La investigación por el confuso ataque del cual fue víctima un sargento ayudante de la Unidad Regional II continúa bajo la órbita de Asuntos Internos, cuyo personal desde ayer busca a al menos dos personas que fueron mencionadas por sus sobrenombres por el agente, antes de desvanecerse, el jueves por la noche. Por el momento sigue sin estar claro el móvil del incidente, y crece con fuerza la hipótesis de que el uniformado conocía a sus atacantes y que no estaba por casualidad en la estación de servicio ubicada en inmediaciones de bulevar 27 de Febrero y avenida de Circunvalación. El tanto, el agente no declaró ya que sigue internado en grave estado en el Heca, con coma inducido.
Personal de la Dirección Provincial de Asuntos Internos le tomó declaración a los familiares del sargento ayudante y ayer revisó en forma pormenorizada los alrededores de la estación de servicio donde estuvo estacionado el rodado. El lugar cuenta con cámaras de seguridad, pero voceros del caso indicaron que las mismas no funcionan desde hace un tiempo. Los pesquisas buscan a al menos dos personas, que fueron mencionadas por sus apodos por el sargento. “La investigación está encaminada”, mencionó un vocero.
Por su parte, el sargento Carlos H. tiene un sumario administrativo abierto en la Dirección Provincial de Asuntos Internos, no por el hecho del cual fue víctima en la noche del jueves sino por “algo anterior”, reveló un vocero.
Ayer, personal de Bomberos realizó distintos peritajes en la camioneta incinerada, y también en las dos armas que había en su interior, una calibre 9 milímetros que podría haber sido la que pertenece al agente y otra calibre 38. Ambas están muy deterioras, confió un vocero.
También se halló en el interior de la Toyota un teléfono celular, derretido casi por completo, que se sospecha que podría ser el del sargento.
En tanto, el agente Carlos H., de 46 años, continuaba anoche internado en grave estado en el Hospital de Emergencias. Fuentes del Heca indicaron que está estable, pero continúa en serio riesgo, ya que los proyectiles lesionaron seriamente el bazo, el colon, el hígado y parte de los intestinos del uniformado, quien está en coma farmacológico.
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