Espectáculos

Calamaro coronó el festival de rock de Rosario

Andrés Calamaro, The Wailers y Killer Burritos fueron lo destacado de la quinta edición del Quilmes Rock, el sábado en el Hipódromo rosarino. En el único año de una sola jornada,  El Salmón hizo un repaso de su carrera.

Por Patricia Dibert/Elciudadanoweb

Foto: Marcelo Masuelli

El festival más importante de estos lares pasó el sábado por el Hipódromo, el escenario natural del Quilmes Rock. Más de  8000 personas fueron pasando de acuerdo a los gustos musicales, donde hubo lugar para una banda novel, el rockero insignia de la urbe, un grupo  para conocer (y con mejor sonido), como es Banda de Turistas. Los Wailers ratificaron el gusto de muchos por las cadencias del eterno Bob Marley, aunque a veces no muestren innovaciones o sorpresas. 

El esperado retorno a los concierto de Coki y los Killers Burritos fue impecable, elogios de Calamaro para el músico que eligió quedarse en el interior, y esa excelente versión de ‘Mirta de regreso’ que hace que los zapatos sigan asomándose debajo de la cama. Say no more para afianzar a los contundentes Burritos. Y Calamaro, en su segunda presentación del año, exhibiendo un recorrido de grandes éxitos, justo en el día en que se cumplían diez años de la muerte de Julián Infante, aquel largo y flaco muchacho españolísimo que formó parte de Tequila primero y de Los Rodríguez después, el cuarteto que revolucionó el rock en España.

Semejante fecha fue el marco ideal para hacer un repaso de las composiciones propias y las de otros, que marcaron a fuego a varias generaciones. Pero cuando sonó “Sin documentos” la euforia se instaló en el Parque Independencia.

La quinta edición del Quilmes no llevó la cantidad esperada de gente. El 2010 fue el primer año de una única jornada y quizás algunas personas esperaban la presencia de otras agrupaciones. Andrés Calamaro vino anteriormente con gran respuesta de público, la fecha seleccionada fue en el último mes del año en medio de un batallón de conciertos, en fin,  son datos para tener en cuenta. Aunque la única inquietud, es que Rosario peleó por un lugar destacado en la agenda de festivales que fue reclamado durante décadas, y finalmente, el sponsor burbujeante apareció hace cinco años. Basta recordar aquel intento de megafestival en el Parque Alem que quedó trunco y sepultado. Rosario, semillero de creadores rockeros, llevaba años mirando como las nuevas olas se mostraban en Córdoba y la envidia carcomía la ribera del Paraná.

El Quilmes Rock es el festival que tenemos, y el que debemos cuidar para seguir figurando en las programaciones de giras de las bandas más convocantes de nuestro rock.

Hasta el año que viene, con más Quilmes Rock.

 

Clásicos de Calamaro y cerveza en mano

Por Daniela Barreiro/ El Ciudadano

Con la guitarra en alto y los acordes de la recordada canción de Los Rodríguez “El canal 69”, Andrés Calamaro puso punto final a lo que fue su exitosa participación en la única noche de la edición local de uno de los festivales más importantes del país, el Quilmes Rock. En una versión más austera y con novedades en la organización, el Festival contó con la presencia de El Salmón como principal atracción, antecedido por la banda reggae jamaiquina The Wailers que hizo bailar a la gente con el pendulante movimiento que caracteriza al género y los clásicos del mítico Bob Marley.

La quinta edición del festival organizado por la afamada cerveza contó con gran cantidad de diferencias respecto del año pasado. Primero fue posible visualizar una gran cantidad de corralitos formando espacios separados en los que sólo podían ingresar algunos o salir otros. Pero los corralitos fueron, para muchos, una muy buena noticia ya que dentro de uno de ellos funcionaba el expendio de cerveza del predio; para sorpresa de todos, en esta edición se habilitó la venta de alcohol, prohibición que generaba una gran paradoja en otros años en un encuentro producido por una marca de bebida alcohólica. Pero claro, los que bebían no podían salir de allí con sus vasos llenos; por otra parte, la jornada se mantuvo sin ningún tipo de disturbios.

Todo había comenzado alrededor de las 18 con la presentación de la banda local Tacto, un grupo de jóvenes que ganaron el concurso del Quilmes y abrieron la jornada con su particular rock/pop.

La mayor afluencia de gente se produjo conforme se aproximaba el final de la noche, sin embargo, Banda de Turistas mostró por qué es considerada la “revelación” rockera porteña, aunque su estilo no sea del todo particular y recuerde a Turf o a Babasónicos.

Una de las actuaciones más destacadas fue también la del músico local Coki, que subió al escenario con The Killers Burritos y llenó de rock una tarde que ya comenzaba a trasformarse en noche. La antesala de rock rosarino dio paso al ingreso de The Wailers que transformaron la jornada en un Quilmes Reggae incitando a todos a bailar y a corear algunos de los principales pasajes de la historia del género jamaiquino. Sin duda el reggae arreglado de The Wailers dista bastante de las primeras épocas de Bob Marley pero con la excelente interpretación de temas como “Get Up Stand Up” y “Could you be loved” revivieron la mística figura del más afamado creador reggae de todos los tiempos.

Promediaban las diez de la noche cuando la gente se apelotonaba contra las vallas que los separaban del escenario e interpretando una excelente versión de “Jumpin’ Jack Flash” Calamaro hizo su ingreso al escenario. El recital fue extremadamente “guitarrístico” ya que las distintas versiones de sus clásicos temas contaron con gran prominencia de las guitarras presentes en el escenario, que por momentos sonaban al unísono y generaban la sensación de que lo que estaba ocurriendo era un verdadero festín de rock and roll.

Fue así que sonaron “El salmón” el nuevo “Los Divinos” y la versión incluida en el último disco On the Rock de “Mi enfermedad”, que contaron con algunas inflexiones de voz que si bien por momentos parecían sucias e improvisadas acompañaban perfectamente la fórmula que Calamaro había elegido para esta presentación.       

A diferencia de lo ocurrido en mayo de este año cuando se presentó en el salón Metropolitano, el sábado no faltó ninguno de los clásicos que marcaron a un par de generaciones, como fue el caso de “Sin documentos”, de Los Rodríguez.

Si bien el músico se mantuvo bastante callado, con el devenir del recital fue incorporando algunas frases o pensamientos como cuando aseguró: “Viva la cumbia y fuera el racismo musical que se trasforma en racismo social”, reivindicando al género bailantero o cuando alabó a las agrupaciones que habían tocado antes que él. Sorprendente fue ver a Coki disfrutando del show como un fan más de Calamaro y mantenerse inmutable cuando el porteño le dedicó algunos halagos a su música.  

Calamaro no dudó en rendir pequeños homenajes a grandes artistas con la incorporación de pasajes de, por ejemplo, “Rosa, Rosa” de Sandro o “Persiana Americana” de Soda Stereo. Tras recorrer los temas “Me estas atrapando otra vez”, “Te quiero” y “Paloma”, el final de la noche llegó con “Estadio Azteca”, “Crímenes perfectos” y con la sorpresiva presencia de Adrián Dárgelos, líder de Babasónicos, sonó “Flaca”; y aunque ahí parecía terminar todo lo pautado también sonaron “Alta Suciedad’ y “El canal 69” que fue el corolario de un show tranquilo pero potente en el que Calamaro tuvo en sus hombros el éxito de la quinta edición del Quilmes Rock en Rosario.

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