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Cae y no toca fondo, por Mariano Faurlin

La Lepra no encuentra soluciones. El equipo está abatido en lo psicológico, maniatado futbolísticamente y sin reacción.

Mariano Faurlin.- Ya no alcanza con la motivación. Tampoco con renovar el clima de trabajo y alterar la rutina con nuevos ejercicios. Quedó más que claro que Javier Torrente poco pudo hacer, al menos en su primera semana al comando del equipo, con el legado de un equipo abatido en lo psicológico, atado futbolísticamente y que tampoco suple sus carencias con despliegue físico. Newell’s sigue en caída libre y parece decidido a no tocar fondo. Cualquiera se aprovecha de este equipo; ayer fue Banfield, que se llevó una victoria por 1-0 del Coloso haciendo bastante poco.

Si no fuera por una espectacular atajada de Sebastián Peratta al minuto de juego, la historia se hubiera presentado cuesta arriba como otras tantas veces en este torneo. La reacción del arquero ante el cabezazo de Facundo Ferreyra suena paradójico ante el nulo poder de recuperación que hoy tiene el equipo, que no encuentra respuestas para salir de este momento adverso.

Torrente entregó un mensaje claro en la semana: el empate era valioso. Por eso intentó que el equipo recuperara solidez achicando espacios hacia atrás. Línea de cuatro, Diego Mateo delante de los defensores y cuatro volantes replegados para defender en cada avance de Banfield. Y, a decir verdad, en parte se consiguió. Banfield sólo llegó tres veces al arco de Peratta.

Donde no mostró ninguna señal de mejoría fue a la hora de tener la pelota y generar peligro claro. Al equipo le faltó movilidad y decisión; le sobró imprecisión y estatismo. Tuvo un par de chances claras pero forzadas. La única jugada en donde hubo tres pases seguidos fue una acción de Néstor Camacho desborando por izquierda que culminó con un toque al medio para el ingreso de Mauricio Sperduti, quien alcanzó a puntearla al cuerpo de Enrique Bologna.

Banfield esperó agazapado, sabiendo de la vulnerabilidad de Newell’s en este torneo. Y explotó un contraataque por derecha para asestar el golpe: Marcelo Quinteros aprovechó el mal retroceso leproso para meter un centro al área, el envío superó a Sebastián Peratta y encontró sin marcas a Jorge Achucarro, quien facturó. Poco sirvieron los cambios que hizo Torrente después. El final ya estaba escrito.

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