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oscura versión policial

“Caravana” que terminó en muerte en 40 minutos con decenas de tiros

“No son delincuentes, trabajan los dos. Se habían ido de joda y los estábamos buscando”, dijo ayer una familiar de uno de los dos jóvenes ultimados por balas reglamentarias al final de una persecución, y descartó que circularan en un auto robado


Fueron 40 minutos de una violenta persecución que terminó con dos jóvenes muertos: David Ezequiel Campos, quien era el dueño del auto y viajaba como acompañante, y Alejandro Emanuel Medina, quien iba al volante. Ambos tenían menos de 30 años. Hacía un mes que David había comprado su Volkswagen Up cero kilómetro, que quedó con una gran cantidad de impactos de bala que disparó la Policía.

Los jóvenes fueron ultimados dentro del auto; no está claro si también dispararon.

La persecución comenzó, según fuentes de la investigación, en un control de rutina en la esquina de Grandoli y Gutiérrez, justo en el límite entre los barrios Municipal y el Fonavi del Parque del Mercado. En apariencia los jóvenes no se detuvieron y una patrulla del Comando Radioeléctrico comenzó una persecución a la que se sumaron agentes de la Policía Motorizada, que los siguieron hasta Villa Gobernador Gálvez. La carrera llevó a los vehículos de regreso a Rosario y en Callao al 5700, entre Arijón y Cazadores, el auto chocó contra un camión y a mitad de cuadra contra otro auto. Como consecuencia de la colisión, los airbags se abrieron y ahí, siempre según la Policía, tuvo lugar un intercambio de disparos. Los vecinos dijeron haber escuchado muchos tiros y que la Policía llegó y empezó a disparar contra el vehículo.

Los cuerpos presentaban siete y tres disparos, respectivamente, según una versión preliminar, y varios orificios podían observarse en la puerta del conductor. La versión de que se trataba de ladrones o que venían de cometer un hecho delictivo se desdibujó con el paso de las horas y con la llegada de los familiares a la escena del crimen.

Un hombre que llegó al lugar esperando que su hermano no fuera una de las víctimas entró en crisis al enterarse por el mismo fiscal que uno de los fallecidos era el familiar.

Según contaron allegados a los jóvenes, ambos se habían ido de “caravana” y habían tomado alcohol. Los dos trabajaban y habían faltado supuestamente porque “la noche se les hizo larga” y según sus familiares probablemente habían consumido alcohol en exceso, lo que explicaría la reacción de escapar de la Policía. “Los estábamos buscando”, dijo un familiar de David. Y aclaró que el muchacho no había robado ningún auto, sino que lo había comprado hace un mes con su trabajo. El caso es investigado por el fiscal de Homicidios Dolosos Adrián Spelta, que apenas llegó a la escena del choque relató que la persecución comenzó “en Grandoli y Gutiérrez, siguió por Pueblo Nuevo, retoman la zona de El Mangrullo, del Swift, vuelven a Circunvalación hasta culminar aquí, donde fue interceptado por dos móviles de la Policía de Acción Táctica y termina chocando contra un árbol en la vereda”.

“Lo que me comentan es que allí hay un enfrentamiento, desde dentro del vehículo disparan, la Policía repele la agresión y ahora tengo dos personas fallecidas con varios impactos de arma de fuego y se está peritando el vehículo”, añadió.

“No hay policías heridos por arma de fuego. Hay un policía lesionado de la Motorizada, pero por haber sido embestido por el auto al momento de la identificación”, detalló Spelta.

“Ahora pedimos los registros de todas las cámaras de seguridad de la zona de la persecución para determinar qué fue lo que la originó”, dijo el fiscal, y añadió: “Según lo que me informa personal policial fueron demorados en la zona de Grandoli y Gutiérrez y se dieron rápidamente a la fuga tratando de evadir la persecución policial, que duró unos 35 minutos”.

Spelta señaló que, si bien “no está confirmado que tengan armas de fuego los jóvenes, aparentemente hay dos armas de fuego, una en cada uno de los ocupantes del vehículo. Una sería un revólver y la otra una pistola 9 milímetros”.

Spelta ordenó dermotest de barrido electrónico para los fallecidos –también para los policías–, pidió los GPS de los móviles policiales para analizar, el secuestro de las armas cortas y la escopeta involucradas en el hecho, el relevamiento de cámaras de los distintos lugares por los cuales pasó la persecución, y también medidas de alcoholuria, alcoholemia y narcolemia. Además mandó a peritar los vehículos policiales.

 

“Mi hermano era un laburante”

Germán Campos es el hermano de David, el joven de 28 años que ayer murió bajo las balas policiales en Arijón y Callao junto a su amigo Alejandro Medina.

En diálogo con El Ciudadano Germán contó que su hermano trabajaba en una empresa metalúrgica, y “no estaba metido en nada”. Incluso afirmó que el auto que tiene lo compró en cuotas y hace sólo unos meses que lo tenían.

“No tenían armas, si hay alguna se la plantaron. No dispararon desde adentro del auto, todas las balas las disparó la Policía. A mi hermano le dispararon abajo del auto, lo sacaron y lo mataron”, aseguró.

Germán afirmó que van a llegar hasta las últimas consecuencias para hacer justicia por la muerte de su hermano.

“Vivía con mis viejos, era un buen tipo mi hermano”, aseguró.

Si bien no sabe que pasó, sospecha que David estaba de “caravana” con su amigo, que manejaba su auto. Y en ese sentido descartó que haya tenido alguna vinculación con un hecho delictivo.

 

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