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Cámara Federal de Rosario procesó a monseñor Laguna

El fallo es por falso testimonio en la causa que investiga la muerte del obispo Carlos Ponce de León.

La Cámara Federal de Rosario dictó el procesamiento por falso testimonio de monseñor Justo Oscar Laguna, en la causa que se investiga los motivos de la muerte del obispo de la localidad bonaerense de San Nicolás durante la última dictadura, Carlos Horacio Ponce de León. “La instrucción de la causa está prácticamente terminada y en condiciones elevarse a juicio oral. Hay que seguir avanzando para determinar si este hecho (el falso testimonio de Laguna) se puede convertir en encubrimiento”, dijo ayer a la agencia Télam el fiscal federal de San Nicolás, Juan Patricio Murray.

Monseñor Laguna prestó declaración indagatoria por escrito el 30 de marzo de 2007 ante el juez federal Nº2 de San Nicolás, Carlos Villafuerte Ruzo, en la causa por el presunto crimen del obispo Ponce de León, quien oficialmente murió en un accidente de tránsito en la ruta 9 el 11 de julio de 1977.

Laguna, quien sucedió a Ponce de León en la diócesis de San Nicolás como administrador apostólico, declaró que su tarea pastoral se produjo entre el 18 de julio de 1978 y el 18 de diciembre del mismo año, según consta en la causa. También dijo sobre la muerte del obispo que “nunca nadie le habló más que de un accidente en la ruta causado por la niebla” y que “nadie le comentó nada al respecto” sobre las amenazas que recibía el Ponce de León.

Sin embargo, el fiscal Murray demostró que monseñor Laguna se hizo cargo de la diócesis nicoleña “en julio de 1977 hasta el 2 enero de 1978”, por lo que faltó a la verdad en su declaración judicial. “Tal error no puede sino entenderse en este estadío procesal como encaminado a permitir negar o callar la verdad de algunos hechos o circunstancias”, dijo en su voto la camarista rosarina Liliana Arribillaga.

“Del examen de la prueba colectada en la causa y de la incorporada posteriormente por el Ministerio Público Fiscal, se revelan manifiestas contradicciones en las que incurrió monseñor Laguna en su declaración testimonial en la causa”, añadió la vocal de la Cámara. Por su parte, el fiscal Murray dijo que Laguna “falsea (las fechas) para decir desconocer lo que ocurrió después de la muerte de Ponce de León”.

En su apelación ante la Cámara, el representante del Ministerio Público adjuntó las declaraciones de sacerdotes y religiosos de la época vinculados a Ponce de León, quienes aseguran que Laguna conocía los rumores sobre un presunto crimen del obispo y las amenazas que recibía de la dictadura.

Otro de los elementos que toma la Cámara para revocar la falta de mérito dictada por Villafuerte Ruzo y establecer el procesamiento de Laguna, es que en su declaración de 2007 el religioso reconoció haber asistido “a la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina celebrada en San Miguel entre el 10 y el 15 de mayo de 1976”.

Según un texto con anotaciones manuscritas del entonces obispo de Goya, Alberto Devoto, incorporadas a la causa, en aquella reunión Ponce de León expuso sobre las persecuciones en su diócesis y las amenazas de que era objeto, que Laguna dijo desconocer en su declaración de 2007 ante el juzgado federal de San Nicolás.

Los camaristas también tuvieron en cuenta para el procesamiento de monseñor Laguna las declaraciones judiciales de José Karaman, al momento de los hechos párroco de la iglesia de la Convención de San Pablo de la localidad bonaerense de Salto; Carlos Antonio Pérez Carignano, párroco de la catedral de San Nicolás durante el obispo de Ponce de León; Marcelo Doménech, a cargo de la Parroquia Cristo Salvador de Villa Ramallo; y Marcelo Sbaffo, quien entonces cursaba el primero año del seminario de Trelles y Gaona fundado por Ponce de León.

Según se lee en el fallo de la Cámara rosarina, todos coincidieron en que Laguna debía saber acerca de las amenazas contra su antecesor y sobre los rumores respecto de su muerte.

Sbaffo declaró sobre la relación “de tirantez” que existía entre el obispado y las autoridades militares de San Nicolás, a cargo de Manuel Saint Amant, que Laguna “tiene que haber tenido conocimiento”. Y recordó que “los comentarios del momento eran que se dudaba del accidente, sobre todo por el contexto que se vivía y por lo que había pasado con el obispo Angelelli”.

Por último, dijo que “hubo indignación porque la cosa no se manejó como correspondía” y que “quedó la sensación de que los movimientos de la misma Curia era de no «levantar mucha polvareda», de conformarse con las versiones que traían oficialmente”.

Por su parte, el fiscal Murray señaló que “a los pocos días (de la muerte de Ponce) ya estaba en San Nicolás (Laguna) como administrador apostólico designado por el Vaticano, cuando lo que sucede comúnmente es que el consejo asesor del Obispado designa un administrador diocesano”. Además, agregó que Laguna “integraba en ese momento la Comisión de Enlace” entre la cúpula del Episcopado y los jerarcas de la dictadura.

Por otro lado, cabe recordar que el juez Villafuerte Ruzo procesó a Víctor Martínez –un testigo clave en esta causa que estuvo desaparecido durante unos días en abril de este año– por el delito de “falso testimonio agravado”. Martínez viajaba con Ponce de León al momento del accidente de tránsito.

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