Espectáculos

Natacha Voliakovsky habla de “Supervivencia”

“Camino todo el tiempo en el límite del borde”

La artista Natacha Voliakovsky habla de “Supervivencia”, interesante propuesta con videoinstalación y objetos activables que presentará este viernes en Rosario.


Qué es el arte sino una de las mejores herramientas actuales para  llegar a la sociedad con contundencia. “Yo creo que más que ir al borde, camino todo el tiempo en el límite del borde. Caminar en el límite genera todavía más desasosiego que alguien que te marca o te enseña donde está el límite”, expuso en diálogo con El Ciudadano la artista Natacha Voliakovsky quien este viernes presentará en Rosario Supervivencia una interesante performance con video instalación y objetos activables en el contexto de la apertura de Espacios del Centro de Expresiones Contemporáneas (CEC, Paseo de las Artes y el río).

Para dar vida a Supervivencia, la artista convocó a un grupo de deportistas a los que les pedirá que realicen de forma repetida y simultánea un conjunto de acciones. Durante la entrevista, Voliakovsky puso el eje en la problemática de trabajar la idea de “cuerpos expandidos” destacando que la performance “tiene que ver con diferentes mecanismos de adaptación del cuerpo humano para sobrevivir”.

Comprometida con la igualdad de género, para Voliakovsky, “el cuerpo es súper tabú en esta sociedad y más un cuerpo que no está claro qué está haciendo”, contó. Y ejemplificó: “Cuando un cuerpo está desnudo y no es erótico es como que sorprende; ¿qué está queriendo hacer con su cuerpo?, ¿qué hacemos: la tocamos, la atacamos?”, repasa.

Esta acción colectiva se desprende de una anterior que la artista realizó en la 13ª Semana del Arte de Rosario denominada Ejercicio para la emergencia. Buscando evidenciar el estado de vulnerabilidad constante y latente de las mujeres, el impacto físico de la performance busca inquirir al otro: “Ser testigo de la agresividad hacia otros produce inevitablemente algún efecto”, describen los organizadores.

—¿En qué consiste “Supervivencia”?

—Tiene que ver con diferentes mecanismos de adaptación del cuerpo humano para sobrevivir. Hago un análisis del cuerpo del performer y el de la mujer, de todo lo que tiene que hacer día a día para adaptarse a la sociedad y sobrevivir en ella. Me inspira mucho el cuerpo del deportista. Poniendo de ejemplo el cuerpo de un futbolista, se trata de alguien que se prepara para lo incierto. El futbolista se entrena físicamente para rendir y por otro lado en equipo para enfrentarse a lo que no sabe que pasará: no sabe si lloverá, si hará calor, cómo jugará el otro. El performer es aquel que utiliza el cuerpo como una herramienta. Tiene que ver con una profesionalización del cuerpo a nivel lenguaje pero lo que más me interesa es lo que pasa a nivel conceptual.

—No es común relacionar el deporte y el arte…

—No, el arte es totalmente disímil con el deporte. Siempre trabajo con lo liminal de diferentes situaciones de la sociedad y de la cultura. Pero no es precisamente que tengo una postura educativa sino que hago una marcación, una delimitación. Me paro en lugares que son medio incómodos para los espectadores.

—El arte permite correrse de ese lugar didáctico y educativo. Tu responsabilidad como artista, en última instancia, no está marcada por esos patrones; hay artistas que caminan por un borde, ¿vos también?

—Yo creo que más que ir al borde camino todo el tiempo en el límite del borde. Caminar en el límite genera todavía más desasosiego (en el espectador) que alguien que te marca o te enseña dónde está el límite. Hay artistas que te dicen: “Esto es raro”, “esto es distinto”, “esto está mal”, y el espectador tiene hasta ese lugar cómodo en donde pararse porque entiende cuál es la postura del artista. Yo creo que la incomodidad que género es aún mayor porque el espectador ni siquiera sabe dónde pararse. Hice un cuerpo de obras donde intervine mi cuerpo con cirugías y lo primero que la gente me preguntó, y te aclaro que era gente diversa, críticos, galeristas, curadores y público en general, tenía que ver con que si yo estaba en contra o a favor de las cirugías estéticas.

