Cuando el miércoles 15 de enero Mónica Díaz llegó a su casa y no encontró ni a su hija ni a sus cuatro nietos pensó lo peor. Habló con los vecinos y vecinas de barrio Acindar y, de a poco, pudo reconstruir lo que había pasado. Esa tarde, sus nietos jugaban en el pasillo mientras un auto esperaba estacionado en la vereda. De la puerta bajó el ex yerno de Mónica, y padre de los nietos, y los llamó. Ellos fueron a su encuentro y se subieron al auto. Ruth, la hija de Mónica, salió a la puerta con su bebé de 5 meses en brazos. También subió. El hombre emprendió rumbo a Santa Rosa de Calamuchita, provincia de Córdoba, donde la pareja vivió hasta junio del año pasado, antes de que ella lo denunciara por abusar de una de sus hijas y de una sobrina. Mónica asegura que a su hija la forzaron a irse. El relato de algunos vecinos que contaron cómo el hombre la empujó para subirla al auto, y el hecho que su hija no llevara siquiera un bolso con pañales para el bebé, le impiden pensar que se fue por voluntad propia. Desde hace 16 días Mónica busca a su hija y a sus nietos. Ella no le responde el teléfono. Tampoco se contactó con las hermanas que viven en Córdoba. Durante las últimas dos semanas recorre comisarías y pasillos de Tribunales para encontrarla.
Recién en la tarde de este jueves Mónica fue recibida por la fiscal Guillermina Aiello. Pero la reunión, que duró cerca de tres horas, no fue satisfactoria. Según contó Liliana Leyes, quien la acompañó desde la Multisectorial Mujeres Rosario y Articulación Feminista, la fiscal se enfocó en saber por qué Ruth subió al auto donde estaba su ex pareja. Para Leyes, es urgente que la Justicia actúe y pida la restitución de los niños y niñas a la casa de su abuela.
“Mónica salió angustiada de la reunión porque la fiscal en vez de cuidarla como víctima siguió puntualizando en la culpabilidad de Ruth por haberse ido. Hubo un desamparo hacia esta mujer a quien recién hoy la escucharon, cuando viene denunciando una situación de violencia que es compleja, porque hay que articular acciones con otra provincia. Necesitamos que la fiscal libre un oficio para que traigan a los niños porque hay un peligro en cuanto a la protección integral de ellos. El tiempo de la Justicia no es acorde a la situación de violencia que viven estas personas”, dijo Leyes a El Ciudadano, y agregó que temen que el hombre las lleve a otra provincia.
Cuando Ruth se fue, sólo tenía los documentos en el bolsillo porque volvía del dispensario del barrio. Tiene 24 años y estaba en pareja con el hombre desde los 17. Lo conoció en Santa Rosa de Calamuchita, donde ella vivía con sus hermanas. Tuvieron cinco hijos. Cuando estaba embarazada del último, en junio del año pasado, se mudó a Rosario con su mamá y custodia policial. Antes había denunciado a su ex pareja por abusar de una de sus hijas y de una sobrina. Según contó Leyes, el hombre tenía una orden de restricción de acercamiento en Santa Fe, pero como vive en Córdoba no estaba notificado.
“Nos preocupa que la Justicia se enfoca en cómo se fue Ruth, sin tener en cuenta la perspectiva de género y que ella puede haber sido inducida a irse”, señaló Leyes y agregó: “Sabemos cómo es la violencia de género ejercida en situaciones de súper vulnerabilidad. Mónica nos relataba cómo el hombre ejercía violencia económica, le manejaba las asignaciones familiares, le hacía pedir créditos permanentes para uso personal mientras ella vivía en un lugar donde ni tenía siquiera baño”, describió.
Para Leyes, falta una articulación entre la Justicia y el padecimiento de cada una de las mujeres. “Mónica estuvo sola, dando vueltas de comisaría en comisaría. En Tribunales le dijeron que si ya había hecho la denuncia tenía que esperar. La causa comenzó a moverse cuando con el Movimiento de Mujeres la acompañamos al Centro Territorial de Denuncia”, señaló.
Leyes aseguró que desde la Multisectorial seguirán acompañando a Mónica en su reclamo y buscarán articular con organizaciones de la provincia de Córdoba para agilizar medidas legales que la protejan. También adelantó que el lunes próximo el caso pasará a manos de otra fiscal, ya que termina la feria judicial.
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