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Entrevista

Buzzi no descarta un futuro político después de la FAA

Tras 14 años al frente, el dirigente ruralista dejará la conducción de la Federación Agraria el 26 de septiembre próximo.


Con un pie en la “trinchera”, como define a la filial de su pueblo santafesino J.B. Molina que seguramente conducirá Eduardo Buzzi luego de 14 años al frente de la Federación Agraria Argentina, el dirigente se apresta a dejar el cargo y también a incursionar en política nacional.

La fecha del alejamiento es el 26 de septiembre, pero como, según confió a Noticias Argentinas en una suerte de balance, el gremialismo agropecuario es una tradición en la familia Buzzi, tal como lo hicieran su “viejo” y su abuelo.

Docente y productor agropecuario, padre de un hijo de 10 años, Buzzi hace 20 años que está activo, fue impulsado por el mítico Humberto Volando y sucesor como presidente de FAA de René Bonetto.

Por más que a lo largo del diálogo insistió en minimizar sus aspiraciones políticas porque el asunto está muy “verde” aún, en el recuento encontró razones para ser convocado a ocupar alguna categoría legislativa en algún partido o agrupación que le parezca apropiado acompañar.

“Voy a estar frente a FAA hasta fin de septiembre, si hay algún lugar legislativo donde pueda trabajar, cuando sea una persona libre, optaré donde me sienta más representado y donde se escuchen las experiencias de vida para aportar”, dijo.

En su recuento señaló: “Llevo 20 años de vida activa, empecé con Volando, seguí con Bonetto y a lo largo de ese tiempo hice un millón 200 mil kilómetros en auto, lo que me permitió conocer paisajes y cultura. No debe haber muchos dirigentes que en 20 años hayan hecho en auto semejante recorrido por el país que te permite conocerlo”.

El cálculo surge de 60 mil kilómetros por año multiplicado por 20 años, “yendo desde el NOA al NEA, a la pampa húmeda, crucé este país una infinidad de vida”.

“Esto lo podemos llevar a una expresión política y si no encuentro ese lugar estaré en la trinchera, para mí la política no es un medio de vida, pero creo que podría jugar un papel en el Congreso ni mejor ni peor de los que han estado”, señaló a NA.

No obstante reconoció que cree que puede construir desde su trinchera: “Tengo 53 años, puedo vivir un poco más tranquilo masticando los caramelos en la bolsa, mirando los atardeceres descalzo como decía Borges, pero no puedo mirar con pasividad y con indiferencia las cosas que están mal”.

Respecto de su sucesor en Federación Agraria, reconoció que el más conocido es Pablo Orsolini, ex vicepresidente de la entidad y ex diputado nacional, pero eso no significa que “sea el mejor”, reflexionó, e indicó que “eso lo tienen que definir las entidades de base”.

Al hablar acerca de un eventual regreso dentro de un par de años a la presidencia de FAA, señaló: “Podría volver, pero no creo que los productores ni yo tengamos ganas. Dicen que segundas partes no fueron buenas”.

Lo que Buzzi se va a perder como el dirigente máximo de FAA es disfrutar de “un próximo gobierno que será permeable a escuchar al campo, ya lo mostró (Sergio) Massa, (Mauricio) Macri, Ernesto Sanz, ese nuevo gobierno va a alentar a la producción agropecuaria porque sabe que es así cuando más rápido se reactiva la economía”.

“Pienso estar en algún lugar en la trinchera o en la tribuna política, tenemos que apostar a recuperar el tiempo que perdimos con el kirchnerismo”, dijo.

A la hora del balance, analizó: “Ha sido un tiempo muy intenso con aciertos y errores como toda gestión, de los errores se van a ocupar los detractores, yo me voy a ocupar de los aciertos”. A sus detractores los define como dirigentes que “estuvieron desplazados, dejaron de estar, siempre hay alguien que queda herido”.

“En el último período había una ofensiva ya que los alimentaba Yahuar (Norberto, ex ministro de Agricultura) para que fueran opositores a Buzzi, pero el 90 por ciento me votó en el último Congreso”, añadió.

A la hora de evaluar su sesgo, prefirió no estimarse como “personalista” sino que prefirió hablar de “liderazgo de alta exposición”.

“He sido profundamente democrático, he tenido un perfil muy alto, yo no soy un timorato, sino que prefiero hablar y decir lo que creo que corresponde decir”, manifestó.

El retiro de la conducción de FAA llegó porque entiende “que es un fin de ciclo, que está cumplido”.

“No puedo oponerme a la reelección indefinida de Cristina Kirchner y yo seguir, hay candidatos en la FAA para después de mi gestión y hay internas, no somos una monarquía, ni un monasterio, Federación Agraria está viva y tiene pujas internas”, dijo.

Pero de su paso en la conducción rescató “cosas importantes”, como “instalar la idea de que todos no somos iguales, hay una Secretaría del Desarrollo del Campo en el gobierno porque la FAA la impulsó”.

“Hemos logrado que la Federación Agraria sea una entidad reconocida, en el conflicto del 2008 fue una de las entidades más visibles, llegó a tener injerencia, nos ganamos el respeto de la clase política”, sostuvo.

Para Buzzi durante su gestión la Federación terminó saneada, con piso propio en Buenos Aires y Rosario y la recuperación y puesta en orden de los títulos de más de 30 edificios en todo el país cuya situación fue regularizada, y además se encuentra sin deudas.

Considera que es una organización que presta servicios y que, según su visión se ha desarrollado en todo el país: “Consecuencia de ese accionar hemos logrado que haya legisladores de origen agrario como lo fueron Orsolini, Ulises Forte, Jorge Solmi y lo es Alfredo De Angeli (senador nacional)”.

“No es por casualidad, logran acceder al Congreso de la Nación, tienen un sello, un apellido de casado, fulano de tal de Federación Agraria”, reflexionó.

Entre los numerosos asuntos pendientes se encuentran “los instrumentos de política agropecuaria que se necesitan por esta etapa de desperdicio de oportunidades que fue el gobierno kirchnerista”.

“Un gobierno que se dice progresista debió haber hecho mucho más por los pequeños productores, los puso en ese lugar de enemigo, apenas atiende necesidades de subsistencia básica pero no les han dado títulos de propiedad a ocupantes precarios de tierras como ocurre en Santiago del Estero, tampoco resolvieron la comercialización de los pequeños productores, ni les dieron una categoría previsional, ni siquiera resolvieron la pobreza rural”, analizó.

Buzzi admitió que se retira, pero que hay un proceso electoral 2015 y reitera que tal vez “haya un lugar para poder  representar a los pequeños y medianos productores”.

“Seguiré militando en el gremio, porque así lo hizo mi viejo, mi abuelo, el gremialismo agrario es una tradición de familia en el caso de los Buzzi”, insistió en el final de la entrevista.

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