—Querés decir que no entendieron nada de tu propuesta… 

—La verdad es que el mensaje va mucho más allá, no tiene que ver con mi posición a favor o en contra sino con mostrar un proceso que está vivo y que todos vivimos y una transformación de algo que está oculto en la sociedad y es tabú. Si una travesti se quiere cambiar su identidad está bien, pero si yo, mujer, me quiero operar, está mal. Es una bandera de mi propio territorio que es mi cuerpo; yo con mi cuerpo hago lo que quiero.

—Apelás a un público que por momentos no es tal y tiene una posición que asumir ¿cómo concebís al espectador?

—Busco un espectador presente, alguien que se anime a atravesar lo que esté sintiendo lo cual puede ser muy diferente para muchas personas: puede ser de agrado, placer o malestar, entre otras sensaciones. No apunto a que interactúe porque ese es otro tipo de arte. Yo busco un espectador que sea activo mentalmente y energéticamente, alguien que se haga cuestionamientos.

—¿Por qué te parás en la idea de grupo y convocás a deportistas?

—Haber convocado muchos artistas también tiene que ver con el concepto de “Masa Crítica”. Cuántos cuerpos unidos tenemos que ser para reforzar una idea o un mensaje y hacer que algo no sea disruptivo para la sociedad. Un grupo de personas haciendo algo será diferentemente visto que si lo hace uno solo. Si uno solo hace algo, es un loco. Ahora si somos muchos, estamos unidos.

—¿Apelás a esa identificación con el espectador?

—Más con el contexto. Hace un tiempo viajé a la Antártida y trabajé con un concepto muy áspero, acomodando el cuerpo según el tipo de contexto. El espectador es parte de ese contexto y los seres que constituyen ese contexto también lo definen.

—¿Por qué recomiendan “Supervivencia” a un público adulto?

—No sabía. No es la búsqueda. Incluso cuando estuve toda operada acompañada por médicos y completamente desnuda con cicatrices a la vista me vinieron a ver un montón de familias. El cuerpo es súper tabú en esta sociedad y más un cuerpo que no está claro qué está haciendo. Cuando un cuerpo está desnudo y no es erótico es como que sorprende ¿Qué está queriendo hacer con su cuerpo?, ¿qué hacemos: la tocamos, la atacamos?

—¿Qué te permite indagar la performance?

—Creo que la performance es tan interesante para trabajar porque genera una identificación directa: genera agresión, deseo, todo. El ser humano ve su humanidad puesta en crisis a cada paso. Hay una corporalidad puesta en presencia que pone en crisis la propia humanidad de las personas. Es distinto cuando hay una creación artística porque eso separa desde la ficción. Acá yo hablo de cuerpos expandidos porque son deportistas y tienen algo intrínseco que es el entrenamiento. Yo no soy deportista pero lo trabajo desde lo conceptual y entreno para cada presentación. Quizá si lo llevan para el lado de los adultos tenga que ver con que yo hice una propuesta que tiene que ver con el género y con mezclar hombres y mujeres y hablar de lo que está pasando: de la desigualdad patriarcal.

—Se cae generalmente en un riesgo importante cuando se identifica la genitalidad con el patriarcado: todos conocemos mujeres machistas y varones feministas…

—Claro, adhiero a esa postura. No significa tener que hacer todas cosas con mujeres porque, para mí, sería nada más que enfatizar esa diferencia. Yo considero que lo más correcto es incluir al hombre y proponerle tener otra perspectiva de género que no sea patriarcal. Dentro de esa mirada, lo que le avisé a la gente del CEC es que podía ser que tanto hombres como mujeres pudiéramos estar con el torso desnudo como parte de la puesta de riesgo de la performance.

Para agendar

La performance Supervivencia, de Natacha Voliakovsky, se presentará este viernes, a las 19.30, en el Centro de Expresiones Contemporáneas (CEC) y contará con ingreso libre y gratuito.