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Horror francés

Buscan a presunto terrorista e investigan conexión con Bélgica

Salah Abdeslam, de 26 años, reside en Bruselas y está sospechado de ser uno de los autores de la masacre de París.


La Policía francesa difundió ayer la foto de un presunto implicado en los atentados de París que dejaron al menos 132 muertos , quien quedó bajo orden de arresto internacional, y concentra ahora su investigación en Bélgica, el país donde podrían haberse planificado los ataques.

El sospechoso es Salah Abdeslam, de 26 años, un hombre considerado “peligroso” y que reside en Molenbeek, un barrio popular de Bruselas donde al menos cinco personas han sido detenidas desde los atentados. La orden internacional fue emitida por la Justicia belga.

Los ataques del viernes pasado, que dejaron 132 muertos y más de 400 heridos, tuvieron lugar simultáneamente en varios puntos de París, cuando hombres armados con Kalashnikov dispararon contra los asistentes a un concierto de rock y contra personas que estaban en las terrazas de varios cafés.

También hubo un intento de ataque contra el estadio Stade de France, en las afueras de París, donde se disputaba un partido de fútbol entre la selección francesa y su par de Alemania (ver recuadro).

La investigación apunta ahora a Bélgica, donde a principios de la semana pasada se alquilaron dos de los vehículos que fueron utilizados en los atentados.

Uno de ellos (un Seat negro) fue hallado ayer a la madrugada en las afueras de París con varias armas dentro. El otro (un Volkswagen Polo) fue descubierto cerca del Bataclan, la sala de conciertos donde asesinaron a 89 personas.

De los siete suicidas que participaron en los ataques tres ya han sido identificados y son franceses, de entre 20 y 31 años.

Dos de ellos vivían en Bruselas, uno en el barrio de Molenbeek, según la fiscalía belga. El primero se hizo estallar cerca del estadio de fútbol y el otro en el boulevard Voltaire, en el este de París. Ambos murieron.

Según fuentes de la investigación este último sería el hermano de Salah Abdeslam y también hermano de otro hombre detenido anteayer en Bélgica.

El tercer suicida, quien ya había sido identificado el viernes pasado, es Omar Ismail Mostefai, de 29 años, por ahora el único identificado de los que participaron en el atentado al Bataclan.

Los investigadores intentaban ayer determinar si algunos de los siete detenidos en Bélgica están también implicados en los atentados.

Uno de los detenidos en Molenbeek había alquilado uno de los dos autos localizados y fue identificado en un control anteayer en Cambrai, en el norte de Francia, cerca de la frontera belga.

Molenbeek se ha convertido en un lugar de tránsito de los yihadistas de los últimos años, como Mehdi Nemmouche, responsable de la masacre en 2014 del museo judío de Bruselas, que pasó por el barrio.

Los atentados de París fueron reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico, cuyos miembros están siendo bombardeados por Francia en Irak desde hace un año, y en Siria desde hace un mes.

En Francia, la Policía investiga desde el sábado pasado a siete personas de la familia de Omar Ismail Mostefai, fichado desde 2010 por riesgo de radicalización.

También se ha encontrado un pasaporte sirio cerca del cuerpo de uno de los suicidas del estadio. El pasaporte pertenece a un migrante que llegó a Europa a través de Grecia el pasado 3 de octubre.

Pudo ser mucho peor

Los suicidas que se hicieron estallar el viernes por la noche cerca del Stade de France, en las afueras de París, durante el partido de fútbol entre las selecciones de Francia y Alemania, “quisieron entrar en el recinto”, confirmó ayer Thierry Braillard, secretario de Estado de Deportes.

“Quisieron entrar en el recinto pero no pudieron”, dijo Braillard en un programa de la cadena pública France 2, sin indicar cuantos suicidas intentaron entrar en el estadio, en el que 80 mil espectadores asistían al partido.

Para entrar en el Stade de France se necesita enseñar la entrada, validarla con un sistema electrónico y luego someterse a un registro corporal.

Dos de ellos activaron sus explosivos en la explanada que rodea el estadio. En la primera explosión murió una persona que pasaba por allí. La tercera explosión tuvo lugar en una calle cercana y sólo murió el suicida. La explosión tuvo lugar en la entrada de un callejón, como si el suicida se hubiera aislado voluntariamente antes de hacerse estallar.

El presidente francés François Hollande y el ministro alemán de Relaciones Exteriores Frank-Walter Steinmeier se encontraban en el estadio viendo el partido.

Sarkozy pidió brazaletes

El ex presidente francés Nicolas Sarkozy, posible candidato en las presidenciales de 2017, solicitó que todas las personas sospechosas de radicalización sean puestas bajo vigilancia con un brazalete electrónico. En tanto, el presidente François Hollande pidió unidad nacional frente a los atentados y recibió ayer a los líderes de todos los partidos políticos en el Palacio del Elíseo, sede de la Presidencia.

Los refugiados sirios temen convertirse en chivos expiatorios

Tras los atentados de París, algunos sirios que buscan refugio en Europa temen convertirse en chivos expiatorios, aunque otros aseguran que, pase lo que pase, siempre será mejor que quedarse en su país, devastado por la guerra.

El descubrimiento de un pasaporte sirio junto al cuerpo de uno de los atacantes de París el viernes hace temer que algunos de yihadistas se hayan escondido entre los miles de migrantes que llegan que cada día a Europa huyendo de la guerra.

“Es un problema”, asegura Ghaled, un sirio que fue a poner una vela ante la embajada de Francia en Berlín en recuerdo de las víctimas.

Este hombre de 22 años asegura que el pasaporte tiene que ser falso y que sólo lo pusieron cerca del cuerpo para acusar a los sirios. “Creo que es una gran mentira. Todo quedó destruido ¿Sólo quedó el pasaporte?”, se preguntó escéptico. Y afirmó: “Hay mucha gente que odia a los sirios”.

Otro sirio de 24 años que se hace llamar William por temor a dar su nombre real y cuya familia en Siria sufra represalias, también teme que los refugiados se conviertan en chivos expiatorios. “En las noticias se habla mucho de los sirios. La Policía encontró un pasaporte sirio. Naturalmente que estoy preocupado, esto no es bueno”, explicó el estudiante nacido en la ciudad de Hama.

Por su parte las autoridades alemanas ya dijeron anteayer, un día después de los atentados de París, que no hay que relacionar la crisis migratoria con los atentados.

“Quiero pedir urgentemente que nadie establezca una relación precipitada con el debate sobre los refugiados”, dijo el ministro alemán del Interior Thomas de Maizière, advirtiendo de la violencia de la extrema derecha.

En lo que va del año se han registrado en Alemania varios actos violentos, incluso intentos de incendio, contra centros de acogida de migrantes.

También en Francia los sirios temen represalias indiscriminadas. “Todos los sirios que conozco aquí estaban hablando por internet de todo lo que nos pasará. La verdad es que nadie lo sabe. Los franceses ya no confiaban en los árabes y este odio crecerá”, afirmó Ayham al Khalaf, un periodista instalado en Francia que huyó de Raqqa, un feudo del Estado Islámico (EI) en Siria.

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