El gobierno oficializó la rebaja de retenciones a la soja, a razón de medio punto porcentual por mes, con el objetivo de llegar a 18% en diciembre de 2019. Así, a partir del 1° de enero y hasta fin de mes el tributo es de 29,5% para embarques de grano de soja y de 26,5% para sus subproductos.
El decreto 1126, que publicó el Boletín Oficial con la firma del presidente Mauricio Macri y varios ministros, confirma la rebaja de las retenciones a la soja, entre otros aspectos de la estructura arancelaria.
Esta leve modificación sobre la alícuota de los únicos derechos de exportación que siguen en vigencia después de la eliminación generalizada de retenciones dispuesta en diciembre de 2015, impactará sobre todo en las ventas de la llamada “soja vieja” o “disponible” en momentos en que los productores todavía conservan cerca del 25% de la cosecha 2016/17. En base a datos oficiales, Pablo Pochettino, analista de la consultora Intagro, indicó que “el productor aún retiene 15,1 millones de toneladas de soja de la última cosecha”.
El cálculo sobre la soja que todavía permanece en el campo almacenada en silobolsas se obtiene deduciendo de las 57,8 millones de toneladas de producción las compras efectivas de la industria aceitera y los exportadores, que representan casi 74% del total cosechado la última temporada. Con todo, al plus de ganancias que tendrán ahora los productores por la quita de retenciones se les suma a su favor el efecto de la devaluación de las últimas semanas. El decreto firmado por Macri, su jefe de Gabinete Marcos Peña, y los ministros de Hacienda, Nicolás Dujovne, y de Producción, Francisco Cabrera, en realidad adopta una serie de definiciones referidas al Arancel Externo Común del Mercosur.
En su artículo 12° ratifica los términos de otro decreto, el 1.343 de 2016, con el cual Macri estableció un cronograma descendente de las retenciones al complejo sojero, que será gradual a razón de 0,5% cada mes.
De ese modo, el tributo debería bajar progresivamente hasta 24% en diciembre de 2018 y hasta 18% un año más tarde, cuando termine el actual período presidencial. Había comenzado en 35%, y todavía aporta al Fisco una suma importante cercana a los 6.000 millones de dólares anuales.
Varios analistas calcularon que la medida tendría a lo largo de 2018 un costo fiscal aproximado de 1.000 millones de dólares, pero lo cierto es que la cifra final dependerá del volumen que tenga la próxima cosecha de soja y del momento en que los productores decidan vender los granos, tanto de la vieja como de la nueva cosecha.
Por lo pronto, el impacto de la baja de medio punto vigente y por lo que resta de enero será de sólo 1,8 dólares por tonelada de soja, ya que el Valor FOB oficial sobre el que se aplica el descuento al productor ronda los 360 dólares.
De todos modos, este esquema de reducción progresiva de las retenciones –además de los bajos precios internacionales y el tipo de cambio atrasado– fue importante para que los productores retrasaran sus ventas de la cosecha vieja bastante más de lo normal, ya que a fin del año pasado se llevaba comercializada solo 74% de la misma, contra un promedio para las últimas diez campañas de casi 87%.
“Con 15,1 millones de toneladas de la última cosecha sin vender y una proyección de producción de 57 para la campaña en transcurso, la oferta total para el próximo ciclo comercial se ubicaría en un récord histórico de 72,1 millones de toneladas”, precisó Pochettino, y sobre ese volumen operaría la baja gradual de retenciones que se inició este martes.