Edición Impresa

Cárcel en malas condiciones

Defensores generales presentaron ante el Juzgado de Instrucción 15a un recurso de habeas corpus por el agravamiento de las condiciones de detención de los internos de la Unidad Penitenciaria Nº 3.

Un nuevo recurso de habeas corpus fue presentado ante el Juzgado de Instrucción de la 15ª Nominación debido a las malas condiciones de detención en las que viven los internos de los pabellones 4, 5 y 8 de la Unidad Penitenciaria Nº 3 de Rosario. Este planteo fue presentado por tres defensores generales luego de una visita al penal al que concurrió además la defensora de Cámaras, Marcela De Luca. Hoy, el juez a cargo se constituirá en la cárcel a los fines de constatar el estado de las instalaciones y las condiciones de detención en las que viven los internos.

Los defensores generales Patricia Bilotta, Estrella Galán y Oscar Loberse presentaron un recurso de habeas corpus por el agravamiento en las condiciones de detención de los internos que se encuentran en los pabellones conocidos como “de faz de confianza y períodos de prueba” de la Unidad Penitenciaria Nº 3, ubicada en Zeballos, entre Suipacha y Riccheri, en el macrocentro de Rosario.

La presentación se realizó luego de una visita al penal, donde los funcionarios judiciales constataron diversas deficiencias edilicias y de higiene que sufren los internos. A modo de ejemplo, expresaron que en el patio común había fosas, tapas de cámaras cloacales y caños rotos, y los pabellones –en especial los baños y la cocina– estaban en condiciones deplorables, al punto que los defensores las consideraron inhabitables, según expresan en la presentación.

El escrito sostiene que la forma de vida de los internos no condice con las normas constitucionales que determinan que las penas se cumplan en cárceles limpias, seguras y en lugares donde se readapte a los condenados. Por lo que solicitaron al titular del Juzgado de Instrucción 15ª, Jorge Baclini, la constatación de las condiciones en las que viven los internos y la realización de medidas  para mejorar la situación.

Sobre la visita realizada al penal, los defensores produjeron un informe donde puntualizan las instalaciones de la unidad, cuáles son las carencias que ven los internos y cuáles son los problemas que requieren solución.

Este reporte, que se realizó sobre todo el penal, expresa que la capacidad de la cárcel está casi completa (puede alojar a 281 internos y hay 277), y detalla entre otras cuestiones que las instalaciones donde se atiende médicamente a los detenidos está descuidada, que no hay radiólogo y la mayoría de los internos que se atienden en enfermería son por problemas traumatológicos.

En relación con las medidas de seguridad, el reporte cuenta que la unidad tiene cámaras de seguridad en las terrazas pero no graban por lo que el seguimiento de las imágenes sólo se realiza por monitoreo. No hay alarmas y en caso de fuga las garitas activan un timbre para avisar a la guardia.

Otras deficiencias que precisa el informe surgen de los testimonios de los internos de distintos pabellones, quienes aseguran que tienen dos comidas al día y no toman desayuno, que la alimentación es escasa, que no tiene televisión ni heladera y que no les permiten ingresar los alimentos que traen sus familiares.

Algunos internos afirmaron que no tienen agua para bañarse y en otros casos dicen que no cuentan con agua potable. También contaron que hay faltante de colchones por lo que algunos internos duermen en el piso. Y expresaron la necesidad de realizar actividades recreativas, aprender oficios y tener más acceso a la escolaridad, que actualmente es limitado. Aunque también se destaca en el informe que, según dijeron los reclusos, el trato con el personal del Servicio Penitenciario es muy bueno.

Dentro de la valoración que hicieron los funcionarios en su recorrida consideraron deficiente la higiene de las instalaciones y de los detenidos. Y expresaron como regular la infraestructura del edificio en general, como así también los servicios de salud, alimentación, vestimenta, seguridad, recreación y oficios de los internos.

En mayo pasado, los defensores generales habían presentado un pedido de habeas corpus colectivo por las malas condiciones de detención, higiene y salubridad que notaron durante una visita a la Alcaidía de Mujeres.

En tanto, en junio la Coordinadora de Trabajo Carcelario había emitido en extenso informe que daba cuenta de la situación en cárceles y comisarías. Con respecto a la Unidad 3, el escrito mencionaba: “La enfermería es un lugar frío, sin higiene, con falta de agua, en muchos casos duermen sobre los colchones sin sábana, húmedos; luego que hiciéramos reclamos aparecieron las sábanas pero nunca se usan. Es todo precario y en nada se parece a una enfermería, con una pequeña estufita tratan de climatizar el ambiente frío y húmedo; los mismos pacientes deben higienizar el baño que al no tener agua está siempre sucio”.

“En el pabellón B específicamente aunque es un problema de toda la cárcel, las ratas pasan por sobre la comida, son enormes y están a toda hora, entran a las celdas, y además del problema de salud que conlleva es realmente muy triste tener que vivir en esas condiciones. Las celdas que se utilizan en la visita íntima están deterioradas y no tienen las mínimas condiciones de habitabilidad e higiene. El reclamo se sucede en todas las mesas de diálogo”, refería el informe.

Comentarios