Política

Rumbo al 2023

Cachi Martínez: “En la gestión de Sergio Massa está en juego el destino del país”

El diputado provincial del Frente Renovador pide separar la gestión económica de la expectativa por la suerte electoral del FdT. Al mismo tiempo, cree que tras el ataque a la vicepresidenta se abre un tiempo "para construir un diálogo que, en verdad, es responsabilidad de todos" 


Fue el diputado provincial más joven de la historia. Se crió en un tambo de la localidad de Felicia, donde su madre era directora de una escuela rural. Saltó a la política electoral en los 90 y fue el primero en sumarse al Frente Renovador del hoy encumbrado ministro de Economía Sergio Massa. En el diálogo con El Ciudadano, Oscar Cachi Martínez arrancó por sus orígenes: “Bueno, yo soy nacido en un pueblo, Felicia. Nací ahí porque mi mamá era directora de escuela rural. No todo el mundo lo sabe, pero la directora de escuela rural es directora, maestra de los siete grados y portera. Es un pueblo de origen suizo-alemán, con una actividad principal que es la tambera. Yo digo que de ahí salí bastante trabajador, porque los tamberos no tienen ni sábado ni domingo ni feriado, porque la vaca si no se la ordeña le agarra mastitis”.

—¿Cuánto tuvo que ver la familia en la vocación política?

—Me inicié en la política desde la vuelta de la democracia. Mi viejo fue diputado, mi mamá concejal, mi bisabuelo fue diputado por lo que se llamaba la Liga del Sur, que era la el movimiento predecesor a lo que fue la Democracia Progresista. Tengo prosapia de políticos (risas). Pero siempre con una visión muy territorial de la actividad política. El inicio fue cuando volvió la democracia donde yo era muy jovencito y bueno, todos teníamos un enorme entusiasmo por la vuelta de la democracia y teníamos la esperanza, digamos, de que los temas que estaban pendientes se iban a poder resolver. Después fui diputado provincial, me tocó ser el diputado provincial más joven de la historia, con 23 años.

—¿Y cómo llegó al Frente Renovador?

—Fui el primer diputado del interior del país que se sumó al Frente Renovador. Armamos el bloque de diputados nacionales. Tuve, podríamos decir, el orgullo de ser vicepresidente de bloque y ahí empezamos este camino de acompañamiento a una visión y una posición que siempre tuvo como objetivo tratar de construir el diálogo y el consenso. Salir de la brecha y la confrontación.

—¿Cuál es su impresión sobre al ataque a la vicepresidenta? ¿Cómo le impactó y qué consecuencias cree que puede tener a futuro?

—Bueno, de verdad que es un hecho grave. Un intento de magnicidio de la figura política de la mayor relevancia en Argentina. Y creo que hay una expresión genuina mayoritaria respecto de la necesidad de repudiar este hecho y de tomarlo como un llamado de atención, justamente para construir un diálogo que, en verdad, es responsabilidad de todos. Yo esa mañana fui a hablar con el obispo Sergio Fenoy, y me pareció importante que se llamara a la Mesa del Diálogo. Hubo una reacción positiva de la Cámara de Diputados, de todos los sectores, repudiando el hecho y manifestando preocupación. Y creo realmente que tenemos que encontrar un punto de encuentro y un camino de diálogo. Entendiendo que el todo es superior a las partes, entendiendo que el consenso tiene que estar por encima de los conflictos, que la política es un proceso, y la verdad es que nos debería invitar a reflexionar a todos con profundidad sobre las consecuencias de nuestras acciones. Sobre todo en una sociedad que está pasando por numerosas dificultades. Así que yo creo que es un antes y un después, y ojalá todos lo entendamos así y podamos encontrar los consensos, más allá de las diferencias. Es la unidad en la diversidad que tanto pregonamos y que fue lo que nos permitió justamente recibir el acompañamiento del pueblo argentino, y también del pueblo santafesino. Me pareció muy buena la actitud del gobernador de convocar al gabinete, de repudiar este hecho en especial y todos los hechos de violencia en particular, porque nosotros somos una provincia atravesada por la violencia. Tal vez habría que haber invitado también al resto de las fuerzas.

