El Sindicato Unido Portuarios Argentinos (Supa) denunció que la concesionaria Terminal Puerto Rosario (TPR) depositó ayer solamente el 30 por ciento del sueldo de noviembre a los 600 trabajadores que se desempeñan en esa estación. El hecho agudizó el conflicto laboral que se desató hace varias semanas y que se encuentra bajo conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo de la Nación. El martes próximo habrá una nueva audiencia en la cartera laboral, la cual será clave para determinar cómo sigue el entuerto.
La tirante situación por la que atraviesa la terminal portuaria de cargas generales de Rosario parece no tener fin.
El Supa denunció ayer en contacto con este medio que TPR apenas pagó el 30 por ciento del salario del mes anterior a los 600 trabajadores que se desempeñan en el lugar y se suma así un nuevo capítulo al extenso conflicto.
“Habíamos alcanzado algunos puntos de acuerdo y ahora nos encontramos con esta decisión. Nosotros estamos trabajando de forma normal y cumpliendo nuestra tarea, apostando al diálogo. Esto rompe la paz social que se estaba buscando”, señaló Cesar Aybar, secretario general del sindicato.
Los estibadores suspendieron hace 8 días la dura medida de fuerza que venían llevando adelante. Según sostienen desde la empresa y el Ente Administrador del Puerto de Rosario (Enapro), entre el paro y quite de colaboración la terminal estuvo sin actividad por más de dos semanas.
Ahora, las partes volverán a verse las caras el martes próximo en una nueva audiencia en la cartera laboral. Tras eso, el 18 de diciembre vence la conciliación, por lo que las autoridades aguardan que antes de esa fecha se llegue a algún tipo de acuerdo.
Distintas versiones
Voceros de TPR manifiestan que el impacto del parate en la operatoria reciente trajo consecuencias negativas para el puerto local.
Allí sostienen que el conflicto afecta la “confiabilidad” en la terminal ya que –dicen– los clientes no pueden sacar su mercadería en tiempo y forma y así se pierden negocios, los cuales se terminan mudando a San Pedro o San Nicolás.
En el Enapro también están preocupados ante la posibilidad de que el puerto ceda cargas. Las autoridades de esa entidad explican que los negocios que se pierden son difíciles de recuperar, sobre todo en una situación de enfriamiento de la economía como la actual.
Aybar, en cambio, entregó una descripción diferente. Dijo que fue muy poco el tiempo que el muelle estuvo parado y negó que por eso se perdiera movimiento. “Hay cargas que se realizan en cierto momento del año y que se retoman el siguiente. Son contratos estacionales, que no duran todo el tiempo”, indicó ayer el dirigente
La historia
La disputa entre el gremio y la concesionaria se activó hace más de dos meses.
Según explicaron desde el Supa ya en más de una ocasión, el conflicto se desató cuando se venció el procedimiento de crisis bajo el cual operó la concesión del puerto en los últimos seis años. A cambio de bancar esa medida, el gremio obtuvo de la patronal el compromiso de pasar a planta permanente a personal que figuraba como eventual.
El primer capítulo de ese conflicto se saldó con el pase a planta de unos 40 trabajadores. No obstante, quedaron puntos en discusión. Aybar insiste en que TPR quiere renovar el procedimiento de crisis, mientras que el sindicato reclama el pase a planta permanente de 145 estibadores que «desde hace 15 años trabajan como eventuales en el puerto». Ese plan sería gradual e incluiría la posibilidad de negociar retiros y jubilaciones anticipadas para el personal más cercano a la edad de retiro.
El gremio también denuncia que la principal concesionaria del puerto local tiene un plan que consiste en reducir en un 50 por ciento el personal eventual y que las ofertas de retiros voluntarios son “irrisorias”, además de exigirle al sindicato un compromiso de limitar el derecho de huelga y la discusión paritaria.
Por su parte, TPR señaló en un reciente comunicado enviado a los medios que la posición del gremio ha sido “intransigente” desde un principio y con pedidos “desmedidos”. También se sostiene que el Supa incumplió «sistemáticamente» las órdenes del Ministerio de Trabajo.
«La empresa ha cumplido una a una todas las obligaciones asumidas hacia los trabajadores, entidades gremiales y autoridades actuantes», indica el documento patronal, en el cual se desmiente «categórica y terminantemente» la existencia de «deudas salariales, previsionales y de ningún tipo”.
TPR también denunció que «el liderazgo basado en el conflicto permanente» que a su juicio realiza el Supa tiene “como efecto colateral la desaparición del trabajo y el sustento laboral de los trabajadores que dice defender».