Ciudad

Mascota comunitaria

Bronca y dolor por Tony, perro de Arroyito que tiraron de un tercer piso de Pami

El cuzco negro frecuentaba el predio del Pami II y el barrio. Murió este martes tras caer desde las alturas del policlínico en la esquina de Olivé y Silva, un sector en construcción. Proteccionistas y vecinos quieren dar con el o la responsable de la acción cruel


Tony murió en una veterinaria.

Tony, un perro que caminaba las calles de Arroyito y frecuentaba el edificio del Pami II, murió este martes tras caer de un tercer piso de esa institución. Según denuncian vecinos de zona norte, la mascota comunitaria fue arrojada por manos humanas, acción cruel que motivó una ola de indignación y el pedido de encontrar al responsable.

“A este perro lo hicieron volar de una ventana del tercer piso de Pami II y después de una hora de agonía falleció”, dijo a El Ciudadano una proteccionista, quien aseguró que la muerte del animal fue consecuencia del accionar de alguien que, pasadas las 13.30 del martes, estaba en el tercer piso de una dependencia del Pami de Olivé al 1100, que actualmente se encuentra en refacciones.

El grupo de proteccionistas y vecinos indignados chocaron con el hermetismo de la institución estatal y de la empresa constructora, que se negaron a brindar datos, aseguró. Tony murió en una veterinaria tras ser llevado por una enfermera que trabaja en la obra social de los jubilados: “Tenía los órganos reventados”, dijo la proteccionista consultada.

El cuzco negro de tamaño mediano y pelo corto era ya otra institución de Arroyito, cuyos vecinos lo alimentaban y cuidaban como uno más de los suyos.

“Fuimos a hablar con la ingeniera que está a cargo de la construcción y se negó a brindar todo tipo de datos del personal que trabaja en el tercer piso”, dijo esta proteccionista de animales, titular de una ONG, quien por ahora prefiere no revelar su nombre. “Hay testigos que dicen que vieron cómo lo arrojaban, pero no pudimos dar con el responsable. Es imposible que el perro se haya tirado por su cuenta de esa altura”, aseveró.

Las sospechas apuntan a uno de las pocos personas que tenían acceso a ese sector ubicado en la esquina de Olivé y Silva.

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