Pese a las nuevas restricciones impuestas por el gobierno en el marco de la segunda ola de coronavirus que golpe a todo el país, la Cámara Gastronómica de San Lorenzo decidió trabajar con normalidad, según explicó este viernes el referente de la entidad, Damián Perassi, aunque desde la provincia ya comunicaron que el horario de cierre de bares y restaurantes será a las 23, tal como indica el decreto del gobierno nacional.
“Lo tomamos como un acto de supervivencia, de exponernos a los castigos que haya, porque está de por medio la vida y el trabajo nuestro y de nuestros empleados”, graficó Perassi, y agregó: “La idea a la que llegamos todos los comerciantes es de mantenernos abiertos y hoy trabajar con normalidad y a la espera de lo que diga el señor gobernador. Hoy no podemos tomar otra decisión porque ya tenemos comprada la mercadería, la gente citada para trabajar toda la semana y no podemos tomar otra decisión que trabajar”.
“Lo grave de esta situación es que con ese horario (el de las 23), hay que cerrar un turno de trabajo, lo que implica más personas desempleadas”, dijo el empresario. Y agregó: “La vida de los sanlorencinos nunca empieza antes de las 21, nadie tiene posibilidades de salir antes de esa hora y desde las 21 hasta las 23 nos quedan dos horas para trabajar. Con esas dos horas, hay que tener en cuenta que cerrar lleva otra media hora. Sabemos que el delivery no funciona, que el take away no funciona, tenemos un año de experiencia en esto”, advirtió.
Una treintena de bares, restaurantes y boliches de la ciudad de San Lorenzo tomaron la decisión por unanimidad durante una reunión que tuvieron el jueves pasado en la Unión de Comerciantes e Industriales del departamento San Lorenzo.
“Vamos a estar en asamblea permanente, esperando cuáles son las medidas que toma el gobernador y ojalá que tenga la conciencia y la voz de mando para permitirnos trabajar un margen más de horario, porque si no estamos muy afectados económicamente y no sabemos qué va a pasar con nuestros trabajadores”, indicó el empresario.
“La idea es trabajar con la restricción anterior, que ya tenemos, la de la 1.30. Se ajustaron los desvíos que hubo durante el verano en algunos bares de la ciudad. Se trabajó, se hizo mucho hincapié con una fuerte intervención de la policía y el municipio para controlar eso, y se logró contener y controlar, y hoy está el compromiso de todos de trabajar de forma segura”, explicó.
“El sector no resiste otra cuarentena, no resiste otra restricción. El año pasado también eran 15 días y terminaron siendo 9 meses. Nada nos garantiza que dentro de 15 días la situación epidemiológica cambie”, dijo con evidente rechazo a las medidas planteadas.
“Con las autoridades locales siempre pudimos trabajar con buen diálogo durante la pandemia, y se ha logrado cosas a nivel local que, con el mapa de la provincia y esperamos qué dice el gobernador para saber cómo podemos trabajar con el intendente e instituciones”, dijo en referencia a la reglamentación por decreto que se espera del gobierno provincial.
“Con una hora y media más de trabajo a nosotros nos cierra, porque nos permite sostener otro turno del personal y que al cierre de la jornada los empleados regresen a su casa”, indicó Perassi, representante de un sector comercial que “involucra a 1.200 trabajadores, desde proveedores, limpieza, los propios empleados y sus familias”.
“Durante un año nos esforzamos por sostener a estos trabajadores y está restricción nos obliga a bajar el 30% de la operatividad. Las próximas medidas que nos quedan por tomar son muy odiosas, las que ninguno quiere, interrumpir la vida cotidiana del resto de los sanlorencinos. No somos piqueteros, somos gente de trabajo”, agregó el dirigente empresario.
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