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Busca confianza

Ganó y quedó fuera de todo, pero los argumentos futbolísticos siguen en veremos.

La agónica victoria obtenida ante San Lorenzo le permitió a Ariel Cuffaro Russo sortear la primera tormenta importante de este ciclo. Es que la sequía de éxitos de este Clausura había puesto match point la continuidad del técnico auriazul. Pero el cabezazo de Milton Caraglio en el epílogo del encuentro ante el Ciclón le entregó al cuerpo técnico una bocanada de aire que, a esta altura de las circunstancias, era indispensable en todo sentido.

El triunfo auriazul, combinado con que los rivales directos en la pelea por la permanencia casi no sumaron puntos, dejaron a Central fuera de todo en esta fecha. Pero desde lo futbolístico, a diez partidos del final de esta historia, el equipo de Cuffaro Russo todavía no termina de aparecer.

Es principalmente por este motivo que aún no hay argumentos sólidos que permitan vislumbrar un despegue de Central desde la parte baja del escalafón de los promedios.

El primer tiempo ante San Lorenzo fue bueno. El equipo generó situaciones y cosechó méritos para justificar una ventaja que no consiguió, especialmente por falta de puntería. Pero en el complemento aparecieron la confusión, el desorden y las imprecisiones. Aunque tal vez lo que más deba preocupar es la falta de variantes efectivas que mostró el equipo hasta acá. Es que, desde el banco, nunca llegan soluciones. Y flota la sensación de que ya no hay otros elementos para echar mano de parte del entrenador.

Tampoco entregaron mejores resultados las modificaciones tácticas ensayadas por Cuffaro en este último tiempo. Ante el Ciclón, por ejemplo, el equipo fue más desequilibrante jugando 4-4-2 que cuando asumió riesgos, con un 3-3-1-3 que dio escasos réditos ofensivos. Central marcó seis goles en nueve fechas (NdR. Sólo hay dos equipos que anotaron menos goles: San Lorenzo, 5, y Atlético Tucumán, 4). A esta altura ya no hay dudas de que la falta de gol es el mayor déficit de un equipo al que habitualmente le cuesta acertar en la puntada final.

Con este panorama, y más allá de la importante victoria obtenida el domingo en el Gigante de Arroyito, Cuffaro Russo tendrá ahora la difícil tarea de convencer a propios y extraños de que el equipo realmente levantó en lo futbolístico. Es que si parte de la solución pasa por recuperar la confianza perdida, nada mejor que conseguir otro resultado positivo de inmediato.

Además, en las próximas horas llegaría la ratificación presidencial para Cuffaro en su cargo hasta la finalización del Clausura. Y esto, entre tantos rumores y contactos desestabilizadores, le podrá entregar algo de tranquilidad a un técnico que debe centrar su atención en el objetivo trazado en el arranque de la temporada: la permanencia en primera.

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