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Brasil y Argentina no superan las rispideces comerciales

Por: Florencia Lendoiro

Las diferencias de criterios obstaculizan una más rápida integración.
Las diferencias de criterios obstaculizan una más rápida integración.

Las rispideces comerciales entre la Argentina y Brasil agobian ya a los técnicos económicos de ambos países. En voz baja, aseguran que decisiones que toman los gobiernos con más criterio político y emocional que económico, imposibilitan avanzar en una estrategia comercial conjunta que impulse a los mayores socios del Mercosur a superar la crisis. Las trabas a las importaciones que se imponen mutuamente y sobre todo la demora en las licencias no automáticas para algunos productos no solo termina perjudicando a las economías locales sino que además contribuye a la precarización de las exportaciones de ambos países que ya concentran la mitad de sus ventas externas a productos primarios, en detrimento de entregas con mayor valor agregado.

La semana pasada, durante una reunión de técnicos (de la Comisión bilateral de Comercio) que anticipó la de ministros que se encontrarán en febrero para tratar temas comerciales, se anunció un avance en las relaciones argentino- brasileñas. En rigor, solo se consiguió el compromiso de “intentar” agilizar la aprobación de licencias no automáticas y reducir la lista de productos sometidos a ese mecanismo para destrabar la importación. Ésta había sido una medida impulsada por la Argentina en defensa de la producción nacional, afectada por la importación barata desde el país vecino según el gobierno, que consiguió una respuesta idéntica de Brasil en otras líneas de productos. Los sectores más afectados son los juguetes, textiles, calzados, entre otros. Pero también están incluidos algunos insumos para producir otros artículos y hasta alimentos perecederos.

Si bien el intercambio comercial entre la Argentina y Brasil no se basa en los artículos afectados por las licencias –de hecho el canciller brasileño, Celso Amorim, dijo que había que “desdramatizar el conflicto”– analistas aseguran que la imposición de trabas en segmentos industriales preocupa en momentos en que las exportaciones de los países de la región vuelven a concentrarse en las materias primas como hace un siglo. Esta precarización se observa con claridad en el caso de la Argentina pero también de Brasil, que si bien avanzó fuertemente en la última década en participación del comercio exterior, ya suma 50 por ciento de sus ventas en commodities y combustibles.

El ranking mundial de exportadores de 2008 de la OMC mostró que Brasil avanzó tres posiciones (del puesto 25 al 22). El país de Lula da Silva paso de representar el 0,93 por ciento del total de exportado globalmente, al 1,23 por ciento el año pasado. La Argentina en cambio en el mismo período pasó del puesto 36 al 45.

Pero tampoco la situación brasileña es la ideal. Mientras que este año Brasil focalizó sus ventas externas en los productos primarios (más de un tercio de sus exportaciones lo son), en la Argentina se registró un avance de ventas de mayor valor agregado sobre las materias primas. Así, en los primeros diez meses de este año, las exportaciones primarias (como cereales o carne) representaron un 17 por ciento del total vendido, cuando el año anterior sumaban el 23 por ciento.

Según la consultora Abeceb, en Brasil “las exportaciones de combustibles, pasaron de representar menos de un uno por ciento de la canasta en 1998 a casi un 10 por ciento en 2008/2009. El otro dato significativo es que los productos primarios que solamente representaban un 19 por ciento de las exportaciones totales hace diez años, hoy representan un 26 por ciento, mientras que la participación en la canasta exportadora de los productos manufacturados de origen agropecuario se ha mantenido constante durante todos estos años”.

Ese país en 1998, del total que exportaba, 60 por ciento eran manufacturas de origen industrial. Diez años después, representaban menos del 49 por ciento. Y este año finalizarían en 43 por ciento.

Eso sí, Brasil vende al mundo casi tres veces lo que la Argentina.

Para hablar de un avance concreto en las relaciones comerciales con el país vecino habrá que esperar ahora a 2010, donde existe el compromiso de realizar reuniones cada 45 días.

Desde el Ministerio de Producción se habla de algunos datos alentadores para llegar a un entendimiento concreto. En la última reunión que mantuvo la Comisión Bilateral de Comercio en San Pablo, trascendió que Brasil estudiará dar preferencia a la Argentina para ingresar a las compras gubernamentales de ese país. Con vistas a las Olimpíadas y al Mundial de Fútbol que se celebrarán en ese país, el gasto en infraestructura por obra pública será muy amplio y difícilmente la Argentina se dé el lujo de no ingresar a ese cuantioso negocio por no flexibilizar los mecanismos de intercambio comercial.

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