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Punto de vista

Campeonato de primera división: se puso lindo el sube y baja

Banfield bajó al líder Estudiantes y la lucha por punta del campeonato quedó más caliente que nunca.


Banfield se hizo un favor a sí mismo y ayudó a unos cuantos al bajar a Estudiantes y el domingo de clásicos de “pierde-paga” se pobló de triunfadores que celebraron por duplicado y de perdedores que quedaron con sus entrenadores en estado de pregunta o en capilla.

Boca ganó el partido más importante de cuantos ha jugado hasta aquí y se llevó tres puntos de platino del Nuevo Gasómetro, un rato antes de que Racing rubrique la presentación más luminosa de la era de Ricardo Zielinski ante un Independiente que pareció tocar fondo, en una fecha 11 que a River le trajo alivio, a Huracán zozobra y a Newell’s la crocante novedad de que había quedado a dos puntos de la cima.

Newell’s representa un caso en sí mismo: está muy lejos del “jogo bonito” pero se tutea con un pasmoso oficio para sacar adelante los partidos y cuando cuadra ganar a los postres gracias a una luminosa aparición de su héroe siglo XXI, Maxi Rodríguez, que antes con Central y esta vez con Colón en Santa Fe acertó en la última y decisiva bola.

Esa agónica victoria en un lluvioso atardecer en el “Cementerio de los Elefantes” prolongó los festejos de los rosarinos cuando Banfield aprovechó veinte minutos afinados, potenciados por los veinte peores minutos de Estudiantes en muchísimo tiempo, para convertir tres goles irremontables a un puntero que sufrió horrores las ausencias de Santiago Ascacibar y Rodrigo Braña y también, conste, al trío Walter Erviti-Santiago Silva-Nicolás Bertolo en un altísimo nivel.

Ojo que Banfield consumó su tercer pleno consecutivo, se acomodó a ocho puntos y en la próxima fecha irá al Parque Independencia: promesa de partidazo.

El tropiezo “Pincha”, cabe que sea subrayado, ha dado pie a un nuevo escenario fuertemente esperado por unas cuantas tribunas que juran que ha empezado otro campeonato.

En ese lote consta Boca, que ahora está a cuatro garbanzos del primer lugar, y Racing, que está a cinco, igual que San Lorenzo, pero va de suyo que en el caso de los de Boedo la tendencia es preocupante en la medida que el equipo, que hace un mes golpeaba las puertas del paraíso, ha quedado afuera de la Copa Argentina, de la Copa Sudamericana y en el torneo devino terrenal y vulnerable.

La intención de voto de Diego Aguirre ha caído de forma vertical y muchos de quienes lo consideraban la reencarnación del brasileño Tim ya empiezan a dispensarle miradas torvas.

De esa vulnerabilidad se sirvió Boca para calentar el ambiente y pasar por caja en cinco minutos electrizantes que germinaron en una delicatessen de Darío Benedetto y un grosero error del juvenil Nicolás Zalazar, que rubricó Walter Bou con otra sutileza.

El otro Bou, Gustavo (el de Racing), también aportó al bienestar de la familia con la conquista de uno de los tres goles que rubricaron en el resultado una abrumadora superioridad sobre los restos de los restos de Independiente.

Gran partido gran de Lisandro López, pitos y matracas en “La Acadé” y Zielinski ahora menos paronoico y más tranquilo en la rueda de prensa, mientras que Gabriel Milito se retiró del estadio sin formular declaraciones y otorgó espacio para rumores de más por saber.

El que no calló ni otorgó espacio para rumores fue Ricardo Caruso Lombardi, que no disimuló su desencanto por una nueva derrota de Huracán, esta vez versus River en el Monumental, pero tras dejar una muy buena imagen y desperdiciar oportunidades que daban para empatar e incluso para ganar.

Caruso admitió que no le encuentra la vuelta a la mala racha, deslizó que tal vez esté escrito que Huracán no es un buen lugar para él y se puso como plazo fin de año, es decir la fecha 14, para evaluar qué camino a seguir.

Por el lado de River los tres puntos derivados del gol de Sebastián Driussi achicaron la brecha que lo separa del líder, he ahí una especie de bálsamo que, sin embargo, resulta insuficiente para ocultar la certeza de que el pescado grande, el que más importa, es el que tratará de meter en la bolsa el jueves cuando enfrente a Gimnasia en una de las semifinales de la Copa Argentina. La otra semifinal, anunciada para mañana, será cosa de Central y Belgrano.

La fecha 11 del campeonato dejó ver confirmación del buen momento de Lanús y Tigre y entre cosas lo mucho que le cuesta convertir a Aldosivi, todavía con margen para respirar en una tabla, la de los promedios, cuyo cuarteto de los hoy descendidos es integrado por Olimpo, Sarmiento, Temperley y Rafaela.

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