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Inclusión

Buscan sumar personas trans al transporte urbano local

La iniciativa parte de la necesidad urgente inserción laboral del colectivo travesti trans, el más vulnerable de las siglas LGTBI


Un grupo de integrantes del colectivo travesti trans y la Asociación de Mujeres Taxistas de Rosario impulsan un proyecto para poder trabajar al volante de taxis y colectivos. Buscan apoyo del Estado para sacar el carnet de conducir, capacitarse y que haya ordenanzas que permitan un cupo laboral trans en el Transporte Urbano de Pasajeros (TUP). Este miércoles se reunirán en el Concejo Municipal con la ex edila Daniela León, quien impulsó el cupo de colectiveras, una norma que no se cumple. La iniciativa parte de la necesidad urgente de inserción laboral del colectivo travesti trans, el más vulnerable de las siglas LGTBI. Según un informe elaborado en 2015 por la Federación Argentina de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Trans (Faglbt) para la Organización internacional del Trabajo (OIT), el 90 por ciento no tiene empleo formal en la Argentina.

Silvana Sosa tiene 39 años y es referente del grupo de más de 40 travestis y trans que impulsan distintos proyectos para sacar al colectivo de la situación de vulnerabilidad en la que viven. La inserción laboral es uno de ellos. Por la discriminación travestis y trans tienen dificultades para conseguir empleo tanto en el mercado formal como el informal. La mayoría no tiene los estudios completos porque vivieron la expulsión de sus casas cuando salieron del clóset. El trabajo sexual es para muchas la única salida laboral. Tampoco tienen acceso a obra social ni a jubilarse. La situación del colectivo se agrava día a día con la crisis económica: en un año, el promedio de vida para una persona travesti o trans bajó de 38 a 34 años.

Meses atrás, el grupo de Sosa empezó a reunirse con Natalia Gaitán, de la Asociación de Mujeres Taxistas (AMT), para buscar una salida laboral en el transporte público.

“El proyecto busca que se aprueben subsidios para hacer la autoescuela y sacar el carnet. Sabemos que va a llevar tiempo entrar llegar a ser choferes pero para nosotras es muy importante que nos acompañen porque estamos en una situación crítica. La mayoría no tiene trabajo ni obra social, ni vamos a poder jubilarnos. Con dos sueldos de colectivera podría pagar todas las deudas que tengo”, explicó Sosa a El Ciudadano.

Gaitán contó que desde la AMT están apoyando al grupo para que puedan conseguir trabajo como colectiveras o taxistas. “Vamos a ayudar con los trámites y enseñándoles a manejar, pero necesitamos apoyo del estado. La idea es que podamos conseguir una ordenanza con cupo laboral tras en el TUP”, agregó.

El subsecretario de Diversidad Sexual, Esteban Paulón, explicó a este diario que es necesario empezar por la capacitación. “Ante esta demanda hicimos una convocatoria interna y ninguna tenía carnet de conducir. Tenemos que empezar por ahí porque cualquier salida laboral es muy importante para este colectivo”, dijo y agregó que desde la Subsecretaría hablaron con el Ente de la Movilidad para facilitar el acceso al carnet. “Es un ambiente en el que ya las mujeres tienen dificultades y son minoría. Estamos a disposición para apoyar la incorporación de personas trans”, opinó.

Ni cupo femenino

La iniciativa del cupo laboral trans en el sistema de transporte local tiene como antecedente el cupo femenino para colectiveras. A fines de 2017 el Concejo Municipal de Rosario modificó una ordenanza de 2006 para que las mujeres ocupen el 50 por ciento de los ingresos de choferes del Transporte Urbano de Pasajeros (TUP). Lo hizo por el reclamo de un grupo de ex colectiveras con más de 10 años de experiencia que habían sido despedidas de la Semtur y nunca más consiguieron trabajo.

Meses después, la empresa La Mixta anunció que entre los 60 choferes contratados para hacer reemplazos del verano había siete mujeres. Era la primera vez que entraban tantas y desde la firma dijeron que tenían muchas posibilidades de pasar a la planta permanente. Las colectiveras cumplieron los tres meses de contrato y quedaron en la lista de espera. A ninguna la llamaron. Las diez vacantes de 2018 fueron ocupadas por hombres.

Este verano el nuevo sistema de transporte tampoco las tuvo en cuenta.

Según pudo saber El Ciudadano la compañía mendocina El Cacique, que tomó el mando de La Mixta, incorporó a dos colectiveras a los reemplazos. La firma estatal Movi, que reemplazó a la Semtur, no contrató ninguna. El grupo de colectiveras que el año pasado hizo los reemplazos hará una presentación a la Justicia para que la ordenanza se cumpla.

Demanda de taxistas

En diciembre de 2016 la taxista María Eva Juncos creó She Taxi, la aplicación de celular para pedir un servicio con una mujer al volante. Empezó con dos choferas en Rosario y a dos años del lanzamiento tuvo un crecimiento de viajes de más del 200 por ciento. En la actualidad, el servicio tiene 192 conductoras (121 activas), 31 mil usuarias y usuarios que la descargaron y un promedio de 250 viajes por día. La plataforma rosarina es inédita en la Argentina y busca instalarse en otras ciudades del país. Ya funciona en Córdoba y la ciudad de Santa Fe. El 85 por ciento de quienes la usan son mujeres y la mayoría tiene entre 15 y 40 años. El pico de viajes es la noche y la madrugada. La demanda de conductoras supera la oferta. Para atender la cantidad de viajes sumaron a la aplicación a las remiseras habilitadas.

En diálogo con El Ciudadano, Juncos vio con entusiasmo la posible llegada de taxistas trans. “Nos faltan conductoras y a ellas les falta trabajo. Si está habilitada por municipalidad para manejar un taxi será bienvenida”, dijo la creadora de la app.

Cupo laboral trans

En mayo de 2016, Rosario fue la primera ciudad del país en aprobar el cupo laboral trans. La ordenanza votada por el Concejo Municipal establece que todos los años entrarán 5 personas trans a la Municipalidad. Se implementó por primera vez en 2017 y este año ingresará la tercera camada. A nivel provincial, el año pasado la ley tuvo media sanción de la Cámara de Diputadas, aunque quedó frenada en el Senado como pasó con la paridad en las listas electorales y la educación sexual integral.

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