—No parece que la reacción de la política en su totalidad haya sido a la medida de lo que pasó. Y más bien parece que lejos de aplacarse se está radicalizando nuevamente el discurso. ¿Cómo lo ve?

—Espero que no, y aspiro a que no. Me parece que hay muchos temas para resolver, que nos exigen ponernos de acuerdo, y obviamente uno de esos temas es fortalecer una democracia que costó mucho. Pero hay una agenda política que nos obliga y nos hace responsable a todos. Nosotros somos un espacio que se ha caracterizado por el diálogo, y la verdad que creo que el diálogo es el camino, porque las políticas públicas que tenemos que llevar adelante tienen que construirse a partir de los consensos, para que la Argentina no ande a los barquinazos, y Santa Fe tampoco. Por lo menos desde la Legislatura y desde el frente de Todos, ese es el rol al que aspiramos y pretendemos arribar. Ese es el rol que queremos asumir para arribar a resultados positivos respecto de una demanda social, que es legítima, y que nosotros no la hemos cumplido en toda en toda su dimensión. Así como a nivel nacional nos parece que la posición de Sergio Massa ha sido muy importante detrás de recuperar un camino de certidumbre, un camino de esperanza, con prudencia, con una hoja de ruta que se va cumpliendo paso a paso, para estabilizar la economía de la Argentina, después de haber padecido enormes dificultades, como fue el endeudamiento generado en la gestión anterior. Y no lo digo con el ánimo de señalar a nadie, pero fue uno de los de los problemas que tuvo el gobierno, más los errores que evidentemente también tuvo, más la pandemia, más la guerra en Ucrania que también nos impactó. Bueno, a nivel provincial, nosotros queremos ser un elemento de unión de esta unidad en la diversidad que nos permitió llevar adelante el gobierno provincial, pero también construyendo un diálogo con las fuerzas de la oposición, con las que también tenemos que trabajar. Porque el desafío yo creo que en Santa Fe es abordar el tema de la seguridad y garantizar ese objetivo, que creo que debemos tener todos, de recuperar el orden y la paz, pero que no lo hemos logrado. Y para eso el aporte de todos es importante, incluso de aquellos que fracasaron en su momento, porque también a veces en el fracaso se aprende y hay mucho por contribuir. Así que yo creo que es el ese es el camino que tenemos que transitar.

—Con respecto a Massa, ¿cree que el proyecto político del Frente Renovador se pone en juego con esta gestión?

—La decisión de Sergio nosotros la acompañamos. Creo que él ha puesto en un momento difícil todo su capital político para fortalecer una gestión que lo necesitaba. Y yo la verdad que valoro y reconozco esa decisión de no especular y aportarle al país y al Frente de Todos su capacidad de trabajo, que es reconocida por propio y extraños. Su inteligencia y también su capacidad de diálogo, que se ve expresada no solamente en el diálogo dentro de la fuerza que integra en el Frente de Todos, sino también en el diálogo con la oposición, en el diálogo los sectores productivos, en el diálogo con los trabajadores, con las organizaciones sociales, en el diálogo con los organismo internacionales… Todos esos elementos, activos, valores que aquilata Sergio como un dirigente ya maduro, dirigente nacional, ayudan a que la Argentina salga de esta situación de complejidad por la cual está trabajando desde el punto de vista económico, y lo celebramos. Y también celebramos decisiones y medidas que han hecho que recuperemos la certidumbre. Y la verdad que también considero que es una visión que nosotros siempre hemos tenido como espacio político y que ahora es una visión que comparten todas las fuerzas del Frente de Todos, de un Ministerio de Economía que no solamente se dedica a la renegociación de la deuda o a la administración de los recursos públicos del Estado, en la administración financiera del Estado, sino que aborda el diálogo de políticas que hagan no solamente plantear un orden fiscal, sino también un programa de desarrollo con inclusión. Sabiendo todos que estamos en un escenario de, podríamos decir así, de sábana corta. Y donde todos tenemos que aportar lo nuestro porque si todos tironeamos de la sábana seguramente se va a romper. Y sabiendo que hay algunos, que siempre existen, que creen que “cuanto peor mejor” y que van a querer siempre poner palos en la rueda, pero entendiendo que son minoría.

