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Camino de ripio

El operativo retorno arrancó difícil. El equipo no apareció. Figueroa hizo los dos goles, uno en contra

Ninguno de los 45 mil canallas que reventaron el Gigante debe haber imaginado que Central terminaría empatando ante San Martín de San Juan, y mucho menos que el que mejor jugó fue la visita. Como consuelo de momento sirve que el Canalla es un equipo en formación, y queda mucho tiempo por delante. Lo que sí empezó a vislumbrarse es que no será un trámite volver a Primera. Menos jugando así, aunque esto recién comienza.

El primer tiempo dejó una muestra cabal de lo mucho que le iba a costar a Central jugar su primer partido. Por el andarivel derecho Guizasola y Rivero dejaron la impresión que nunca habían siquiera practicado juntos. Y así, entre imperfecciones fueron los sanjuaninos los que superaron el entorno (un Gigante que bramaba, aunque se fue apagando con el desarrollo del juego) y empezaron a dominar el juego.

A tal punto que Mostaza indicó un rápido cambio táctico, el peruano pasó de cuatro y se armó una línea de fondo más compacta. El juego se emparejó, pero no tuvo vuelo. Mientras Scatolaro manejaba los tiempos de la visita, Shaffer era el mejor del local. Mientras Barreiro le complicaba la vida al uruguayo Rodríguez.

En la segunda parte, al minuto Figueroa metió un cabezazo estupendo que fue atajado increíblemente por Pocrnjic, aunque la gente compró la acción y se entusiasmó con el arranque, fue solo un espejismo. Y la cosa se agravó cuando Lucho metió el pie en un tiro libre bajo y desvió la pelota, metiéndola en el ángulo de Broun. Así, de pronto, San Martín ganaba en el Gigante.

Pero la sangre no llegó al río porque un par de minutos después el propio Figueroa empató con toque corto, después de una buena jugada de Shaffer. Poco cambió el juego hasta el final, la visita fue más prolijo y Central lo buscó con muchas ganas y poco fútbol. Barreiro continuó siendo un problema para los defensores canallas y Pocrnjic dejaba en claro que el partido no le iba a pesar. El silencio del final tiene que ver con el descontento de su pueblo, que dijo presente, una vez más. Pero, el equipo aún no está.

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