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Central Córdoba

Bustos Montoya: “Si no soy querido ni valorado, doy un paso al costado y me voy”

En la noche del lunes se supo que tras una reunión en la que le habían puesto un “ultimátum” tras la derrota del último viernes ante Dock Sud, Eduardo Bustos Montoya decidió dar un paso al costado y dejar el banco del Azul de Tablada


Foto Juanjo Cavalcante

No fue una mañana más para Central Córdoba. Es que en la noche del lunes se supo que tras una reunión en la que le habían puesto un “ultimátum” tras la derrota del último viernes ante Dock Sud, Eduardo Bustos Montoya decidió dar un paso al costado y dejar el banco del Azul de Tablada.

En la mañana de este martes, el ex delantero y sus colaboradores dirigieron la práctica y al finalizar tuvieron una extensa charla con los jugadores, donde se despidieron y aprovecharon para agradecerles por el trabajo realizado.

Pocos minutos después de la despedida y mientras algunos jugadores lo esperaban para darle ese último abrazo de amigos, el Tati se tomó un momento para charlar con El Hincha y contar, sin tapujos, todas las sensaciones de esta salida del club, sin ocultar la molestia por algunas cosas extrafutbolísticas que sucedieron con la dirigencia y haciendo un balance del trabajo realizado, no solamente en Primera División sino también en las inferiores, donde además de formar jugadores, le devolvió al Charrúa la conquista de títulos que hace muchos años no tenía, como el del Torneo Ivancich en 2019 o el mismísimo Gobernador Molinas en 2020.

—No es el mejor momento ni el que esperaban tras el trabajo que realizaron en el club.

—Esto viene de hace años con lo hecho en las divisiones inferiores, donde empezamos convenciendo y trayendo jugadores para las categorías menores, los preparamos, los trabajamos, los metimos en Primera División y después lo hicimos debutar. Gracias a Dios me voy tranquilo de haber hecho un trabajo bueno en las inferiores, donde salimos campeones dos veces (Ivancich 2019 y Gobernador Molinas 2020), y en la primera de haber llegado a una final (de la Copa Santa Fe 2019 en la cual cayó ante Sportivo Las Parejas) y de mínimamente cumplir los objetivos, que era mantener la categoría.

—¿Qué sentimiento te queda: bronca, molestia, tristeza?

—Bronca no, para nada. La verdad que hemos hecho todos un esfuerzo muy grande. Los jugadores se han brindado el todo por el todo de la mejor manera y solamente tengo palabras de agradecimientos a la institución de Central Córdoba, porque el club es parte de todos. Quizás yo hubiese preferido otra clase de manejo hacia mi persona. Llega un momento en que uno ya no aguanta más y por eso se tiene que ir. Los resultados no fueron parte influyente para que yo me vaya.

—Por eso te preguntaba si tenías bronca, porque uno desde afuera veía que el plantel estaba conforme con el trabajo y la predisposición del cuerpo técnico. Pero lo extrafutbolístico termina influyendo en tu salida…

—Sí, aunque estaba todo a flor de piel, pero cuando me despedí del grupo todos los chicos vinieron, me abrazaron y me dieron un beso. Yo no he visto muchos planteles despedir así a los entrenadores, ya que muchos se van mal y nosotros nos vamos bien con ellos, que son la parte fundamental del futbol, nosotros estamos para ayudarlos. Da bronca esa situación de que lo extrafutbolístico logre empañar las cosas que se estaban haciendo bien, pero esto es parte del juego. Nos toca irnos porque no podemos quizás soportar tantas cosas que nos vienen pasando y tantos técnicos de los que se viene hablando y eso no sale de los periodistas, sale de los mismos dirigentes y eso es el respeto que uno tiene que darse.

—¿Cuánto les influía a ustedes los rumores de que ante cada resultado adverso se diga “si el próximo partido no ganan, se va”?

—Hay una cosa muy importante que fue cuando estaba de vacaciones al terminar el primer semestre y me llama un colega entrenador y me dice “me están llamando de tal y tal lugar, pero sé que estas vos, así que no puede hacerme el tonto y no decirte”. Entonces vos fíjate: estaban hablando ya con otro antes de arrancar la pretemporada, buscando otra alternativa. Algunos, no todos los directivos, no estaban conformes y para terminar mal, yo la verdad no me quiero ir mal de los clubes y menos de uno tan querido para mí como es Central Córdoba. Entonces si no soy querido, no soy valorado, no soy bienvenido, doy un paso al costado y me voy.

—Acá en Tablada viviste grandes momentos, como retirarte en el club y conseguir un ascenso, algo que no se da todos los días. Eso también es lo que genera la bronca o tristeza que te decía antes.

—Por supuesto, es una bronca por el sentimiento que yo tengo por el Charrúa. Llegamos a una promoción contra Los Andes, que la perdimos como jugador (temporada 2010/11 de la Primera C) y llegamos a otra contra Sportivo Italiano que la ganamos (2011/12 en condición de visitante) como entrenador alterno junto a Marcelo Vaquero. Yo viví muchas cosas acá y ese sentimiento no lo quiero borrar con lo que pasó ahora. Para mí sigue y buscaremos nuevos horizontes. Quiero dejar en claro que no tengo ningún vínculo con otro club, no pasó nada, yo me voy sin tener nada arreglado porque por ahí se puede jugar con la especulación de que “se va a otro equipo”. Ojalá salga algo pronto para seguir trabajando, pero no tengo otro proyecto disponible ahora.

Marcelo Vaquero tiene todo arreglado

La dirigencia de Central Córdoba se movió rápido tras la salida del Tati Bustos Montoya y ya tiene todo acordado con Marcelo Vaquero, un viejo conocido del club de barrio Tablada, donde logró el ascenso a la B Metropolitana en 2012 tras superar a Sportivo Italiano en la promoción.

Este será el tercer ciclo en el Charrúa para Vaquero, quien en noviembre del año pasado dejó su cargo como entrenador de Argentino tras una floja campaña en el torneo de la D.

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