ya le ha dado su voto a las otras dos coaliciones políticas y sintió que lo defraudaron. El 30% del voto de Milei es un 30% que, en general, es el que decide las elecciones. Hoy se lo llevó esa propuesta que aparece como disruptiva y que a la gente se le ofrece como alternativa. Creo que lo mejor que pueden hacer quienes estén llevando adelante propuestas a nivel nacional no es querer sembrar el temor porque esta estrategia de convocar a la gente a defender este presente va a seguir fracasando. La tarea fundamental es decir cuáles son los horizontes y las perspectivas de futuro, cómo lo vamos a hacer y en función de eso, convocar a la ciudadanía.

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