El alcalde de Teresópolis, Jorge Mario Sedlacek, dejó sin efecto un reglamento que prohíbe los entierros nocturnos debido a que más de 130 cadáveres comenzaron a entrar en estado de descomposición en la morgue y un depósito improvisado.
Otros cuerpos fueron ubicados en un camión frigorífico que fue puesto a disposición de las autoridades de Teresópolis, donde hubo 223 muertos y una cifra indefinida de desaparecidos.
Unos 20 cadáveres fueron enterrados esta madrugada en el cementerio municipal de Teresópolis, que fue afectado parcialmente por las fuertes lluvias y algunas tumbas quedaron destruidas.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, visitó durante la jornada pasada en compañía del gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, la zona del desastre y prometió el envío inmediato de ayuda.
Efectivos de la Fuerza Nacional de Seguridad comenzaron a llegar a la zona serrana de Río de Janeiro, para dar apoyo a la policía de las cuatro localidades afectadas por el temporal.
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