El general brasileño Fernando Lavaquial Sardenberg, quien tendrá a su cargo la instalación de fuerzas militares y policiales en las favelas de Rio de Janeiro, declaró que separará de sus cargos a los policías envueltos en casos de corrupción, luego de que fueron denunciados vínculos entre agentes y narcotraficantes.
Todo policía o militar que incurra en algún “desvío de conducta saldrá de la misión”, declaró el general de brigada Lavaquial Sardenberg, citado por ANSA.
El general dijo que la eliminación de la corrupción es una de las tareas necesarias dentro de un plan de “convencimiento psicológico” de una parte de la población que observa con “animosidad” la presencia de la policía y los militares en las favelas.
Miles de policías, con el apoyo de unos 900 efectivos del Ejército y la Marina, ocuparon hace dos semanas las barriadas pobres del norte de Rio, consideradas una fortaleza del narcotráfico.
Esta semana fueron detenidos policías y un cabo de la Marina acusados de vínculos con narcotraficantes, luego de que vecinos denunciaran que agentes recibieron varios kilogramos de oro para permitir que los delincuentes huyeran del cerco militar.
El Ministerio de Defensa y el gobierno de Rio de Janeiro acordaron el sábado establecer “fuerzas pacificadoras” integradas por policías y militares, bajo el mando del general Lavaquial Sardenberg, quien actuó en las Misión Estabilizadora de la ONU en Haití.
“Para entrar con la Fuerza de Paz” a las favelas serán necesarios “2.000 hombres” de las Fuerzas Armadas, afirmó el militar.
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