La semana próxima el gobernador Miguel Lifschitz nombrará como jefe de la Policía provincial al actual titular de la PDI Rosario, Luis Omar Bruschi. Como subjefe seguirá José Luis Amaya, hoy a cargo de la fuerza tras la renuncia –la semana pasada– del comisario Rafael Grau. El mandatario se lamentó de que la Legislatura haya evitado intervenir en la designación (“es una mirada muy estrecha”) y el ministro de Gobierno Pablo Farías fue menos protocolar: “Los legisladores han preferido no comprometerse con algo tan sensible como la seguridad”.
Anteayer la comisión de Acuerdos de la Legislatura resolvió devolver al Ejecutivo el decreto por el cual se pedían opiniones u observaciones sobre Bruschi. Allí se impuso el criterio de la oposición, de no intervenir en el proceso, ya que los legisladores no tienen facultades legales para ello. Ayer, Lifschitz se lamentó por esa postura: “Es un error, es una concepción muy antigua de la división de poderes. Las ideas constitucionales modernas hablan de la cooperación de los tres poderes de Estado para resolver los problemas de la sociedad”. Según el gobernador, la consulta a la comisión de Acuerdos –anticipada el año pasado durante la campaña– era “una oportunidad de que esas observaciones se formularan”. En el gobierno no dicen nada, pero sobrevuela el fantasma del ex jefe policial Hugo Tognoli, condenado a seis años de prisión en octubre de 2015 por complicidad con un narcotraficante, caso que le valió numerosos dolores de cabeza al Frente Progresista.
Lifschitz no dejó pasar la ocasión para reprochar la actitud de los legisladores de la oposición: “Me parece que tienen una mirada muy estrecha de la responsabilidad de cada ámbito del poder. Queremos colaborar con el Poder Judicial, también colaboramos con el Poder Legislativo, y pretendemos que los tres poderes del Estado podamos trabajar juntos, más en un tema tan importante y sensible para la opinión pública”.
“Estamos sorprendidos”
Por su parte, el ministro Farías señaló que se trata de “una oportunidad que se dejó pasar” y agregó: “Estamos sorprendidos porque no nos fue advertido, por los bloques, la posición que iban a tomar. Es más, la semana pasada yo hablé con algunos de los integrantes de los bloques opositores y nunca se nos manifestó esta posición tan concreta que se tomó ayer (el jueves). De todos modos, jamás pretendimos resignar la potestad del Ejecutivo de designar al jefe de la Policía”. Según Farías, el mensaje enviado por Lifschitz a las cámaras, para pedir observaciones sobre las figuras de Bruschi y Amaya, era “un avance” que los legisladores “no entendieron como debieran”. El ministro de Gobierno remató: “Han preferido no involucrarse ni comprometerse con algo tan sensible como la seguridad”.
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