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Récord de lesiones oculares

Carabineros cegadores seriales: estadísticas globales desnudan intencionalidad

Información recopilada entre 1990 y 2017 en siete regiones conflictivas del mundo indican que, en Chile, en apenas dos semanas, los heridos en los ojos con armas no letales representan el 70% de los casos ocurridos en el mundo en 27 años. Cálculo de probabilidades indica que se dispara a la cara


Intervención a fotos del gabinete de Sebastián Piñera creada por artistas de la empresa Soul Design.

Fue el lunes 4 de noviembre último. “No sé si ustedes han visto llorar por el único ojo que le queda a una persona que le ha estallado un globo ocular, llorar por el otro ojo, que también lo tiene dañado. Llorar sangre”. Es lo que le preguntó el senador Alejandro Navarro a un grupo de funcionarios del gobierno de Chile, entre los cuales estaban los ministros de Defensa y del Interior. Quien los interpeló entonces es el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara alta chilena.

La pregunta fue cursada durante una sesión legislativa especial. La convocó la oposición ante la gran cantidad de denuncias sobre violaciones a los derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad durante las masivas protestas sucedidas desde el pasado 19 de octubre último. El foco del senador fue más que pertinente: el número de lesionados en los ojos por balas de goma no solo es récord en la historia de Chile, sino una cifra inédita a escala mundial. Y eso no es una apreciación aproximada: lo ponen en evidencia estadísticas internacionales que relevaron zonas de conflicto durante 27 años.

El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) de Chile informó, hace una semana, sobre al menos 400 lesiones por disparos de balas de goma o perdigones. Esa cuenta, a esta altura, debe ser mayor. Lo que no tiene precedentes es el porcentaje de heridas oculares graves ocasionadas por armas no letales. El Colegio Médico y la Sociedad Chilena de Oftalmología (Sochiof) comunicaron que sólo durante las dos primeras semanas de protestas, unas 180 personas sufrieron una lesión severa en uno de sus ojos.

El 60 por ciento de los tratados médicamente había padecido una disminución severa de la visión, y casi el 30 por ciento quedó completamente ciego de un ojo.

Números que evidencian intención de daño

¿Es adrede, los carabineros disparan a la cara con balas de goma, contra todo protocolo en el uso de esos proyectiles, o la cifra de heridos en los ojos es estadísticamente probable?

El joven astrofísico chileno Néstor Espinoza, que trabaja en el Space Telescope Science Institute, en Baltimore, y en su propio país, calculó la probabilidad de que un disparo aleatorio de los “pacos” dirigido al cuerpo impacte en los ojos: es de uno en 5.000. Así, habría que herir a 750.000 personas para que 150 de ellas sufran daño ocular. La otra alternativa, que se condice con las cifras denunciadas, es que no se apunta a la multitud en masa sino directo a la cara.

En la misma comisión de Derechos Humanos, el presidente de la Sociedad de Oftalmología, Dennis Cortés, dijo que más del 85 por ciento de los atendidos por lesiones oculares son hombres, y que el promedio de edad de los afectados es de 30 años.

Cerca del 30 por ciento de los chilenos heridos en los ojos “ingresa con el globo ocular estallado, por lo tanto no hay ninguna posibilidad de recuperación visual en ese ojo”, especificó el oftalmólogo.

Triste récord mundial

No hay ningún número en la historia de nuestra especialidad que avale estos números que tenemos en este momento“, insistió Cortés hace 12 días.

“Cuando hablamos de esto a nivel internacional, haciendo una revisión exhaustiva del número de casos de pacientes que han perdido un globo ocular por uso de armas no letales, lideramos, tristemente, esta cifra”, aseguró.

No fueron afirmaciones teñidas por un posicionamiento político, sino fundadas en datos. “Haciendo una revisión de los últimos 27 años, tomando todas las series publicadas respecto a personas que fueron dañadas con armas no letales en manifestaciones o áreas de conflictos, y estoy incluyendo a Israel, Palestina, Jerusalén, Gaza, entre muchos otros, en total son más de 1.900 lesionados por balines, y de ellos 300 tenían lesiones oculares”, recordó el oftalmólogo las cifras globales. Y comparó: “En Chile tenemos prácticamente mitad de ese número en sólo dos semanas”.

Fuentes incontrastables

Las afirmaciones de Cortés se basan en un estudio de 2017 sobre uso de balas de goma, plástico y otros armamentos no letales para contener multitudes considerado exhaustivo y sin sesgos. Lo publicó la revista médica BMJ Open y está basado en más de 3.000 documentos con datos estadísticos sobre muertes, lesiones y discapacidad causados por estos objetos, conocidos técnicamente como “proyectiles de impacto cinético”.

Investigadores de la Universidad de California, la Universidad de Emory y otros organismos de Salud en Estados Unidos analizaron la información recopilada entre 1990 y 2017 en siete regiones del mundo. Incluyen estadísticas de Estados Unidos y algunas de las zonas más conflictivas del planeta, como Israel y los territorios palestinos, Irlanda del Norte y el sur de Asia.

Cortés incurrió en un error, pero la cifra real no contraría su denuncia: el informe concluye que de los 1.900 lesionados por proyectiles no letales, fueron 261 los que sufrieron lesiones oculares. Los 300 referidos por el oftalmólogo corresponden a los diagnosticados con discapacidad permanente en alguna zona del cuerpo.

Igual, si se toma la cifra de 180 casos en Chile al cabo de sólo 15 días, ella representa casi el 70 por ciento de la cantidad total de víctimas de lesiones oculares por balas de goma que hubo entre 1990 y 2017, que son los 27 años apuntados por el titular de la Sociedad de Oftalmología.

 

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