Mundo

Pánico y locura en el Reino Unido

Brujas: Escocia hace un mea culpa por las mujeres condenadas a muerte hace más de 300 años

La persecución incansable de brujas por parte de Escocia entre 1563, cuando se introdujo la Ley de Brujería, y 1736, cuando finalmente fue derogada, resultó en cinco "grandes cazas de brujas escocesas" y una serie de juicios a nivel nacional. Se calcula que más de mil fueron condenadas a muerte


Escocia. Monumento a Maggie Wall, quien fue quemada por bruja en 1657. Foto: Jeffrey Davies | Alamy.

Acusadas de maldecir las embarcaciones del rey, o de transformarse en animales y aves, o de bailar con el diablo: el pánico satánico en la Edad Moderna de Escocia significó que miles de mujeres fueron enjuiciadas por el delito de brujería entre los siglos 16 y 18 y que muchas fueran condenadas a muerte.

Ahora, tres siglos después de la derogación de la Ley de Brujería (el Witchcraft Act de 1735), los activistas en el Reino Unido están en camino de obtener indultos y disculpas oficiales para las aproximadamente 3.837 personas, el 84% de las cuales eran mujeres, juzgadas como brujas, de las cuales dos tercios (más de mil) fueron llevadas a la horca y quemadas, indicó el matutino The Guardian.

Después de una campaña de dos años del grupo Witches of Scotland, el proyecto de ley de un miembro del parlamento escocés aseguró el apoyo de la administración de la ministra principal Nicola Sturgeon para limpiar los nombres de los acusadas y acusados, informó el Sunday Times. La medida sigue un precedente de la Cámara de Representantes de Massachusetts, en los EE. UU., que proclamó inocentes a las víctimas de los juicios de brujas de Salem en 2001.

La persecución incansable de brujas por parte de Escocia entre 1563, cuando se introdujo la Ley de Brujería, y 1736, cuando finalmente fue derogada, resultó en cinco “grandes cazas de brujas escocesas” y una serie de juicios a nivel nacional.

Las primeras cazas de brujas fueron aprobadas por Jacobo VI de Escocia (más tarde Jacobo I de Inglaterra e Irlanda) quien creía que las brujas conspiraban contra su novia danesa convocando tormentas para hundir sus barcos. Entre los acusados ​​en 1590 estaba Geillis Duncan –cuyo personaje apareció en la serie Outlander–, quien admitió bajo tortura haberse encontrado con el diablo para arruinar los barcos del rey.

Otra, Agnes Sampson, confesó que 200 mujeres presenciaron un sermón del diablo en North Berwick, Escocia, en Halloween, donde se planeó la destrucción del rey.

Otros casos conocidos son el de Lilias Adie, de Torryburn, Fife, Escocia, acusada de haber tenido sexo con el diablo; mientras que Issobell Young, ejecutada en el Castillo de Edimburgo en 1629, fue acusada por un cuidador de caballos de haberse transformado en una lechuza y de integrar un aquelarre.

Tratándose la brujería de un crimen capital, las condenadas generalmente eran sentenciadas a la horca y luego quemadas en la hoguera para no dejar ningún cuerpo. Muchas confesaron bajo tortura, prácticas incluían la privación del sueño, el aplastamiento y arrancamiento de uñas y pinchazos en la piel con agujas y puntas para ver si la acusaba sangraba.

El portal Witches of Scotland señala que los símbolos asociados con la brujería (palos de escoba, calderos, gatos negros y sombreros negros puntiagudos) también se asociaron con las “alewives”, las artesanas de la cerveza, el nombre de las mujeres que elaboraban la llamada cerveza de mesa, que poseía baja graduación alcohólica y en diversos lugares era más segura de beber que el agua disponible.

El letrero de palo de escoba era para que la gente supiera que la cerveza estaba en oferta, el caldero para prepararla, el gato para controlar a los ratones y el sombrero para distinguirse en el mercado. Las mujeres fueron expulsadas de la elaboración de cerveza y reemplazadas por hombres una vez que esta se convirtió en una industria rentable.

“Puede que haya sido el mismo proceso de sacar a las mujeres de ese papel haciendo que la gente sospeche de sus brebajes lo que provocó que el vínculo que se estableciera con la brujería y que los símbolos de la cervecería se convirtieran en los de las brujas”, señala el portal.

Claire Mitchell QC, quien lidera la campaña de las Brujas de Escocia (Witches of Scotland), dijo que buscaba indultos, disculpas y un monumento nacional a las víctimas, principalmente mujeres, de la caza de brujas. “Per cápita, durante el período comprendido entre los siglos XVI y XVIII, nosotros [Escocia] ejecutamos cinco veces más personas que en otras partes de Europa, la gran mayoría de ellas mujeres”, dijo al Sunday Times.

“Para poner eso en perspectiva, en Salem 300 personas fueron acusadas y 19 fueron ejecutadas. Nos destacamos absolutamente en encontrar mujeres para quemar en Escocia. Las ejecutadas no eran culpables, por lo que deberían ser absueltas”.

Comentarios