La aspirante oficialista Dilma Rousseff, apuntada por todos los sondeos como franca favorita para las elecciones presidenciales en Brasil, votó en una escuela en la ciudad de Porto Alegre (Rio Grande do Sul). También lo hizo el impulsor de la su candidatura, el actual presidente Ignacio Lula Da Silva que llegó acompañado de familiares y candidatos a la gobernación por el partido de los Trabajadores.
Economista de 62 años, Rousseff llegó a la escuela donde está empadronada utilizando una bota ortopédica, pues en medio de la campaña sufrió rotura de ligamentos en el pie derecho en un accidente que sin embargo no le impidió mantener el ritmo de actos públicos.
La candidata precisó de apenas 46 segundos para emitir su voto gracias a la utilización en Brasil del dispositivo llamado ‘urna electrónica’, pero tardó más de 10 minutos para abandonar el lugar ante la gran asistencia de periodistas.
Pasadas las 12.30 fue el principal candidato opositor José Serra, del Partido de la Social Democracia Brasileña, quien emitió el voto y lo hizo en el Colegio Santa Cruz de los Altos de Pinheiro, y permanecerá en aquella ciudad a la espera de saber si logró forzar una segunda vuelta electoral.
El ex gobernador de San Pablo llegó al lugar de votación acompañado por su esposa Mónica, el candidato a vicepresidente Indio da Costa, y el candidato a gobernador paulista Geraldo Alckmin, con quienes posó para las fotos representando con sus manos el 45, su número de lista.
Mientras tanto, la candidata del Partido Verde (PV) a la Presidencia brasileña, Marina Silva, se manifestó hoy confiada en que la lucha por el gobierno del gigante sudamericano no se definirá en las urnas de este domingo y que el sucesor de Lula da Silva saldrá de una segunda ronda, el 31 de octubre, de la que pretende participar.
Según los institutos de sondeos, Rousseff tendría entre 50% y 53% de los votos válidos, y por lo tanto existe la firme posibilidad de que pueda ser declarada vencedora ya al fin de la jornada. Para ello, precisa del 50% de los votos válidos más uno.
En tanto, Lula que dejará el cargo el 1 de enero llegó a la escuela Firmino Correia de Araújo acompañado por su esposa Marisa Letizia y los candidatos a la gobernación de San Pablo, Aloizio Mercadante, y al Senado, Marta Suplicy, y se espera que durante la jornada se traslade a Brasilia a esperar los resultados.
Los brasileños comenzaron a votar y se espera que depositen su confianza en el presidente Luiz Inácio Lula da Silva que se va con una imagen positiva del 80%.
Más de 130 millones de personas tienen previsto ir a votar en las elecciones presidenciales, legislativas y de gobernadores en el mayor país de América Latina, que en los últimos años se convirtió en uno de los mercados emergentes más atractivos del mundo.
Comentarios