La provincia alentó la creación de 30 consorcios entre las casi mil viviendas que integran los Fonavi del barrio Latinoamericano, ubicado en la zona sur de la ciudad. Fue el prototipo del programa dependiente de la Dirección de Vivienda de Santa Fe y Urbanismo que busca generar espacios de gestiones de problemas entre vecinos de los complejos de viviendas de sectores bajos de toda la provincia. En este marco se capacita a los vecinos sobre conceptos contables, jurídicos y democráticos, que luego votan por un presidente. En Rosario, le seguirá el barrio 7 de septiembre, La Carne y Súper Cemento. “Había un problema en los barrios por años de desatención estatal. Había que intervenir y volver a generar un orden social para que haya participación y solidaridad en cada Fonavi”, consideró el coordinador del programa, Ubaldo Modarelli.
Todo grupo de viviendas, ya sea de propiedad horizontal o vertical, deben contar con un consorcio. Ante esa necesidad, el gobierno provincial diseñó un curso de capacitación para brindar herramientas a las urbanizaciones conocidas como Fonavi con el objetivo de generar consorcios. El prototipo rosarino del programa que busca extenderse en Reconquista y 9 de Julio fue el barrio Latinoamericano, ubicado en Ovidio Lagos y Rueda. De las 986 viviendas distribuidas en 35 unidades, se conformaron 30 consorcios con sus respectivos presidentes. “Cómo hacer un presupuesto, cómo elegir un proyecto de reforma, como calcular expensas, cómo manejar los problemas de los vecinos. Qué dice la ley de PH –siempre sin la rigurosidad académica–, cómo se forma una asamblea ordinaria o extraordinaria, entre otros conceptos”, explicó Modarelli. Para el coordinador, existe énfasis en brindar metodología para la mediación de conflictos personales. “Entender que las problemáticas deben abordarse pacíficamente. Son zonas como cualquier otra, que tienen problemas internos: construcciones, ruidos molestos, mascotas. En vez de tener una resolución que pase por un privado o por una instancia judicial, se dota a los consorcistas de herramientas para enfrentar con mesura los conflictos”, detalló.
Previo a la capacitación en contabilidad, jurídica y procesos democráticos, la provincia realizó una serie de encuestas sobre el nivel de participación, solidaridad, transitabilidad, integración con los barrios lindantes, entre otras cuestiones. Con el estado de situación estudiado, la provincia convocó a los vecinos para 40 horas de cursado que se extendió por tres meses. Del dictado y una votación, surgieron 30 nuevos presidentes de consorcios para esa zona.
A su vez, los consorcios dialogan entre sí en mesas entre barrios para coordinar acciones conjuntas sobre los espacios comunes: instalar una parada de colectivos, reparar mobiliario de una plaza, pintar paredes, son algunos de los ejemplos. En todo ello participan los vecinos, la dependencia policial, los comercios y los centros de salud. En algunos casos hubo subsidio estatal para algunas obras.
Una de las particularidades de la experiencia en el barrio Latinoamericano fue que tras conformarse los consorcios, la actitud de los vecinos fue distinta respecto al programa anual de Presupuesto Participativo del municipio. Según contó Modarelli, en el barrio tenían varios proyectos pero no les alcanzan los votos, por lo que generaron una alianza estratégica con las vecinales de barrio Parque. “Consiguieron los votos para el destacamento policial. Lo destacado es que no son barrios parecidos en fisonomía o nivel socioeconómico. Se trata de sumar solidaridad”, dijo el funcionario.
El programa se inició a la par de una iniciativa del municipio junto al Colegio de Abogados que consistió en la intervención de profesionales para que asesoraran de forma gratuita a los vecinos de Fonavi .
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