—¿Cómo imagina el escenario electoral en la provincia para el año próximo? ¿Cree que el Frente de Todos se va a mantener como está? ¿Qué rol ocuparía el Frente Renovador?

—Lo hemos charlado con Sergio (Massa) y a nosotros nos parece que este año hay que dedicarse al presente. Respeto pero no comparto a aquellos que están pensando más en las elecciones que en los problemas reales que tiene la ciudadanía. Me parece que acelerar el escenario o las disputas electorales atenta contra la construcción del diálogo para resolver los temas tan preocupantes y tan difíciles que están pasando en la provincia y en la Nación. Nuestra visión es la de poder trabajar intensamente este año. Y el año que viene ya habrá tiempo para poder hacer un balance, si hemos corregido el rumbo, si hemos hecho con humildad la reingeniería que como espacio político debemos hacer, porque evidentemente hay muchas de las expectativas que generamos en su momento que no la hemos podido lograr satisfacer. Ya vendrá el tiempo de discutir sobre quién tendrá la responsabilidad de continuar conduciendo los destinos del país y de la provincia.

—¿Cree que está en las manos de Massa la suerte electoral que pueda tener el Frente de Todos en 2023?

—Yo creo que lo que está en juego en la gestión de Sergio es el destino del país, porque el éxito de Sergio va a ser el éxito de la Argentina. La cuestión electoral yo creo que hay que escindirla de su gestión económica y es un tema que tendrá que abordar la Argentina en el tiempo oportuno. La verdad es que no encuentro a ninguno de los productores agropecuarios que hoy se ven estimulados por esta decisión política que ha tomado el gobierno (dólar soja), incluyendo sobre todo al sector agroindustrial como una de las turbinas del crecimiento económico de la Argentina, preocupado por la elección. No encuentro a ninguno de los santafesinos que están preocupados por la inseguridad, preocupados por la elección. Me parece que esa es la agenda de la política, no la agenda de la ciudadanía. Nosotros de verdad que tenemos diálogo con vecinos, con víctimas de la inseguridad en la provincia, y están preocupados porque haya una ley que establezca la prisión preventiva para quien usa o porta armas de fuego. Están preocupado porque se terminan los femicidios y establezcamos una prisión preventiva para el que viole una perimetral, por que haya una Ley de Derecho y Garantías de víctima, porque es muy difícil que entiendan que la provincia de Santa Fe le garantiza asistencia jurídica y representación al imputado de un delito y no se lo se lo brinda o se lo garantiza al que ha sido atravesado por el delito. Están preocupados porque se termine este triste célebre privilegio que tenemos de ser la provincia que tiene mayor robo de cables, cuando hay una política de Estado para tener una provincia conectada. Están preocupados porque se acaben las ciberestafas, están preocupados por que haya un Código de Procedimiento Penal Juvenil donde las víctimas puedan participar… Y me parece que ahí hay que poner el poner el foco, ya vendrán tiempos de la pelea electoral, pero creo que la situación por la que pasa la provincia y por la que pasa la Nación nos exige a todos los dirigentes políticos ser humildes y escuchar a una ciudadanía, que cuando dice “que se vayan todos” lo dice porque entiende que la clase política no se puede poner de acuerdo para resolver los problemas para los cuales nos han elegido. Después vendrá la disputa electoral, pero no es ahora el tiempo, según mi humilde criterio.

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